Ecología del delito
Muchos son los actos delictivos que ocurren en nuestro país. Pero, en los últimos años el delito ecológico ha cobrado mayor importancia.
Las continuas muestras ocasionadas por el cambio medioambiental, ponen en duda los acontecimientos ecológicos que los países propagan de manera ventajista. El cambio climático es un hecho trascendental que cada gobierno pretende ocultar por sus propios beneficios.
El crecimiento contaste de emisiones de Co2, ligadas a la falta de preocupación ciudadana, han reducido las fuentes de energía renovable en un 50% con respecto al siglo pasado. La inconciencia sobre el ecologismo es tan inmensa que impide una actuación eficaz sobre esta situación por parte de los expertos.
El cambio climático es el mal de nuestro tiempo y sus consecuencias pueden ser devastadoras si no reducimos drásticamente la dependencia de los combustibles fósiles y las emisiones de gases de efecto invernadero. De hecho, los impactos del cambio climático ya son perceptibles y quedan puestos en evidencia por datos como:
- La temperatura media mundial ha aumentado ya 1,1°C desde la época preindustrial.
- El período 2015-2019, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), será probablemente el quinquenio más cálido jamás registrado.
- La tasa de subida del nivel del mar ha ascendido a 5 mm al año en el quinquenio 2014 -2019.
Además, en nuestro país, los numerosos incendios ocurridos en los últimos años, ha propagado este cambio de manera drástica, convirtiéndose este tema en una necesidad básica de solucionar.
Todos estos datos, facilitados por la asociación “GREENPEACE”, muestran sólo un tercio de los problemas que la criminología ambiental está ocasionando en nuestro planeta.
Como principales causas de esta ecología del delito, recursos básicos como el agua y el aire se ven afectados por este hecho. El cambio climático afecta a los bienes básicos para sobrevivir, por ello este hecho es tan preocupante para la sociedad.
Alba Garrido Cebrián,