El Amor y el Juego, los fundamentos olvidados de lo humano, nos dice Maturana

El Amor y el Juego, los fundamentos olvidados de lo humano, nos dice Maturana

Quienes siguen mis textos recordarán haber leído la idea de que existen tres prácticas milenarias en las que como Humanidad fallamos cada vez más: predecir el futuro, tener todo bajo control, mantener la estabilidad. Estas tres prácticas se pueden resumir en la búsqueda de certezas. Históricamente las certezas provienen de la sabiduría. El problema es que ante un mundo cada vez mas incierto, impredecible, inestable e incontrolable, lo que sobran son saberes obsoletos y soluciones que ya no funcionan. 

“Como queremos certidumbres no reflexionamos…” nos dice Maturana. Fue este enorme pensador quien nos enseñó que solo podemos hablar de una objetividad entre paréntesis, ya que como seres humanos estamos imposibilitados de ver la realidad tal cual es, la vemos desde nuestros filtros, siempre de manera parcial y subjetiva.

Fue Maturana quien advirtió que el peligro mayor radica en confundir nuestra mirada estrecha con la realidad y pensar que nuestra visión es la realidad. Y desde allí pedir a los otros obediencia, no ya a nuestro saber, sino a esa “realidad objetiva” que nuestro saber supuestamente refleja. Nos habla del apego, de una adicción a las ”verdades”, de parte de los seres humanos.

En un mundo tan incierto, la clave no esta en los saberes que ya tenemos sino en la inteligencia con la que cuestionamos los saberes acumulados y procesamos lo que ignoramos, en la capacidad de reflexionar y encontrar nuevos saberes. Y de hacerlo con otros, aceptando al otro como un legítimo otro, es decir como alguien que puede ver diferente y enriquecer nuestra mirada. 

Entre los varios libros de Maturana, existe uno no tan conocido que lleva por título: “Amor y Juego, Fundamentos olvidados de lo humano”. Una bella síntesis de dos singularidades de lo humano: el amor entendido como la aceptación del otro como un legitimo otro con quien convivimos, conversamos, reflexionamos, hacemos… y lo lúdico como la dimensión en el que podemos desplegar nuestra curiosidad, experimentar, cuestionar saberes, innovar… Dimensión en la que se conjuga la inteligencia racional con la emocional, con la que proviene del hacer y con la inteligencia colectiva que aflora al trabajar con otros. Inteligencias que se integran en lo lúdico.

En un mundo de incertidumbre y desafíos inéditos, una Intelingencia y una Actitud más amorosa con los otros y más lúdica ante el mundo, son la clave.

¡Gracias Humberto Maturana! ¡Sigues vivo! 

Mtr. Vivian Silvana Balarezo Balarezo

Magister en Psicología con énfasis en Psicología Clínica

3 años

Haber tenido acceso a leer y analizar "El árbol del conocimiento", de Humberto Maturana, fue para mi un honor y un gran aprendizaje. Siempre recurro a la reflexión, acción que cuando uno enseña parece ser de efecto transversal. Da muy buenos resultados en el cumplimiento de los objetivos de los comprometidos en cualquier tipo de proyecto. Mi admiración y respeto a Humberto Maturana.

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