El dinero en tiempos de regalos

Hoy llego con un regalo que quizá te ayude a afrontar mejor las fiestas de fin de año: vamos a hablar de dinero. Y para ello te quiero presentar a Bright Dickson, profesora y estudiante de psicología positiva (una rama de la psicología que estudia las fortalezas y virtudes humanas para mejorar el bienestar y la calidad de vida) cuyo enfoque parte de una constatación: la forma en la que nos relacionamos con el dinero tiene un vínculo directo en nuestros niveles de stress y, por ende, en nuestra felicidad.

La reflexión de Dickson, quien tiene un podcast que combina dos temas de los que no hablamos mucho: tener confianza financiera y vivir feliz, llegaba a propósito de las fiestas de fin de año, cuando la presión por gastar es casi inmanejable debido a la expectativa social en torno a lo que significa ser felices y hacer felices a quienes amamos.

“Tenemos sentimientos sobre el dinero, sentimientos sobre cómo nos sentimos respecto del dinero y sentimientos sobre los sentimientos que nos generan esos sentimientos”, explicaba, y aunque suena algo enredado, refleja el estrés que puede llegar a tener sobre nosotros la forma en que usamos el dinero. Por eso, te dejo aquí una pauta que me pareció mágica a la hora de tomar decisiones inteligentes sobre cómo y cuánto gastar:

“Una de las cosas a tener presente durante decisiones de gasto es no solo pensar en cómo queremos que la otra persona se sienta, sino cómo quiero yo sentirme con mi regalo…La alegría que me genera ese regalo vs el dinero que gasté para comprarlo ¿vale la pena?” Y claro, una pregunta que ayuda a cerrar este análisis: ¿Cómo me quiero sentir al final de la temporada?

En otras palabras, ¿las compras que estoy haciendo hoy me dejarán tranquila en el corto plazo o desatarán mi ansiedad?

Me encantó su mirada que no solo planteaba el consejo de ponerse un presupuesto de compras, sino de ponerse esa meta a partir de cómo queremos sentirnos con el dinero que gastamos. Dickson propone hacernos un plan, una estrategia a partir del resultado que esperas y, una vez que lo decidas, prepararte para vivir con las consecuencias de tu decisión, sea tu elección tan diversa como reventar la tarjeta de crédito, hacer regalos solo a niños o no hacerlo.

¿Cómo proteger tu estrategia? Pues entre otras formas, rodeándote de personas que te permitan mantenerla, hablando con tu entorno familiar y de amigos sobre tus decisiones previas, pensando en el largo plazo, y “saliendo de la caja” al pensar en muchas formas diversas agradecer y hacer felices a los otros. ¿Algunas ideas? Desde hacer galletas y manualidades, hasta diseñar experiencias que nos reconecten con los otros. Y es que, cuando gestionamos la presión, nuestra mente se libera para vivir el momento y eso nos permite sentirnos bien.

Y aquí lo dejo, invitándote a pensar en tu relación con el dinero y en cómo quieres sentirte a mediados de enero, cuando pasen las fiestas y lleguen las cuentas.😉