El equilibrio entre aprendizaje y desempeño
Seamos honestos, si las organizaciones hubieran reconocido el valor del aprendizaje continuo, habrían adaptado su mentalidad y estrategia. Si se hubieran hecho los deberes, ahora no estaríamos hablando de la gran necesidad de “reskilling” de sus profesionales.
Si el aprendizaje continuo fuera parte de la cultura corporativa, los ejecutivos podrían confiar en la capacidad de competir de su empresa aunque cambien las fuerzas del mercado. Si el aprendizaje estuviera en la agenda de los jefes, pondrían medios y confiarían en la habilidad de los empleados para adquirir los conocimientos y habilidades necesarias para seguir aportando valor añadido en un entorno laboral cambiante.
Transformar la estrategia de los Departamentos de Formación y Desarrollo para apoyar el desarrollo rápido y continuo de conocimientos y habilidades, necesita de muchas herramientas y tácticas: IA, data, personalización, microlearning, coaching, tecnología inmersiva… Pero como siempre la mentalidad con la que se aborde el reto de adquirir estas nuevas habilidades, es mucho más importante que contenidos y tecnología.
Para ello, primero debemos ayudar a todos los profesionales y departamentos de la empresa a repensar el concepto de aprendizaje en el trabajo. El desempeño y el aprendizaje en el puesto de trabajo hoy, requieren equilibrio.
Hay que dar respuesta a las prioridades inmediatas del negocio y asegurarse de que los equipos están listos para actuar HOY. Pero simultáneamente hay que dar apoyo y oportunidades para que cada empleado adquiera los conocimientos y habilidades que necesitará MAÑANA. Este tipo de habilidades no se aprenden en un curso de dos horas o en módulo de elearning de 30 minutos, requieren aprendizaje continuo, práctica y orientación. Suponen tanto esfuerzo y dedicación como cualquier otra tarea del puesto de trabajo. Además estas habilidades han de desarrollarse a la vez que se cumple con las prioridades del negocio.
El reto para los Departamentos de Formación y Desarrollo esta en reinventarse para ayudar a cada área a encontrar su propio equilibrio entre performance y desarrollo. Es una buena oportunidad de aportar valor al negocio y ayudar a los profesionales a afrontar con éxito sus cometidos.
¿Estamos preparados para liderar el cambio y ayudar a nuestros colegas a encontrar el difícil equilibrio entre hacer y aprender?
Directora RRHH y Mentora de profesionales de RRHH ✻ INTERIM ✦ Inspirando profesionales a ser felices y extraordinarios
4 añosGracias Coloma Canals por compartir tan sinceramente tu punto de vista. La responsabilidad de la Formación y el Desarrollo debe ser menos de estos departamentos y mucho más de los managers y de los propios empleados.
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4 añosColoma, me quito el sombrero, sobre lo que acabo de leer. Me encanta lo que he leido y llevo pensando muchos años, pero mi voz es "muda" ;) Te mando un abrazo
¡Muy bien visto el problema y bien explicada la solución! A ver si hacemos caso de tus sugerencias.
Socia directora en Ziggurat | Impartimos inglés, francés, alemán, italiano, portugués, chino, ruso, catalán y español | Más de 20 años enseñando idiomas a profesionales para crear relaciones en todo el mundo 🌍
4 añosGracias Coloma por las interesantes aportaciones que haces en este artículo, donde pones en valor el papel de la formación al servicio de las personas y de las organizaciones. Me quedo con 3 ideas: 1. La mentalidad con la que se aborde el reto de adquirir estas nuevas habilidades, es mucho más importante que contenidos y tecnología. 2. Debemos ayudar a todos los profesionales y departamentos de la empresa a repensar el concepto de aprendizaje en el trabajo. 3. Este tipo de habilidades no se aprenden en un curso de dos horas o en módulo de elearning de 30 minutos, requieren aprendizaje continuo, práctica y orientación. Suponen tanto esfuerzo y dedicación como cualquier otra tarea del puesto de trabajo.