El Castigo Escolar: Una Mirada a su Evolución y Desafíos Actuales

El Castigo Escolar: Una Mirada a su Evolución y Desafíos Actuales

La disciplina escolar ha sido una pieza fundamental en la formación integral de los estudiantes desde los primeros intentos de implementar la educación en Chile durante la Colonia y la República. Las prácticas disciplinarias han variado desde castigos físicos y psicológicos severos hasta métodos más humanizados y preventivos. Sin embargo, es crucial recordar nuestro pasado de maltrato a los estudiantes, cuestionando los tratos y formas de ejercer la autoridad en el aula, y cómo esto nos llevó a la protección y resguardo de los derechos de los estudiantes.

Evolución Histórica de la Disciplina Escolar:

En los archivos del Museo Pedagógico, en la sección de disciplina escolar , se documenta cómo durante la Colonia y la República, la disciplina y el orden implicaban el uso de castigos físicos y psicológicos. La formación de hábitos, el respeto a los demás y el acatamiento de normas eran componentes esenciales de la educación, reforzados por métodos disciplinarios estrictos.

Durante este período, los castigos corporales, como el uso de chicotes, guantes y palmetas, eran comunes. Los alumnos podían ser humillados públicamente con bonetes y motes ridículos. A finales del siglo XIX, educadores como Claudio Matte comenzaron a moderar y suprimir estos castigos, promoviendo en cambio la educación cívica y moral, y prácticas más humanizadas.

El reglamento de 1883 mencionaba castigos permitidos como la privación del recreo y la comunicación a los padres, reflejando un cambio hacia métodos menos violentos. Sin embargo, los castigos corporales continuaron en algunas formas hasta bien entrado el siglo XX.

Persistencia del Castigo en el Siglo XX y XXI:

Un estudio realizado en 1983 en la comuna de Conchalí, publicado en una revista del Ministerio de Educación, reveló que los inspectores escolares aún se sentían presionados por los docentes para administrar castigos duros. Estos castigos, aunque inmediatos en su efecto, tenían consecuencias negativas a largo plazo, como reacciones emocionales adversas y el rechazo a la institución escolar.

La Situación Actual y el Manual de Convivencia Escolar:

En la actualidad, el Manual de Convivencia Escolar establece procedimientos detallados para la evaluación de faltas y la aplicación de sanciones, buscando evitar arbitrariedades. La disciplina escolar ha evolucionado hacia un enfoque más preventivo y educativo, enfatizando la importancia de la mediación y el diálogo.

Las recomendaciones de organismos internacionales como UNICEF y UNESCO han influido positivamente en las políticas educativas chilenas, promoviendo ambientes escolares seguros y libres de violencia. La implementación de leyes contra la violencia escolar y manuales de prevención del bullying reflejan estos avances.

Nuevas Instituciones de Protección de Derechos Estudiantiles:

En Chile, se han creado nuevas instituciones dedicadas a resguardar los derechos de los estudiantes. La Superintendencia de Educación y la Defensoría de la Niñez son dos ejemplos destacados. La Superintendencia de Educación supervisa y fiscaliza el cumplimiento de las normativas escolares, asegurando que se respeten los derechos de los estudiantes. La Defensoría de la Niñez, por su parte, promueve y protege los derechos de los niños y adolescentes, interviniendo en casos de vulneración y promoviendo políticas públicas que favorezcan su bienestar.

Reflexión sobre la Autoridad en el Aula:

Hoy en día, el tema de la autoridad en el aula y la aplicación de sanciones es crucial. Los docentes a menudo sienten que han perdido la autoridad y que es necesario recuperarla. Sin embargo, debemos preguntarnos: ¿Qué tipo de autoridad debemos recuperar? Nuestro pasado de castigo escolar es una pesada mochila que debemos cargar, y es esencial que aprendamos de él para no repetir los mismos errores.

La convivencia escolar se basa en el respeto mutuo, la comprensión y la mediación de conflictos de manera constructiva. La autoridad en el aula debe ser recuperada, pero de una manera que promueva un ambiente seguro y respetuoso para todos los estudiantes, alejándose de métodos punitivos y adoptando enfoques más restaurativos y educativos.

La evolución de la disciplina escolar en Chile refleja un cambio significativo desde los castigos físicos y humillantes hacia métodos más humanizados y preventivos. Sin embargo, el desafío continúa, y es responsabilidad de toda la comunidad educativa seguir trabajando para erradicar completamente cualquier forma de castigo y violencia en nuestras escuelas, construyendo un entorno educativo más justo y respetuoso.

Es crucial que los docentes y la comunidad educativa recuerden nuestro pasado, cuestionen las formas de ejercer la autoridad y trabajen juntos para establecer un sistema educativo que priorice el bienestar emocional y psicológico de los estudiantes. La autoridad en el aula debe ser una que fomente el respeto, la comprensión y la convivencia pacífica.

Muy interesante publicación. Solo comentar algunas premisas, - Para que haga efecto la disciplina en la escuela, liceos, deben haber algunos consensos colectivos. - El alumno debe tener conciencia, deber internalizar el por qué se le aplica una medida disciplinaria y estar de acuerdo con ello. - Debe aceptar que se equivocó, y que merece una sanción por el daño, falta, o aprobio ocacionado a otra u otro compañero, Docente, cualquier persona que haya sido afectado. - Debe haber arrepentimiento manifiesto por un actuar vehemente, rabioso, airoso, grosero, violento, irreflexivo, etc. - recordar que son personas en formación en determinada manera o forma como lo indica la filosofía del proyecto educativo del colegio. Recuerden que antes se consideraba que niño en su comportamiento en forma diferente. Con otros valores. Con otras concepciones y para otras situaciones muy diferentes a las nuestras.

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