El auge del re-commerce mexicano que es impulsado por los comercios y por el consumidor

El auge del re-commerce mexicano que es impulsado por los comercios y por el consumidor

Con índices más que favorables que hablan de la fuerte intencionalidad de compra del nuevo consumidor que privilegia a las marcas sustentables, y al mismo tiempo, que expone el esfuerzo de estos retailers por alcanzar tales estándares, se empieza a consolidar un mercado del re-commerce dentro de nuestra industria que ya da señales muy potentes en relación al resto del mundo.


Tener una compañía ecológicamente sustentable era impensado hace unos años atrás. Los costos por reemplazar el plástico, reciclar o reducir el gasto energético se convertían en una curva imposible de escalar sacando ganancias por ello.


Fue necesario analizar la fórmula y plantear un nuevo modelo comercial que sí cumpliera con los requisitos, pero que los integrara al negocio sin que con ello se desequilibre el valor por el que los consumidores adquirían tales productos, ya que la ecuación de hacerlos pagar por cuidar el medio ambiente tampoco era una solución posible.


Hasta que los comercios y los consumidores llegaron, una vez más, a un punto en común desde donde se firma un pacto tácito por cuidar lo que es nuestro, el derecho y la responsabilidad de no dañar a nuestro ecosistema.


Cuando en una de mis primeras columnas planteé la problemática del impacto medioambiental que genera el comercio electrónico, y señalé un dato muy particular -“Ahora mismo, si llevas puesta una camiseta y un jean, tienes que saber que esas dos prendas usaron 12.700 litros de agua para su confección, y ese no es todo el recurso natural que utilizan durante su vida útil”- quise llamar tu atención para que te actives y seas parte de un fenómeno que pretende cortar con la economía lineal finita.


Aquí es donde confluyen tu yo consumista y tu yo emprendedor (o comercial). Ambos, de alguna u otra forma, cargan en lo que llevan puesto un gasto de más de 12 mil litros de agua, sin contar todo el resto de lo que se invirtió e invierte en su confección, producción, venta y mantenimiento. 


En ese punto de confluencia es en donde algunos han logrado despertar y tomar decisiones conscientes con sus negocios y con sus consumos. Claro, han sido las personas las que han motivado tal fenómeno, pero ha sido esta industria la que se ha servido para su adecuado funcionamiento.


Según el estudio Statista Global Consumer Survey realizado en 2021 se pueden visualizar marcadas razones por las cuales el re-commerce inició entonces un despertar. La primera razón es económica, ya que la compra de segunda mano permitía acceder por precios módicos a productos que no podrían consumir como nuevos. Por su parte, la segunda razón que los motivó es colaborar con el impacto medioambiental que generan las toneladas de ropa que se desecha a diario y que muchas veces se puede reutilizar, evitando la contaminación y las inversiones excesivas en nuevas producciones.


Marketplaces como Mercado Libre, Lino o eBay se convirtieron así en los ecosistemas ideales para que los consumidores de primeras marcas se convirtieran en propulsores del modelo de segunda mano (vendedores). 


Con este gesto nació, entonces, el fenómeno de la economía circular que se plasmó en todas las industrias por igual y que, para el caso de eBay, se convirtió en parte de su modelo de negocio.


Vale decir que este marketplace se propuso, según el último reporte de sustentabilidad que presentó en 2022, reducir un 90% las emisiones de carbono en sus operaciones hacia 2030, además de eliminar 7 millones de toneladas métricas de emisiones de dióxido de carbono para 2025 alcanzando impacto económico positivo de $20 mil millones. 


Para lograrlo, se propusieron ayudar a los compradores y a los vendedores a implementar un modelo de recommerce que, por los datos que exponen en dicho informe, dan cuenta de que van a paso seguro:


  • El 90 % de todos los compradores se comprometieron con el re-commerce, y algunos países se involucraron a una tasa aún más alta (98 % en Francia).
  • El 56 % de todos los compradores, pero sobre todo ell 64 % de los compradores de la Generación Z, dijeron que la posibilidad de tener un ahorro financiero los motiva a participar en el re-commerce.
  • El re-commerce prospera sin importar el entorno macroeconómico: el 79% de los vendedores informan que sus ventas en eBay se mantuvieron igual o aumentaron en los últimos 6 meses. 
  • El 93% de los vendedores dijeron que la sostenibilidad era muy o algo importante para ellos en la venta de artículos usados. Esa motivación subió al puesto número dos, desde el año pasado, como el principal factor que impulsa a los vendedores y compradores a participar en el re-commerce.
  • Las generaciones más jóvenes también califican la sustentabilidad con el punto más alto por su nivel de relevancia: Millennials (39 %), Generación Z (36 %) y Boomers (26 %).


Pero eBay no es el único marketplace que se ocupa de esto, como lo mencioné al comienzo este modelo se está replicando en todos los marketplaces, así como también se están generando ecommerce dedicados al re-commerce.


El re-commerce en México

Según el mismo estudio de Statista que mencioné anteriormente, “El 50% de los consumidores mexicanos está dispuesto a comprar productos de segunda mano”, dando una gran señal de confianza, empoderamiento, capacidad e intencionalidad a este modelo. 

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Así mismo, el reporte agrega que la vertical moda encabeza la lista de categorías que conforman el mercado del re-commerce, en tanto que le siguen los aparatos electrónicos. Esto no es un dato menor, además de ser el país por debajo de Estados Unidos en cuanto a la intencionalidad de los consumidores y su participación como tales en el re-commerce.


De acuerdo a Circularity Gap Report 2022 el uso de materiales desechables se cuadriplicó en el mundo entero durante los últimos 50 años, superando el crecimiento de la población y pasando de un consumo de más de 28 mil toneladas en 1972 a 100 mil toneladas en 2019.


En México existe una gestión de residuos sólidos urbanos que es, hoy por hoy, lo que permite implementar una economía circular próspera, aún cuando generamos más de 102 mil toneladas de residuos, se recolecta un poco más del 80% y se reciclan sólo el 9,63%, según datos del 2017 aportados por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).


En tanto que en el año 2021, la Cámara de Senadores de nuestro país avanzó con la promulgación de la Ley General de Economía Circular, un claro guiño de seguimiento que convirtió en Ley lo establecido con anterioridad por 74 empresas mexicanas cuando en 2020 confeccionaron el Acuerdo Nacional para la nueva economía del plástico por el cual el sector industrial toma la iniciativa de incrementar del 10% al 20% el uso de material reciclado en envases y empaques hacia 2025, proyectando un 30% hacia 2030.


En resumidas cuentas, se pretende aplicar la metodología de las 6R que fundamenta la propuesta de la economía circular basada en múltiples sistemas de ciclos de vida de los productos.

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Fuente: INEGI - Midiendo la economía circular de México

De acuerdo a este planteo, poco a poco, la implementación de la economía circular incorporará un nuevo mindset en relación a la producción y reutilización de los productos, con el objetivo de eliminar la sobre producción, reducir el consumo energético innecesario y evitar las toneladas de deshechos que se acumulan a diario. 


El hecho de que los marketplaces estén colaborando con el modelo re-commerce, facilita que cada vez más consumidores hagan parte del fenómeno visualizando los beneficios económicos y medioambientales.


De alguna manera, se ha dado vuelta la tortilla, y es que aquello de que “es imposible tener una empresa eco-friendly” ya es vintage, mientras que ya no se enfoca la estrategia en ser “amigable” con el ecosistema, sino en hacer que el circuito comercial se integre con el lifestyle de las personas, mejorando su calidad de vida sin pagar más por ello, y sin resignar nada a cambio. 


Lo extremadamente positivo de esto es que sí, funciona, y que cada vez son más personas y más comercios los que posibilitan que el re-commerce esté en auge. 

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