El Impacto de la inteligencia artificial en la gobernabilidad de un País.
El Término “inteligencia artificial” (IA) es conceptualizada como aquella tecnología que parece actuar como si fuera seres racionales en donde se emplea combinación de algoritmos, machine learning o sistemas de retroalimentación sensorial automatizadas, las tecnologías IA está diseñada para realizar funciones de aprendizaje, ejecutando un trabajo programado que proporciona considerables beneficios a la sociedad, tal es el ejemplo de las redes neuronales artificiales que apoyan en el diagnóstico de dolencias médicas y recomendaciones de tratamientos a pacientes con distintas tipos de enfermedades o el caso de asistentes virtuales que aprenden del comportamiento del usuario para recomendar actividades y seguimientos de sus obligaciones a sus tareas rutinarias.
Dentro de esta perspectiva existen autores quienes catalogan dos tipos de Inteligencia artificial por su dimensión de complejidad. El primer caso se denominada Inteligencia artificial débil refiriéndose a sistemas autónomos capaces de desarrollar tareas humanas sencillas como por ejemplo “razonamiento probabilísticos, comprensión del contexto o percepción visual” y se encuentra el segundo caso denominada Inteligencia artificial fuerte refiriéndose a sistemas autónomos con capacidades super-humanas, que emulan la complejidad de los seres humanos para pensar, aprender y desarrollar tareas compleja como es el ejemplo “ juicio ético, razonamiento simbólico o ideación”
Dentro del actual contexto político y a lo largo del mundo se está considerando con mayor relevancia la adherencia de la tecnología como un motor vital para la continuidad de la vida de las personas demográficamente establecidas en un País en donde se basa la convivencia social a través de las leyes, normas , estructuras y comportamientos ya establecidos, denominadas “políticas públicas socialmente relevantes”, pero que tal si dentro de cada gobierno tengamos como exoesqueleto a la inteligencia artificial y sea parte medular en la toma de decisiones o imaginarnos que alguna vez estos ordenadores inteligentes puedan postular y ganar una elección de un país, alcaldía o centro poblado (como el caso del Robot Michihito Matsuda en la alcaldía de Tama en Tokio) , se hablará entonces de “democracia” como la definición de un “sistema político que defiende la soberanía del pueblo y el derecho del pueblo a elegir y controlar a sus gobernantes” y se convirtiera entonces la “voluntad popular” en un ente abstracto que a través de algoritmos de inteligencia artificial tome decisiones “incluso si cumpliesen con eliminar las brechas de desigualdad y mejoras en la calidad de vida de las personas”, dándonos cuenta en ese mismo instante de haber creado otro tipo de gobierno, en el cual las personas reconocerán no ser capaces de gobernarse a sí mismas en el ámbito de grandes extensiones territoriales y demográficas , delegando así a una inteligencia artificial la toma de dichas decisiones colectivas de un País.
Como concepto general entendamos como base que las “políticas públicas” de un país se definen en la realización del pacto entre Estado y Sociedad, el cual tiene como objetivo final el beneficio de la sociedad, siendo las “políticas públicas” el conjunto de actividades de las instituciones de gobierno, actuando directamente o a través de agentes que influyen en la vida de los ciudadanos de un País.
Basado en esta definición existen hoy corrientes vinculadas con la inteligencia artificial denominadas “democracia artificial”, en donde se bautiza a un sistema llamado “senador avatar” (en un caso personalizado en nuestro País Perú lo llamaríamos “congresista avatar”), en el cual cada persona tiene este senador o congresista personalizado (software) como un agente de inteligencia artificial, que toma datos sobre tus hábitos de lectura, sobre tus interacciones en redes sociales, tu test de personalidad, tus inclinaciones políticas y partidarias, información que tú provees a este ente virtual para que te represente en cada ley y legislación que debes participar a votar como ciudadano de tu País, esta propuesta realizada por el físico chileno Cesar Hidalgo de la Universidad Católica de Chile docente del MIT no se encuentra tan lejos de una realidad que hoy la aplicamos día a día por citar ejemplos pensemos en un software (app) que desde tu teléfono móvil te guie a una ruta vial más óptima para dirigirte en un menor tiempo a tu centro de trabajo o una ruta vial corta de regreso a tu hogar con tu automóvil en donde a través de algoritmos de geolocalización te brinda dicha información u otro ejemplo tener tu propio agente de viaje virtual que te permite tomar la mejor oportunidad de compra en precio y fecha de tu Ticket de Viaje a la ciudad o país soñado de vacaciones o tener un software(app) que genere una lista aleatoria de tu música preferida o un software (App) que te recomienda libros en línea podemos de tu gusto literario, sin darte cuenta son patrones y comportamiento predispuesto de tu personalidad por la interacción con estos softwares que a través de algoritmos generarán datos y como resultado estas decisiones en tu día a día interactuando con la tecnología.
Otro ejemplo de Inteligencia Artificial vinculada a la gestión pública fue en el 2018 con el caso mencionado del Robot Michihito Matsuda cuando fue el candidato robóticos vs sus contendientes que eran personas como tu , como yo, el cual dio como resultado en las ánforas de sufragio que el Robot Michihito fue el tercer candidato más votado para ser alcalde municipal de Tama en la ciudad de Tokio en Japón, el Robot Michihito dentro de sus propuestas políticas se comprometía con los ciudadanos asegurándole desarrollar políticas imparciales y equilibradas, ello a través de la recopilación de datos que constantemente acumulará a través de su gestión y del historial de datos recopilado de sus antecesores en la alcaldía (estadísticas) , entre sus propuestas se encontraban:
* Capacidad de descubrir y analizar necesidades relevantes relacionadas con los ciudadanos y el territorio.
*Ayudar a planificar los recursos a utilizar, para solucionar estas necesidades y determinar estadísticamente si esto tendrá un efecto positivo o negativo.
* Llevar a cabo una asignación justa de los recursos basada en datos objetivos.
* Ofrecer un mayor y más equilibrado beneficio para toda la población.
* Mejorar el diálogo y la detección activa de los deseos de las personas, analizando cuidadosamente cuál será la mejor forma de llevarlos a cabo y si coinciden con los deseos de la población.
Pero veamos las infinidades de posibilidad que tendría el impacto de la inteligencia artificial en los gobiernos al integrar dispositivos y tecnología que permitan gestionar los datos que emanan de la ciudadanía , estos algoritmos incorporarían características diferenciadas en la gobernanza en las políticas públicas como por ejemplo que la transparencia de recepción de ayuda públicas, la denegación de un permiso carcelario a personas con un alto índice de reincidencia de delitos, la decisión de proporcionar una cobertura de un tratamiento médico en un sistema de salud público o las alternativas de las ruta de patrullaje en la ciudad debido a foco estratégicos debido a la delincuencia en las ciudades.
En otras palabras, la generalización de los algoritmos estaría generado un impacto directo a los principios básicos en el funcionamiento de nuestras instituciones democráticas (“Equidad”, “Igualdad”, “Justicia”, “Democracia”), si solamente analizamos el contexto actual, los algoritmos están adheridos a las transacciones económicas (compra venta de acciones, riesgos, entre otras), o en actividades organizativas (identificar fraude fiscal, fraude electoral, diagnóstico de enfermedades).
La UNESCO en un trabajo publicado en abril del 2020 “Recommendation on the Etichs of Artificial Intelligence” aconseja una aproximación practica para la adopción de la inteligencia artificial en el despliegue en los países donde recomienda fortalecer con la adopción de la IA los principios de “derechos humanos” , “inclusión social”, “autonomía”, “transparencia”, “responsabilidad social” , “rendición de cuentas”, “sostenibilidad” y “buen gobierno”, ello de la mano de impulsar un ecosistema para la IA, generando capacidades humanas y preparando al mercado laborar para una IA confiable en pos de la ciudadanos.
Estados Unidos uno de sus grandes impulsores de la integración de la IA en las políticas de estado, bajo el mandado de Barack Obama, John Paul Holdren consejero en cuestiones de ciencia y tecnología en el 2016 presento un informe denominado “Preparing for the future of artificial Intelligence” el cual uno de los objetivos principales era la de coordinar los aportes de la IA en la interinstitucionalidad, proporcionando asesoramiento técnico y normativo , así como supervisión en el desarrollo de la tecnología IA en la industria , la comunidad investigadora y el gobierno.
Esto conllevaba a que los departamentos y agencia federales de los Estados Unidos como por ejemplo departamento de Comercio, Defensa, Educación, Energía, Salud, Seguridad, Justicia, Trabajo, Transporte entre otras trabajen en conjunto para lograr importante hitos tecnológicos en el desarrollo de la inteligencia artificial para el aporte del Gobierno y brindar una mejor calidad de servicio al ciudadano americano.
Como predicen uno de los físicos teóricos “Los ordenadores superarán a los seres humanos gracias a la inteligencia artificial en los próximos 100 años, cuando ello suceda necesitamos asegurarnos que tengan los mismos objetivos que los seres humanos” (Stephen Hawking) , es por ello que en un futuro próximo los gobiernos tendrán en la inteligencia artificial un ente decisorio en políticas que serán parte fundamental del orden público, ya que el principio de la “democracia” como concepto “el dialogo” se quebrará debido a que la inteligencia artificial ejecutará políticas públicas basándose en datos a los cuales accede sin necesidad de dialogo y sin necesidad de entender los detalles particulares del ciudadano.
Es por ello de vital importancia desarrollar los límites a través de un código o estándares éticos en el cual permite el desarrollo de la inteligencia artificial orientado a los lineamientos de beneficios equilibrado para la sociedad y no para grupos o segmentos económicos como fue el caso de Cambridge Analytics en Estadas Unidos en donde fue manipulada la voluntad de los ciudadanos a través de las redes sociales, evidenciando un alto grado de deshonestidad en beneficio de actores políticos en base al uso tecnológico no autorizado de la información particular de millones de personas, pero también dándonos a conocer el gran potencial de influencia que tiene hoy la inteligencia artificial en articular los principios básicos de la democracia en un País.