El Dinero: ¿el por qué de su transformación?

La banca desde su nacimiento siempre ha tenido el monopolio de prestar servicios y diseñar productos financieros, y su historia está muy relacionada con el dinero. Pues son agentes cuyo objetivo es servir de intermediarios entre los excedentes de valores y quienes suelen necesitarlos. Es un modelo de negocio antiguo y permanente en el tiempo, solo que los últimos años con el alcance de la tecnología, el flujo de información, las comisiones que cobran por sus servicios y manejo poco transparente en algunos mercados se han colocado bajo la lupa de innovadores y transformadores

La banca y los gobiernos se hicieron acreedores del principal producto que el sector maneja: el dinero. Y todo lo relacionado con él se hizo universalmente aceptado, sólo en los últimos años ha circulado mayor información que nos permite entender este valor. Pensábamos, o al menos ese era mí caso que el dinero era un concepto único sin apellidos ni agregados.

En las escuelas de economía enseñaban a entender el dinero y la moneda, la moneda es dinero de curso legal emitido por las instituciones oficiales de un país, generalmente por un banco central respaldadas por algún valor (anteriormente el oro u otra divisa). Y las divisas son monedas utilizadas por un país ajeno a su lugar de origen. Allí es donde entramos en un círculo de respaldos donde llegamos a determinar que algunas monedas no tienen certeza de su valor. Comenzamos a hablar del dinero fíat o dinero por decreto, tiene ese nombre porque existe por orden de la autoridad que gobierna. No se puede cambiar por oro o plata. El dinero fíat es el único que existe en el mundo desde 1971 cuando Estados Unidos rompió el patrón oro. El presidente Richard Nixon tomó la decisión el 15 de agosto de 1971 de acabar con la convertibilidad del dólar, lo que puso fin a la época del patrón oro a nivel mundial. Desde ese momento el dinero dejó de ser fiduciario (dinero con respaldo, es decir, el que representa un valor atesorado por el Gobierno que lo imprime) y pasó a ser dinero fiat (dinero sin respaldo tangible, tan solo tiene un valor atribuido por convenio o confianza). Y se le dieron cuatro funciones a cumplir: ser medida de valor, instrumento de intercambio, medio de pago y reserva de riqueza. Todo este cambio en el orden mundial afecto principalmente a las monedas o divisas, de los países cuyas economías han gozado de desarrollo. En la actualidad las más resaltantes son el dólar, el euro, el yen, entre muchas otras. Este esquema no ha sido aplicado por todos los países ya que sus monedas entran dentro de la categoría de dinero fiduciario respaldado en dinero fiat. Todo esto basado en la confianza de las personas en los gobernantes de los Estados emisores del dinero. Con el paso del tiempo esta confianza ha venido siendo golpeada tanto por los gobiernos como por las acciones de la banca. Y motivó al estudio profundo de todo este entramado de sistema para evolucionar a lo que desde hace diez años comenzando a hablar: las criptomonedas.

Primero vamos a entender un concepto que la tecnología ingreso desde hace muchos años a la banca, hablemos del dinero digital. Este es cualquier medio de intercambio monetario que se haga por un medio electrónico. Prácticamente todo el dinero del mundo es digital, ya que el efectivo solo representa aproximadamente el 8% del dinero en circulación. Y también tenemos el dinero virtual, es aquel que no existe más que en su formato digital. Es decir de él no tenemos un efectivo físico de intercambio, en videojuegos existen divisas con la que se pueden comprar objetos. Este dinero que se usa dentro del juego es virtual. Ya tenemos dos conceptos, totalmente diferentes y no llegamos a definir aún ¿qué es una criptomoneda?

Las criptomonedas son un tipo de moneda virtual que no tienen un emisor concreto, que están protegidas por criptografía y que en principio están amparadas por una comprobación de sus usuarios masiva y distribuida. Las criptomonedas son dinero virtual y digital pero al contrario que otras monedas virtuales, no tienen un control centralizado (gobiernos y/o banca), sino que está distribuido y basado en criptografía para evitar la manipulación de alguno de sus miembros. Su valor se basa en la confianza de sus usuarios, y cumplen con las cuatro funciones antes nombradas del dinero fiat. Es una novedad de que hemos venido escuchando desde hace diez años y cada día más personas se van sumando a su estudio y uso. Y un reto para la banca y los gobiernos pues dejan de poseer el control total sobre el dinero con las consecuencias que trae no poder accionar sobre este valor. Sin dejar de un lado la amplia responsabilidad que han tenido en su uso y manipulación. 

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