El confort es para el W.C.
Hay un local en Providencia que se llama Yokono, donde sirven unos Gohan acevichados que son un canto a la dicha del señor como diría mi gran amigo Rafael. Estaba ahí esperando mi pedido mientras en la TV gente que no recuerdo trataba de convencer a Messi de que no se retirara de la selección, de que es imposible ganar algo si no está el astro del Barcelona, que esto es una verdadera crisis.
Más allá de la farándula, quiero ahondar en cómo enfrentamos estas supuestas crisis o cómo creemos que las crisis nos afectan. Cómo le hacemos literalmente el quite a los cambios. Creemos que somos seres frágiles y por lo mismo ponemos barreras que nos mantienen en una zona de confort que ya sabemos como es.
Lea estas frases y encuentre la suya:
- “Yo siempre he sido de una sola línea”
- “Me conociste así, así que ahora no te quejes”
- “Antes muerto que dar mi brazo a torcer”
- “Los de derecha tienen la razón”
- “Los de izquierda tienen la verdad”
- “Yo estoy fuera del sistema”
- “Los argentinos son lo peor”
- “Los peruanos son lo peor”
- “Soy ultra porfiado, pero eso me ha ayudado en el trabajo”
- “Mi mamá me dio tanto en la vida que yo ahora lo doy todo por ella”
- “Ah no, Reggaeton no bailo ni a palos”
- “No me gusta conocer gente”
- “No eres mi tipo”
Podría seguir recreando miles y miles de ideas que tenemos metidas en nuestro disco duro, pero ninguna de ellas nos pertenece. Las aprendimos de nuestros padres, de la sociedad, del medio ambiente que nos rodea, por eso es fundamental encontrar la propia esencia, creer en los dictámenes del verdadero ser. El doctor Bach la tenía súper clara cuando decía que el único camino que debemos seguir es el de nuestra alma y consciencia superior, en amor y con libertad, esto es verdadera consecuencia. Recuerda esto siempre: Tú no eres lo que piensas, el que piensa es tu mente.
La mayoría de las enfermedades que el mundo hoy vive, es por el conflicto que hay entre la mente y el alma. Nos dedicamos a sufrir, a que el doctor elimine la angustia o la pena con una pastilla y no estamos mirando la causa, nos fijamos más en el creer que en el ser, no miramos para adentro.
Y si bien no tengo la respuesta a estas interrogantes, creo que la clave está en fluir, en navegar tranquilo a través de los cambios, tomarlo como parte de la vida y no estancarnos en creencias, porque lo que te estanca, te daña. Otra clave es echar raíces propias sobre la tierra, para que nuestro árbol interno crezca fuerte y sano, para que al final el fruto de nuestras ramas sea el más provechoso para que quien quiera tomarlo.
Sebastián Sepúlveda
Publicista / Terapeuta Floral
sepulveda.seba@gmail.com
Digital Marketing & Communication Specialist en Randstad Chile
8 añosMuy buena reflexión Sebastian, coincido plenamente en la idea de fluir frente a los cambios. ¡Saludos!