El caballo de Ricardo III
Recuerdo que cuando era chico teníamos un ventilador que sufrió la improvisación mecánica y electrónica de mi papá. Mi papá, como reparador de ventiladores es buen albañil. Toda vez que reparaba un electrodoméstico sobraba una tuerca o un tornillo. Siempre decía “no me boten este tornillo” y lo colocaba en la base del ventilador. Misterio revelado. Esa es la razón por la cual siempre había un tornillo cerca del ventilador, por un “por si acaso”. Resulta que ese ventilador hacía más ruido que el fresco que daba. Entre las plagas, el calor y el ruido vivíamos trasnochados e insomnes.
Es sorprendente la función fundamental que cumple cada pieza colocada armoniosa e ingeniosamente en los equipos de función mecánica. Incluso hay funciones tan básicas que pasamos por alto o que simplemente ignoramos porque sencillamente es una cotidianidad para nosotros.
Pocos saben que el agujero en la tapa de los bolígrafos no solo sirve para calibrar la presión de la tinta y evitar que esta se derrame, sino también cumple una función que puede salvar vidas. Muchas personas tienen el hábito, ya sea por ansiedad o estrés, de morder objetos (stimming). En algunas oficinas no hay tapas de bolígrafos que se salven. Existe el riesgo de tragarse la tapa del bolígrafo. Pues bien, el agujero en esta tapa ayuda a que el aire circule evitando que la persona se ahogue y así se le pueda brindar los primeros auxilios.
Todo está estratégicamente diseñado y dispuesto. Todo cumple una función primordial. Que la desconozcamos no anula su funcionalidad.
En las organizaciones, toda la fuerza labor cumple un rol esencial. Todos cumplen una función vital dentro del sistema nervioso empresarial, y eso no solo hay que reconocerlo sino también respetarlo.
Por muy insignificante que parezcan las labores de alguien, estas juegan un papel de peso dentro de la operatividad corporativa: sin personal de seguridad la salvaguarda de la integridad física tanto del recurso humano como de los bienes de la institución solo sería una utopía. ¿Qué me dices del mensajero? Más que dirigir y planificar desde la alta esfera, existe un rol que hace posible que los trabajadores tengan su nivel de ingreso seguro: el del mensajero. El papel de este es entregar periódicamente documentos esenciales dentro de la interrelación e interconexión entre organizaciones que hacen posible la continuidad operacional. El mensajero lleva las facturas a los clientes para que el departamento de Cobranzas ejecute los cobros en el menor tiempo posible. Sin efectividad en las cobranzas honrar los compromisos se haría cuesta arriba.
Recomendado por LinkedIn
La señora que asea mi oficina se llama Pastora. Realmente poco sé de la vida de ella. Pero siempre le agradezco cada vez que me visita. Es muy respetuosa y amable. La Sra. Carmen es otra señora cuya actividad hace posible un ambiente agradable, armonioso y pulcro dentro de las instalaciones de la empresa. Siempre con una mirada inocente y una sonrisa afable. Mirtha, por su parte, siempre está dispuesta y presta a hacer de la organización una entidad por la que transitar sea una experiencia inolvidable.
Por cierto, ¡qué bonito suena el nombre de las personas en los labios de otras! Llámalas por su nombre y verás sonrisas en sus rostros.
Obviamente están los que hacen posible la generación de ingresos, están los que administran los ingresos que se generan. Están los que blindan a la empresa de las regulaciones gubernamentales y visitas de Hacienda. Están los que organizan y toman decisiones por el bien y la continuidad del negocio. Todos, como piezas de una orquesta o de un reloj, hacen posible la existencia de una organización que se abre paso frente a un mundo cambiante y que requiere una adaptación constante.
Este artículo está dedicado a todas aquellas personas cuya labor quizás para algunos pueda pasar inadvertida, pero es de capital importancia para todos los que hacemos vida en las organizaciones.
No hay pieza disfuncional, solo es que está colocada en la base del ventilador.