El factor humano y su influencia en la prevención de riesgos laborales
Una breve introducción
Cuando ocurre un accidente, siempre pensamos en cuál es el factor externo al trabajador que ha podido fallar o si ha sido una conjunción de factores igualmente externos al mismo y, en el caso de que no encontremos factores relevantes, achacamos la ocurrencia del suceso a la mala suerte o a la imprudencia del trabajador, etc. Por tanto, cuando llegamos a la conclusión de que la causa está en el trabajador, generalmente nuestro pensamiento es que no podemos hacer nada y que pasó porque tenía que pasar.
Igualmente, cuando se evalúan los riesgos laborales de una empresa, hacemos un análisis concienzudo de los equipos de trabajo que utiliza la misma, vemos sus sistemas de emergencia, sus sistemas de alimentación eléctrica, los riesgos psicosociales que se producen por la interacción entre personas, la correcta o no adaptación de los puestos de trabajo a las características físicas de las personas que los ocupan, si existe orden y limpieza, etc. Pero no se evalúan en ningún caso las características personales de los trabajadores que ocupan cada puesto de trabajo.
Cuando seleccionamos personal para nuestra empresa, exigimos una serie de requisitos académicos o conocimientos teóricos, de experiencia profesional, etc. Pero nunca estudiamos si en esa persona, y especialmente si nos encontramos en puestos donde existe cierta peligrosidad, se dan las características personales adecuadas para desempeño del puesto y nos olvidamos de que en esas características también radican posibles factores de riesgo. Y cuando ocurre el accidente y no tenemos causa clara o es achacable al trabajador, pensamos…cómo ha podido pasar…con la experiencia que tenía…qué mala suerte… y solemos auto justificarnos de que hemos hecho todo lo posible, lo que pone la normativa, etc.Pero, ¿es esto realmente así?, ¿hemos hecho todo lo posible?, ¿podemos actuar sobre las características personales del trabajador?
Las características personales psíquicas como factor de riesgo
Las características personales de los trabajadores y su posible no adecuación al puesto son son potenciales fuentes de siniestralidad que no se tienen en cuenta. Dentro de las características de las personas se encuentran las características físicas y las psíquicas.
En la actividad empresarial y en lo relativo a prevención de riesgos laborales, se suelen tener en cuenta las características físicas. A nadie se le ocurre, por ejemplo, poner a una persona con una importante discapacidad física en una pierna, que se mueve con una evidente dificultad y notable inestabilidad, en un andamio situado a 8 metros de altura. Las discapacidades físicas o inadecuaciones físicas a determinados puestos de trabajo se detectan rápidamente, en casi todos los casos a simple vista.
Pero con las psíquicas no ocurre lo mismo. Son más difíciles de detectar, hace falta un estudio profesional al que solemos oponernos pues, frecuentemente pensamos, raya lo subjetivo y, además, todos nos atrevemos a opinar al respecto aunque nuestros conocimientos sean mínimos o nulos en esta materia.
Por poner un ejemplo, ¿quién se plantea realizar un estudio de las características personales de los trabajadores cuando debemos nombrar trabajadores designados para la actividad preventiva, o recursos preventivos para un momento productivo puntual, o bien tenemos que designar a las personas que tienen actuar en caso de una situación de emergencia?
Imaginemos este último ejemplo. Hemos nombrado a Juan para que, en caso de emergencia, acuda a situarse en un punto concreto y, desde allí, oriente a las personas que deben evacuar el centro de trabajo o de pública concurrencia por dónde deben hacerlo. En el momento de activarse el protocolo de emergencia, Juan es presa de un ataque de pánico y, o sale despavorido o sufre un bloqueo que le impide realizar la función que tenía asignada y deja el resultado de la situación de emergencia más al azar de lo que debería.
Pues estas características psíquicas nos hacen a cada persona distinta y, por tanto, a cada trabajador también y, como hemos podido comprobar, son fuente de riesgos laborales.
¿Somos todos igual de imprudentes? ¿Lo somos en las mismas condiciones? ¿Toleramos todos de igual modo el estrés? ¿Qué situaciones son las que nos provocan estrés a cada uno de nosotros? ¿Soy tendiente a cumplir normas? ¿Por el simple hecho de cumplirlas? ¿Me tienen que convencer para asumir unas normas? ¿Soy una persona proactiva en mi grupo de trabajo para que se cumplan las normas de prevención? ¿Existen equipos de trabajo en los que es más probable, por las características personales de los trabajadores que puedan provocar situaciones de estrés laboral?
También el estado de ánimo de los trabajadores puede ser causa de despistes con consecuencia de accidente, o de desmotivación para atender las normas de seguridad. ¿Qué le pasa últimamente a Jorge que está en las nubes?
Por ejemplo, si Jorge tiene un alto grado de neuroticismo o inestabilidad emocional, tenderá más fácilmente a verse afectado en su estado de ánimo por las situaciones de su entorno que otras personas, y por tanto a cambiar rutinas de trabajo habituales. En otros ejemplos, alguien con un alto grado de psicoticismo será menos consciente de las consecuencias de actuaciones arriesgadas, o las personas con un alto grado de curiosidad serán más proclives a aburrirse con las rutinas habituales y ensayarán otras nuevas, quizá poco recomendables desde un punto de vista de prevención de riesgos
Alguna pregunta similar podríamos hacernos en el ámbito psicosocial ¿Somos todos igual de vulnerables al acoso en el trabajo?
Así podríamos citar innumerables factores psíquicos que nos hacen diferentes a unas personas de otras, y que condicionan comportamientos individuales frente a la exposición al riesgo.
Las preguntas que nos podemos hacer en esta materia son infinitas, pero denotan con palmaria claridad que hay factores de riesgo que no estamos estudiando suponiendo que las personas actuamos casi de igual manera ante las mismas situaciones; nada más lejos de la realidad. En la misma situación, es sabido que dos personas pueden tener, con casi totalidad certeza, reacciones completamente diferentes, incluso totalmente contrarias, también la misma persona en distintos momentos o en distintos contextos de relación psicosocial puede tener reacciones distintas.
¿Tiene soporte jurídico esta idea?
Esta idea no es algo nuevo que nazca como desarrollo de la prevención de riesgos laborales en nuestro país. Desde los comienzos de la actividad legislativa y complementaria a la misma se ven claros ejemplos en la normativa que ya tienen en cuenta la importancia de los factores y características personales en el desarrollo y aplicación de la prevención de riesgos laborales.
El resultado de una evaluación de riesgos debe servir para hacer un inventario de acciones, con el fin de diseñar, mantener o mejorar los controles de riesgos. Es necesario contar con un buen procedimiento para planificar la implantación de las medidas de control que sean precisas después de la evaluación de riesgos.
Los métodos de control deben escogerse teniendo en cuenta los siguientes principios:
a) Combatir los riesgos en su origen
b) Adaptar el trabajo a la persona, en particular en lo que respecta a la concepción de los puestos de trabajo, así como a la elección de los equipos y métodos de trabajo y de producción, con miras, en particular a atenuar el trabajo monótono y repetitivo y a reducir los efectos del mismo en la salud.
Es posible que pueda parecer, en algunos casos, una interpretación de la normativa ligeramente extremosa; pero si lo analizamos bajo el prisma de la existencia de características psíquicas humanas en un puesto inadecuado y que, por tanto, dichas características son fuente de riesgo, interpretaremos la normativa citada y alguna más en el sentido de que el legislador contemplaba esta idea y que tiene perfecta cabida en la normativa vigente.
Analizar las características psíquicas de las personas en materia de prevención de riesgos laborales exige la utilización de una herramienta potente en la que hayan participado especialistas en la aplicación de la prevención de riesgos laborales y especialistas en el análisis del comportamiento humano.
Una vez se disponga de una herramienta confiable que determine con precisión las características psíquicas de las personas en materia de prevención de riesgos relación a su puesto de trabajo, tendremos una información básica para complementar la evaluación de riesgos de nuestra empresa.
Y abordar este análisis, ¿qué ventajas y utilidades tiene?
Entre las distintas ventajas de abordar un análisis de las características psíquicas diferenciales de cada persona y su influencia en la prevención de riesgos laborales, podemos citar las siguientes de manera no exhaustiva:
- La formación a impartir a trabajadores, además de las medidas de cada puesto de trabajo, sería mucho más específica y concreta para cada trabajador.
- Influencia en la productividad (se evitan jornadas formativas generales que no serán de utilidad para gran parte de los asistentes) y en la disminución de los accidentes.
- En la CE existe alta sensibilidad a las situaciones de estrés en el trabajo, lo que hace especialmente útil el predecir el nivel de estrés en relación con el entorno de trabajo.
- Conocer las características personales psíquicas en relación al trabajo y a la prevención de riesgos laborales permitirá actuar sobre las mismas en la Planificación de la Actividad Preventiva mediante modificaciones en los puestos de trabajo o actividades formativas, con el consiguiente aporte de seguridad jurídica a la actividad preventiva de la empresa.
- Incluir la predicción de actitudes en prevención de riesgos laborales enriquecerá enormemente el proceso de selección de personal (ya sea para incorporaciones o para promociones de personal).
- Igualmente, para el proceso de nombramiento de personas con responsabilidades directas en materia de prevención de riesgos laborales (trabajadores designados, recursos preventivos o personas responsables de actuar ante medidas de emergencia, por ejemplo) es muy conveniente conocer o predecir cuál puede ser su modo de comportamiento ante las situaciones en las que su concurso resultará fundamental.
Si analizamos todas y cada una de estas ventajas, veremos que su influencia positiva en la aplicación práctica de la prevención de riesgos laborales puede resultar enorme, sin entrar en valorar aspectos que llevan de manera bastante clara a ventajas económicas a corto plazo.
¿Qué características se tienen que dar en la gestión preventiva de una empresa para plantearse abordar un proceso de análisis del factor humano que no se limite al aspecto psicosocial de relación entre personas?
Evidentemente, nos encontramos con una actividad preventiva que exige haber desarrollado una actividad preventiva intensa, haber reflexionado sobre la importancia de la misma y encontrarse plenamente convencido, a todo nivel de la empresa, de la integración de la prevención de riesgos laborales en la gestión de la empresa y, por tanto, haberla integrado plenamente.
Si nos atenemos a los niveles de aplicación de los modelos de gestión de seguridad y salud definidos por Parker en 2.006 (El camino de la gestión de la seguridad y salud), resultará imprescindible que nos encontremos con empresas que tengan un perfil Proactivo o Generativo.
Para definir las características concretas que nos darán una guía sobre la base de que se dispone para implementar los análisis citados también nos podemos basar en lo expuesto por Parker.
- Nivel PROACTIVO: La gestión en seguridad y salud se realiza mirando al futuro, existe implicación práctica de los trabajadores y los líderes se preocupan por esta materia. La organización se pregunta cómo mejorar antes del accidente, la información fluye mejor, se genera más confianza.
Algunas características:
- Se comprende la eficacia del programa preventivo y la necesidad de integración
- Sigue siendo algo complicado mostrar los beneficios de la prevención
- Se conocen, en la organización, las funciones de los responsables de prevención y existe cierta participación de todas las áreas aunque los responsables de prevención gozan de mucho protagonismo al efecto.
- Las medidas salen de los responsables de prevención pero, a veces, no son consensuados ni son objeto de seguimiento. Se ve la importancia de la delegación de funciones preventivas pero no se realiza de modo generalizado
- La evaluación del programa preventivo se basa en indicadores reactivos (accidentalidad, absentismo, incidencia…)
El índice de siniestralidad está en la media de la actividad económica
- Nivel GENERATIVO: Se consiguen estándares muy altos, los errores y fallos son usados para mejorar, se buscan los fallos antes de que ocurran, existe una transparencia total, no se oculta nada. El respeto por la salud de las personas está implícito en todas las decisiones. La prevención es la forma de trabajar. Se comienza a pensar en el concepto de Empresa Saludable.
Algunas características:
- Se entiende la prevención como una tarea interdisciplinar
- Plena integración de la Dirección y de las políticas preventivas en los procesos
- Los problemas se detectan en su inicio y por los responsables de área
- Trabajadores concientizados y participativos en los programas preventivos
- Las normas de prevención salen del consenso entre las áreas implicadas
- Aparecen indicadores de gestión como el índice de comportamiento seguro, nivel de competencia de los líderes, índice de problemas analizados y soluciones ejecutadas…
- El índice de siniestralidad es significativamente menor que el promedio de la actividad económica
Algunas Conclusiones
Con la intención de centrar las ideas fundamentales desarrolladas en esta información, podemos concluir lo siguiente:
- Las evaluaciones de riesgo que se están realizando actualmente no son del todo completas. No se están teniendo en cuenta las características personales psíquicas de cada trabajador.
- Dichas características psíquicas relacionadas con la prevención de riesgos laborales son un importante factor de riesgo, pues las personas somos diferentes en todo sentido y reaccionamos de manera distinta ante el entorno de trabajo y las situaciones de riesgo.
- Resulta básico el estudio de las características personales psíquicas relacionadas con la prevención de riesgos laborales en las personas que tienen algún tipo de responsabilidad en materia preventiva (trabajadores designados, recursos preventivos o personas encargadas de actuar en situaciones de emergencia, por ejemplo).
- La normativa jurídica actual en materia de prevención de riesgos laborales así como los textos de desarrollo e interpretación técnica dan cobertura a estos planteamientos.
- Independientemente de lo anterior, abordar estos análisis tendrá influencia clara sobre la productividad de la empresa, su seguridad jurídica y sobre una implantación adecuada e integral de la prevención en la empresa.
- Para abordar un proceso de análisis de estas características, es imprescindible que la empresa se encuentre en un grado alto de madurez en lo referido a la integración de la prevención de riesgos laborales en la gestión diaria de la empresa.
Profesora de FP (FOL), formadora en comunicación, comercio y marketing
9 mesesEs muy difícil, por no decir imposible, encontrar una técnica de evaluación psicológica que determine a ciencia cierta, cómo va a actuar una persona en un momento determinado, ya que como bien has indicado, la misma persona ante situaciones similares puede actuar de forma distinta en momentos diferentes. Es la grandeza del ser humano, no somos predecibles al 100%.