Despertar el ADN emprendedor de los nicoleños

En ciudades del interior con industrias muy consolidadas la gran mayoría de los jóvenes suelen conseguir su primer empleo en corporaciones. Los que se quedan de manera directa o indirecta se vinculan con estas grandes empresas y sino abandonan la ciudad en la búsqueda de nuevas oportunidades. Ahora bien, ocurría que era muy baja (o casi nula) la cantidad de jóvenes que consideraban la posibilidad de emprender un proyecto propio como un estilo de vida y fuente de ingresos. De hecho, San Nicolás tenía una de las tasas más bajas de PyME por habitante. 

Sin embargo, después de 6 años de trabajo puedo decir que esa visión está cambiando y que de a poco vemos los brotes de una generación de emprendedores nicoleños dinámicos, que apuestan a generar valor desde lo local. 

De menos a más

En 2014 cuando volví a San Nicolás venía de ganar un premio en Endeavor por el proyecto Sostiene Pereyra. En mi cabeza ya tenía incorporada la lógica emprendedora con el ejercicio de prototipar, aplicar metologías ágiles, preparar un modelo de negocios, prestarle atención a ciertos indicadores, trabajar en equipo, construir redes, apoyarme en la comunidad para mejorar el proyecto, escuchar las críticas, es decir, sabía que despertar la energía emprendedora no era algo que iba a ocurrir de un día para el otro, y mucho menos sin una comunidad de apoyo. 

Por eso cuando comencé a armar el área Desarrollo Productivo en 2014 lo primero que hicimos fue iniciar un proceso de sensibilización y amplificación del espíritu emprendedor nicoleño. Necesitábamos generar la curiosidad al menos, de que las personas se interesaran por saber qué era esa movida de transformar ideas en negocios. En los primeros pasos organizamos jornadas masivas a las que convocábamos a emprendedores "famosos" de otras ciudades. #SNEmprende surgió con esa lógica: provocar y movilizar a la mayor cantidad de potenciales emprendedores nicoleños. 

En estos encuentros compartimos las experiencias de grandes emprendedores. Federico Seineldin, Rodolfo Montes de Oca, Gabo Nazar, el equipo de Chicas en Tecnología y Wayra, y muchos más. Fuimos creciendo en cada edición, generando bases de datos y aprendiendo de los resultados de cada actividad, pero sobre todo fuimos creando el ingrediente fundamental: una comunidad. 

Y los resultados ya los estamos viendo. Esta semana hicimos la 6º edición de #SNEmprende en lugar de convocar a emprendedores de otras ciudades, esta vez compartimos los casos de nicoleños que ya tienen sus proyectos en marcha. También cambiamos la lógica y transformamos un evento masivo en una jornada con más diálogo y mentoreo de ideas para que logren dar el salto. 

La casa de los emprendedores

Con la comunidad en plena construcción nos dimos cuenta que estábamos en condiciones de avanzar y generar un espacio de referencia, un punto de encuentro que se convirtiera en un disparador de acciones, contactos, ideas, un lugar a donde materializar esas ganas de hacer. Así en 2018 creamos el primer Club de emprendedores de la ciudad.

Aprendizajes

En cada instancia fuimos probando, equivocándonos, avanzamos y retrocedimos. Pero lo cierto es que siempre aprendimos algo. Me llevo muchas experiencias, pero sobre todo destaco algunas buenas prácticas que pueden servir para activar futuras acciones:

-Construir una buena base de datos de la comunidad fue clave para detectar actuales y potenciales emprendedores, para mostrarles que había otras alternativas a la de trabajar en relación de dependecia. 

-Impulsar a los emprendedores tiene que ser una política de estado. Eso implica que tiene que empujarse desde los tres sectores: público, privado y ONGs. Así encaramos SN Emprende y en el Club de Emprendedores hoy trabajan con nosotros 14 instituciones de la academia, empresarios, del gobierno nacional, el municipio, escuelas, etc.

-Crear una comunidad: sin comunidad es muy difícil que los proyectos escalen. 

-Impulsar la agenda: contar con un espacio es importante, pero realmente se transforma con acciones, chiquitas, masivas, encuentros uno a uno, talleres, capacitaciones: hacer que pasen cosas. 

-Trabajar con TODOS: sentar a todos los que empujan la agenda emprendedora en una misma mesa y reconocer su trabajo. 

-Implementar una política a nivel local. 

-"Dispararle" a todos: es muy difícil sectorizar o apuntar un nicho si no tenés data y conocés realmente cómo funcionan. Por eso primero hay que atacar a todos, luego naturalmente surgen temas: agtech, foodtracks, diseño, etc. Luego estos grupos tienen que funincionar por su propia cuenta, además de tener uno o dos referentes/mentores (empresarios con recorrido en el tema) y apoyo de la academia.

-Dar un tratamiento especial a los proyectos de la economía social: hay muchos de ellos y son unas de las claves para sortear momentos difíciles como estos! Dada la imperiosa necesidad de generar ingresos para subsistir, es clave pensar un abordaje coordinado con empleo y acción social.