Dos Caminos no Elegidos

Dos Caminos no Elegidos

Comencé este artículo hace dos semanas y he tenido que ir reescribiéndolo para poder encontrar unos minutos durante el día y cuál de todas las miles de reflexiones que se me ocurren merece más la pena compartir. Cumplimos 2 meses desde que partió todo esto, pero pareciera ser como un año. El domingo pasado fue el día de la madre y teníamos que decidir junto a mis hermanos qué regalar en este gran día. Muchas veces recordamos cuando vivíamos todos juntos bajo el mismo techo y tratábamos de ingeniar algo y hacerle un desayuno… algo muy creativo y que a casi ningún hijo se le ocurriría. Hoy, parados en el futuro, abril del 2020 nuevamente hicimos planes para intentar coordinar algo. “¿Y si le hacemos un desayuno?” dijo uno de mis hermanos. Mi cabeza empezó rápidamente a trabajar viendo los distintos riesgos que existen. Es un desayuno… ¿Será frío? ¿Procesado? ¿Se lo prepararemos nosotros o un tercero? Mejor regalar algo que no se coma, una cosa, algún detalle, pero que tenga “bajo riesgo” uno pensaría. Porque si le regalamos algo, cualquier cosa que sea … puede estar contaminada. ¿Existe el bajo riesgo? Claro que sí, solamente que no es nulo. La vida es un riesgo, y tal como contaba Grug en la tremenda película The Croods, todo puede terminar en la muerte.

¿Pero entonces qué ha hecho el ser humano por los siglos de los siglos que existe en la tierra, sabiendo que existen riesgos de que muera? Salir de su cueva y descubrir, experimentar, probar cosas nuevas y finalmente, VIVIR. La humanidad confronta una vez más frente a frente el temor de morir. Hoy más exacerbado que nunca por medios de comunicación, nuestra increíble conectividad y las ganas que tenemos de “informar” o decir algo sobre cualquier cosa. Este mismo artículo ejemplifica esa necesidad de expresar nuestras ideas, nuestras convicciones y nuestros valores.

Hoy en el mundo nos encontramos en una situación similar a la que plantea la película The Croods. Nos encontramos en un mundo inhóspito en el que TODO significa muerte simbolizado en un temible COVID-19. A veces siento que muchos están dentro de esa cueva escuchando a un Grug hablando que todo lo que intentemos si salimos de casa será igual a morir. Sin embargo, hasta el mismo Grug sabe que finalmente sino comemos moriremos de todas formas. ¿Significa eso que tenemos que salir a buscar la muerte? Claro que no. ¿Que tenemos que desafiar a las autoridades y lo que nos rige como sociedad? Por supuesto que no. Al contrario, solo significa que debemos manejar nuestras cabezas y ansiedad sobre esa presencia maléfica y constante de la ParcaEl miedo nos paraliza, nos coarta, nos atonta y genera una seguidilla de malas decisiones. Los invito a no tener miedo y hacer lo que tenemos que hacer juntos desde cada uno de nuestros rincones, con disciplina y determinación. Depende de cada uno de nosotros el hacer lo que “corresponda”. Lo hagamos o no, la muerte seguirá aquí con nosotros y no se irá con ninguna vacuna. El miedo ha generado un pánico generalizado sobre lo que ocurrirá por esa desesperación de no saber, pero paradójicamente antes del 17 de marzo vivíamos más “relajados” al menos creyendo que no existía una probabilidad cercana de morir.

Qué ha cambiado de ayer a hoy… ¿Acaso Nigeria, Haití, o Sierra Leona han tenido hospitales, médicos o vacunas necesarias durante todos estos años? ¿es porque lo tenemos frente a nuestros ojos y nos incomoda? ¿Porque el colapso de hospitales o clínicas están a nuestra vista? La respuesta no quiero darla con datos por que dará igual… vean este comparativo del 2017-2018 de las tasas de mortalidad por país anuales, pero ahora ¿es diferente? Quizás podemos ver este reportaje del 12 de mayo publicado por la BBC y pensar que esta vez es diferente, esta vez si que moriremos. Cualquiera me preguntaría y si fuera tu familia (como aquel video burdo que se viralizó por whatsapp). No es consuelo, no es liviandad, es solo aceptar lo que siempre hemos vivido, pero quizás no lo teníamos tan consciente. Tenemos la oportunidad de cambiar nuestros malos hábitos, de ser consecuentes, de conversar más con nuestras familias y amigos, de estar más cerca de nuestras parejas e hijos y de atesorar lo que tenemos. Analicemos lo que nos entrega este momento en el tiempo y sigamos impulsando que la rueda siga girando. No nos quedemos en el amarillento virus del periodismo barato.

La rueda debe seguir girando, todos coordinados, pero debe seguir girando, responsables, pero debe seguir girando, preocupándose por los otros, pero debe seguir girando. La pobreza y el hambre están esperando afuera de nuestras casas y ni siquiera queremos pensar en los desastres naturales que podrían ocurrir. Sentimos que esto es de lo único que debemos preocuparnos pero lamentablemente la vida nunca ha sido tan fácil. Algunos de nosotros no hemos parado desde que partió todo esto. Mucha gente me lo agradece, muchos otros me lo recriminan. Yo… solo recuerdo un gran poema que me enseñó la querida miss Patty en el colegio: “Two roads not taken”. Seguiremos trabajando, seguiremos cuidándonos, respetando cada norma que se imponga en Chile e intentando siempre resguardar y cumplir con todos los que hoy dependen de nuestro negocio: clientes, equipo, proveedores y accionistas. Ha sido, es y será un camino duro, pero sé que cuando hayamos avanzado y cumplido, miraremos atrás con orgullo y dando gracias como siempre, de haber vivido.

Mathias R.

Daniel Mannheim

PRODUCT MANAGER en MANNHEIM S.A

3 semanas

Estoy a la espera de la reflexión de Moana 2

Muy bueno Mathias. Avanzar responsablemente!

👍👍👍👍👍

Muy buen articulo, la rueda tiene que seguir girando y como dices: de forma responsable. Los que lo hagan tienen muchas más probabilidades de cruzar el rio, probablemente con mucho barro, pero al otro lado del rio.

Felipe Ortega

Transformación Digital - Ecosistemas - Innovación

4 años

Muy buena reflexión Mathias. Hay que seguir, y por ningún motivo bajar los brazos. Sdls

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