El camino hacia la plenitud
“La perfección no existe, sin embargo, la plenitud te permite llegar a ser.”
María Isabel Gutiérrez Niebla
Tradicionalmente el éxito se mal define en dos conceptos: dinero y poder. Muchas personas aún piensan que trabajar 24/7, dormir menos y hacer más es el camino seguro hacia el éxito. La sociedad ha construido un concepto en el que estar exhausto es sinónimo de “haberlo logrado”. En teoría las Personas exitosas tienen devoción a su profesión, se desvelan trabajando, sacrifican fines de semana, a su familia y su felicidad. Especialmente en esta era digital, las Personas tienden a conectarse mas nunca desconectarse; el trabajo domina cada aspecto de la vida y, en una falsa creencia, define a la Persona.
Desde hace algunos años, y con “la nueva normalidad” se ha acentuado el planear los días a partir de recargar los dispositivos, pero rara vez se hace pensando en “recargar a la Persona”; increíblemente se presta más atención al Smartphone que al ser humano.
Al actuar pensando en las pertenencias hay quien logra riqueza y poder, pero ¿Realmente están alcanzando el éxito? Se tienen cerca de 27,000 días de vida, 900 meses para capitalizarse como Persona y lograr ser. Cuando una Persona fallece, poco importa su perfil de LinkedIn, sus experiencias, sus logros, su riqueza y su poder; se ha construido la falsa creencia que entre más se hace, más se desarrolla. Esta idea podría funcionar a corto plazo, sin embargo, pensando a la larga, el camino de la sobrecarga limita las posibilidades para alcanzar una vida plena.
La plenitud es un momento en donde se culminan las intenciones y los esfuerzos, logrando una paz interior que permite disfrutar.
El ser humano al disfrutar sintetiza elementos como consecuencia de tener una vida plena, se pueden mencionar:
Serotonina: controla emociones y estado de ánimo, permite tener el sentimiento saciedad y balance. Se le conoce como el químico feliz, ya que contribuye al bienestar y la felicidad.
Dopamina: permite las sensaciones placenteras y de relajación, motivando el logro de metas y recompensas, brinda sentimientos positivos como la satisfacción, el control de emociones fuertes, la creatividad y la memoria.
Oxitocina: facilita la interacción de relaciones interpersonales basadas en confianza, empatía y en la simpatía.
Endorfinas: se liberan como respuesta favorable a acciones llevadas más allá del nivel normal, ayudan a aliviar ansiedad, a mantener el ritmo y son benéficas ya que apoyan los momentos demandantes.
Las Personas se energizan a través de las endorfinas, se motivan por la dopamina, y el trabajo en equipo se construye a través del sentido de pertenencia (oxitocina). Como todo en la vida ofrecen aspectos favorables y desfavorables; está en el ser humano canalizar esfuerzos con el fin de llevarlo al bien estar y al bien ser.
En la vida diaria cuando se somete a presiones de carácter no favorable el cuerpo genera cortisol (estrés negativo y ansiedad) el cual inhibe la oxitocina y reduce la capacidad de empatía de la Persona, lo que dificulta la interacción humana.
Después de revisar analizar lo anteriormente expuesto ¿Qué acciones y actividades son necesarias adecuar para enfocar la vida hacia la plenitud?