El futuro de los profesionales en Ciencias Económicas
Muchos de nosotros nos formamos para tener una misma profesión y un mismo trabajo toda la vida. Tengo muy presente mi primer día de trabajo en Arthur Andersen, con solo 21 años y aún siendo estudiante. Nos recibió el socio principal y nos transmitió que nos íbamos a jubilar trabajando allí.
Sin embargo, tal como lo destaca Yuval Noah Harari, actualmente asistimos a la desaparición del concepto de un trabajo y una profesión para toda la vida.
Pensemos cómo nuestras profesiones, ya sea Contador Público, Licenciado en Economía, Licenciado en Administración o Actuario fueron mutando. Todos nosotros a lo largo de nuestras vidas, tendremos varias y múltiples profesiones que podrán tener o no el mismo nombre, pero que muy posiblemente cambien de raíz la naturaleza de lo que haremos día a día.
De igual modo, fuimos seteados pensando en estudiar a determinada edad, luego trabajar durante un largo período, para finalmente disfrutar de la vida una vez retirados. Ese modelo no existe más. Estamos transitando hacia una combinación en la que todo el tiempo estamos educándonos, trabajando y disfrutando. Y es, precisamente lo que piden cada vez más las nuevas generaciones: tener ese espacio de disfrute mientras desarrollan sus actividades laborales, lo que genera lógicas tensiones con las demás generaciones.
Según el Foro Económico Mundial, más de 1.000 millones de trabajos (1 cada 3) se transformarán en la próxima década. Asimismo, proyectan que para el 2027 se eliminarán 83 millones de puestos de trabajo y emergerán 67 millones de nuevas oportunidades. Eso significa que habrá un déficit de 16 millones de puestos laborales. El tema se agrava ya que los que mejores oportunidades tienen más demanda seguirán teniendo y los que menos, estarán mucho más limitados aún. La clave, por lo tanto, es cómo nos transformamos en aquellos talentos más buscados, más demandados.
Uno de los temas del momento es el surgimiento del ChatGPT. Ya hay estimaciones que 300 millones de puestos en todo el mundo (1 cada 10) podrían ser impactados de alguna manera por esta última ola de Inteligencia Artificial, que evoluciona a una velocidad impensada. Y nuevamente empieza a generarse esa idea de la “angustia de los robots”: una sensación interna que en algún momento el robot viene por nosotros y nos deja fuera del mercado laboral. Este fenómeno impacta en todas las industrias y profesiones. Un ejemplo ilustrativo es el de Amazon, que desde el 2012 hasta la actualidad sumó más de 500.000 robots. Aunque, asimismo, durante ese mismo período fue ampliando su planta de trabajadores en más de un millón 400 mil personas.
Hagamos un rápido racconto de las revoluciones tecnológicas que fuimos transitando: 1.0 (revolución industrial / mecanización) , 2.0 (automóvil / electrificación), 3.0 (automatización / computación) , 4.0 (nube, impresoras 3D, Inteligencia Artificial, blockchain, robótica; entre otras). Y como sigue en constante evolución ya hablamos de la X.0 (computación cuántica, productos inteligentes y conectados, de aprendizaje continuo, metaverso, ChatGPT, etc.). Todo ello demanda, más que nunca agilidad permanentene de cada uno de nosotros, esa flexibilidad cognitiva, la capacidad de adaptarnos rápidamente a las situaciones que van cambiando; repentización, cambio en velocidad.
El contexto de la digitalización es tal que ya no hay industria ni profesión que no esté atravesada por la transformación digital. Lo que era una revolución pasó a ser una normalidad. La digitalización ya no es una opción, es una función necesaria para sobrevivir.
¿Qué futuro nos depara como profesionales en Ciencias Económicas?
El futuro del profesional en Ciencias Económicas abarca un amplio espectro de oportunidades y desafíos debido a la constante evolución del entorno empresarial y económico. Todos los estudios y proyecciones lo remarcan: es un campo del conocimiento y el ejercicio profesional que seguirá siendo relevante, pero definitivamente cambiando el enfoque actual y muchas de las prácticas habituales.
Un reporte de la Universidad de Oxford estima los riesgos de cada profesión de ser automatizada y señala que la probabilidad de automatización de múltiples actividades que realizamos los profesionales en Ciencias Económicas son de:
Del mismo modo, el último informe del Foro Económico Mundial ubica a los oficinistas de contabilidad, registro del libros, sueldos y jornales, estadística, finanzas y seguros dentro de los 10 trabajos con mayor declinación en la demanda.
Claramente, podemos observar que para aquellos que sigan realizando actividades repetitivas y de bajo valor agregado la angustia de los robots se convertirá en una profesía autocumplida.
Recomendado por LinkedIn
Para poder enfrentarnos a este escenario, Gary A. Bolles, referente global del futuro del trabajo, nos sugiere que hay tres claves.
a. La mentalidad, cómo nos preparamos para lo que viene.
b. Las habilidades, que comprenden conocimientos, competencias y capacidades.
c. Qué conjunto de herramientas y tecnología manejamos.
A las tres claves mencionadas, deberíamos agregarle una cuarta fundamental: los valores. Nos podemos distinguir de un montón de profesiones por los valores que bregamos día a día: la integridad, la objetividad, la confiabilidad, compromiso con la excelencia, relevancia en el mercado global y el aprendizaje permanente.
Por su parte, el profesor Joseph Aoun, autor del libro Robot Proof ( A prueba de robots) propone que en el siglo XXI hay tres alfabetizaciones que todos debemos considerar: manejo de datos datos, abrazar las nuevas tecnologías y la conexión humana. Sugiere que los analfabetos del siglo XXI serán quienen desconozcan cualquiera de las tres áreas del conocimiento mencionadas. Pero hace hincapié en la tercera, que abarca áreas tan diferentes como comunicación, liderazgo, pensamiento crítico, resolución de problemas, colaboración, creatividad, innovación, pensamiento estratégico e influencia. Pensemos, ¿en cuántas universidades se nos prepara para adquirir estas capacidades? Un profesional que no esté alfabetizado en estos tres campos, es el analfabeto del nuevo mundo. Y eso es transversal a todas las profesiones.
Tal vez, una de las grandes dificultades que enfrentamos es la innumerable cantidad de veces utilizamos herramientas antiguas para nuevos problemas. Tenemos que abrirnos mentalmente para pensar qué tecnologías, qué herramientas tenemos disponibles para resolver los desafíos que se avecinan. Hacer una revolución de nuestras habilidades que combine lo mejor de nuestra capacidad humana, competencia técnica y destreza digital.
Los jóvenes profesionales relacionados a las Ciencias Económicas tienen hoy, más que nunca, posibilidad de empleo pleno y tienen la oportunidad de venderle al mundo sus servicios.
Sostenemos que la tecnología no nos va a reemplazar, nos va a potenciar. Se pueden automatizar tareas que hacemos, pero cada vez somos más importantes en el servicio que prestamos, nuestras ideas, nuestro asesoramiento, nuestro planeamiento. El enfoque es cada vez menos operativo y más estratégico. El rol clave que podemos cumplir en este nuevo mundo es el de ser asesores de confianza. Ser aquellos profesionales valorados por la confiabilidad de su palabra.
El profesional del mañana (o podemos decir el de hoy) es más relevante, estratégico y creativo que nunca. Es por eso que es necesario abrazar la tecnología, capitalizarla y adaptarse a las necesidades cambiantes. Pero también ampliar nuestras capacidades, aprender permanentemente y adaptarnos velozmente a las necesidades cambiantes.
Sin dudas, hay una infinidad de oportunidades, porque todas las tecnologías pueden estar a nuestro servicio, como un habilitador. Por lo tanto, más que preocuparnos por la emergencia de nuevas tecnologías en nuestras profesiones, deberíamos preocuparnos por no incorporar estas tecnologías a nuestras profesiones.
Tener mentalidad, habilidades y herramientas. Y también los valores que nos permitirán demostrar que estamos cada vez más vigentes y que somos más relevantes en el mundo actual y futuro.
Es el mismo ChatGPT que sintetiza la idea de la siguiente manera: en resumen, el futuro del profesional en Ciencias Económicas estará marcado por la tecnología, la sostenibilidad, la globalización y la adaptación a un entorno económico en constante cambio. La capacidad de adquirir nuevas habilidades, mantenerse actualizado con las tendencias emergentes y aplicar el conocimiento de manera innovadora será clave para tener éxito en este campo en evolución.
Socio en Marchese Grandi Meson y Asoc.
1 añoMuy buena nota, coincido en la mirada y en la posible solución que cambiará en el medio que la estemos implementando!
Contador Marketing
1 añoExcelente post, y totalmente de acuerdo
INNOVAR es ACTUAR - Ex-ante Innovation
1 añoMuy de acuerdo con lo que dices Alejandro Melamed y en sintonía, agrego que cómo profesionales debemos aprender y escuchar a los nuevos profesionales y no creer que la experiencia vale más de por sí sola. Hacen falta más equipos de trabajo con profesionales humanistas como sociólogos, antropólogos, psicólogos entre otros, para aprender a abordar todos los nuevos desafíos y la flexibilidad que debemos adoptar ante los cambios. Aprendizajes que no hemos tenido en nuestras casas de altos estudios.
Analista Senior Contable en La Nación | Ayudante de cátedra UBA
1 añoExcelente post!!! Coincido en cada concepto.