EL FUJIMORISMO EN SU LABERINTO
Una de las grandes interrogantes que se preguntan los analistas políticos en estos días es quién será el candidato presidencial de Fuerza Popular: ¿Alberto o Keiko? Incluso existirían encuestas confidenciales que habrían comparado ambos escenarios. En ambos casos, Fuerza Popular lidera las preferencias electorales, teniendo Keiko una ligera ventaja sobre su padre.
Nuestras fuentes revelan que existiría una fuerte corriente al interior del partido naranja que sostendría la necesidad de postular a Alberto como senador. El objetivo sería recuperar un supuesto “voto oculto” que daría mayor consistencia a la candidatura de su hija. No sería cierto que él sea el candidato presidencial. A lo sumo sería parte de la plancha presidencial, pero incluso esa hipótesis sería analizada al milímetro por los estrategas de campaña.
Lo cierto es que el fujimorismo estaría confiado en ser uno de los bolos fijos para pasar a una segunda vuelta electoral, considerando la enorme dispersión y fragmentación de los partidos de derecha, que no tienen raíces populares, así como la fragmentación de una izquierda que anda confundida en la elección de sus candidatos electorales. Los radicales de ambos lados permiten que la atomización del voto dé ventajas competitivas al fujimorismo para llegar a esa segunda vuelta en la cual tendrá que enfrentarse a su eterno enemigo político los últimos años: el anti fujimorismo.
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Pero el anti fujimorismo no ha logrado convertirse con los años en una fuerza política orgánica. Su única fortaleza es oponerse al fujimorismo. Y ese voto en negación pudo ser útil los últimos 30 años, pero no necesariamente tendría ese impacto en la elección que se viene, considerando que la mayor masa electoral serán jóvenes entre 18 y 38 años, para quienes la disputa de los años 90 no tendría el significado que tiene para quienes superamos los 50 años.
El fujimorismo se encuentra hoy encerrado en un laberinto del cual no sabe cómo salir. Quienes creen que volver al pasado, recuperando la narrativa de la reinserción económica y la derrota del terrorismo de Sendero Luminoso, es dar un paso hacia adelante, están equivocados. Los tiempos contemporáneos requieren una nueva narrativa que promueva una visión a futuro, que incluya un discurso global, sin duda, pero integrador hacia el mundo, no excluyente. Este es el reto que tiene por delante cualquier partido político que pretenda capturar el poder del Estado en adelante.
¿Será capaz Fuerza Popular de elaborar un discurso moderno, progresista, innovador y emprendedor que promueva libre competencia y libre mercado, cuestionando seriamente la vieja herencia mercantil que hoy se resiste a reconocer la nueva realidad social peruana? ¿Será capaz de concertar, conciliar y, por primera vez en su historia post Alberto, de aglutinar, reunir e incorporar a otras fuerzas que le permitan convertirse en una opción de derecha popular convergente y elegible, a la que no sea fácil oponerse por oponerse?
Asuntos Sociales. Minería, Petróleo, Gas, Energía e Infraestructura.
6 mesesLa misma postulación de Alberto Fujimori está en entre dicho por la ampliación de casos por los que podrá ser juzgado en Perú, luego que la justicia chilena así lo decidiera. Es una incógnita. Pero aspi fuese, no se ven elementos claros de un nuevo discurso, y menos de uno que impacte en ese más de 40% de electores jóvenes, quienes no piensan en antis, ni caviares, ni nada de eso; quieren trabajo y seguridad ante todo. Y éstos últimos elementos se extienden al resto de votantes, a los que sí puede considerarse como influenciados por el sentimiento "anti", puro. Por el contrario la desonfianza que genera éste y otrso partidos, pdrían catapultar el voto viciado a niveles inmanejables, para lso "ganadores" que pasen a segunda vuelta. Y así, gane quien gane, tendría un gobierno efímero, por carecer de respaldo político de ningún sector, y menos de las bases populares. habrá que ver qué pasa en las próximas semanas. No sea que Vizcarra, a pesar de toda la controversia que levanta, pueda postular, y reoriente el voto hacia él como imán.