El "truco" tras las cuotas "bajísimas" en la compra de vehículos: lo que no te dicen sobre los pagos a 36 o 48 meses
La compra de un vehículo nuevo es, para muchas personas, uno de los mayores compromisos financieros que asumirán en su vida. Los concesionarios y entidades financieras han desarrollado estrategias cada vez más sofisticadas para atraer a los compradores, y una de las más comunes es la oferta de una cuota mensual "bajísima" en plazos que van de 36 a 48 meses. Pero lo que parece un trato ventajoso a simple vista, puede esconder una trampa financiera disfrazada de comodidad. A continuación, desentrañamos el verdadero costo de estos esquemas de financiación y cómo las cuotas "bajas" pueden engañar a los compradores.
La estructura del contrato: ¿Qué pagas realmente?
Cuando se publicitan vehículos nuevos con cuotas mensuales extremadamente bajas, lo que no se destaca con claridad es que, durante el periodo del préstamo (que puede ser de 36 o 48 meses), esos pagos no están destinados a reducir el monto del capital adeudado, sino que están dedicados casi exclusivamente al pago de intereses. Este tipo de contrato, conocido como préstamo con "periodo de carencia", tiene una particularidad: no se amortiza el principal hasta el final del plazo del préstamo, o en muchos casos, jamás se hace si el comprador no puede o no quiere afrontar el pago final.
¿Cómo funciona?
Este tipo de financiamiento funciona en tres partes clave:
1. Entrada o pago inicial: El primer pago que realizas no es para cubrir parte del precio del vehículo, sino para cubrir la diferencia entre el valor del vehículo nuevo y el valor residual (el valor que se espera que tenga al final del contrato). Este valor residual es una estimación del valor del coche cuando termine el plazo del contrato, generalmente basado en la depreciación esperada.
2. Cuotas mensuales bajas: Durante los 36 o 48 meses de financiamiento, las cuotas que pagas no amortizan el principal del préstamo (el valor del vehículo que aún no has pagado), sino que se destinan únicamente a pagar los intereses sobre el préstamo. Es decir, tu deuda no se reduce con esos pagos, solo pagas el costo de tener acceso al crédito.
3. El pago final: Al terminar el contrato, te enfrentas a un "pago globo" o valor residual, que puede ser una cantidad considerable, dependiendo del valor que el vehículo haya perdido en el tiempo. En ese momento tienes tres opciones: pagar el valor residual en un solo pago, refinanciar ese monto con un nuevo préstamo (y seguir pagando intereses), o devolver el vehículo, muchas veces perdiendo todo lo que ya pagaste en el proceso.
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¿Dónde está el truco?
La clave del engaño está en que el esquema de financiación se presenta como una opción accesible gracias a las cuotas mensuales bajas, pero el comprador rara vez comprende que al finalizar los 36 o 48 meses, sigue debiendo prácticamente todo el valor del automóvil. Durante el periodo del préstamo, pagaste intereses, pero no hiciste avances significativos en la propiedad del vehículo.
- Valor residual: Este es el monto que se calcula que el vehículo valdrá al final del contrato. En muchos casos, este valor residual es alto, y el comprador se enfrenta a un pago final que, si no puede cubrir, le obliga a refinanciar o devolver el vehículo, perdiendo todo lo que ya ha pagado.
- Intereses prolongados: Aunque la cuota mensual es baja, si haces el cálculo de los intereses acumulados, te darás cuenta de que terminas pagando mucho más por el vehículo de lo que pagarías con un financiamiento tradicional. Incluso podrías terminar debiendo más de lo que realmente vale el vehículo al finalizar el contrato.
- Depreciación del vehículo: Los coches, especialmente los nuevos, tienden a perder valor rápidamente. En un escenario de préstamo con cuotas bajas y valor residual elevado, es probable que el coche tenga un valor menor al esperado al final del contrato, lo que deja al comprador en una situación financiera difícil, especialmente si decide quedarse con el vehículo.
Las alternativas: ¿Qué deberías hacer?
Antes de firmar un contrato de financiamiento con cuotas bajas, es crucial que entiendas todos los términos y las implicaciones a largo plazo. Algunas alternativas que podrías considerar incluyen:
- Financiamiento tradicional: A pesar de que las cuotas iniciales pueden ser más altas, en un préstamo tradicional estarás pagando tanto intereses como el capital del vehículo. Esto significa que tu deuda disminuirá con cada pago y, al final del plazo, serás dueño total del coche sin enfrentar pagos residuales sorpresivos.
- Ahorro para una mayor entrada: Si puedes ahorrar una mayor cantidad para el pago inicial, es probable que necesites financiar menos y, por lo tanto, los intereses acumulados serán menores.
- Arrendamiento: Si no te importa no ser propietario del vehículo al final del contrato, puedes considerar un leasing o arrendamiento. Aunque todavía tendrás pagos mensuales y un valor residual, los términos suelen ser más claros, y al final puedes optar por devolver el vehículo sin compromiso de compra.
Conclusión
Los contratos de financiamiento con cuotas mensuales extremadamente bajas para la compra de vehículos pueden parecer una oferta atractiva, pero a menudo enmascaran una realidad financiera muy diferente. El hecho de que no se esté amortizando el principal del préstamo durante el periodo de 36 o 48 meses significa que, al final del contrato, te enfrentas a una deuda considerable. Es esencial leer la letra pequeña, hacer las cuentas y, si es posible, buscar asesoría financiera antes de comprometerte con un esquema que podría poner en riesgo tu estabilidad económica a largo plazo.
Controller / CFO / SOX Officer / Interim Manager / Mentor
2 mesesAquí tenéis un ejemplo (al azar, el primero que encontré en Google) de hoy... mirad la letra pequeña...