El arte de Delegar

Hola red! Cotinuando con mis publicaciones semanales; hoy le doy inicio a mi Artículo n° 3: el arte de Delegar!

Inicialmente, es realmente importante entender que en el mundo corporativo la capacidad de delegar responsabilidades de manera efectiva es una de las habilidades más valiosas que una persona puede tener. Delegar de forma acertada y concreta, no solo beneficia a la empresa en términos de mejora de eficiencia económica y productividad, sino que alivia la carga de trabajo de las personas. Pero también va a potenciar la motivación y el crecimiento profesional del/los equipo/s.

Pero ¿Qué significa realmente delegar?

Delegar responsabilidades implica asignar tareas a otros miembros del equipo para que puedan tomar decisiones e implementar acciones en nombre de, y en representación de una empresa.

¿Y Por qué es importante?

Delegar trabajo es importante por 2 razones principales: maximiza la productividad personal y demuestra al equipo que confías en los demás para las tareas importantes. El grupo es más poderoso que el individuo (el plural por sobre el singular). Pero también, saber cuándo delegar la responsabilidad a otros miembros del equipo, es una habilidad valiosa de desarrollar.

En definitiva, existen muchos beneficios de delegar funciones / tareas en el equipo:

• Facilita las actividades.
• Desarrolla los talentos del equipo.
• Fomenta el compromiso y el sentido de pertenencia con la empresa. (Para mi el más importante)
• Libera recursos y optimiza tiempos.
• Aumenta la productividad de la empresa, ya que todas las personas que la componen, tanto empleados como líderes, están más motivados.
• Reduce el estrés y el síndrome de burn out.
• Mejora, reproduce y contagia el ambiente de trabajo.

Como conclusión personal creo que en el contexto actual, el liderazgo en las organizaciones es fundamental. Para lograr esto se requiere el desarrollo de los colaboradores, de alinear los objetivos comunes con una agenda que sea acorde a las posiciones que cada uno ocupa en la organización. Delegar es una necesidad, porque te permite crecer, porque te permite que tu equipo se desarrolle y se sienta más comprometido. Por ello, diseñar un sistema de dirección y control sobre lo delegado (manteniendo incólume la comunicación) es la clave para progresar en este mundo tan dinámico y cambiante.