El Liderazgo de Cuadros Políticos en el Sector Público: Un Desafío Constante

El Liderazgo de Cuadros Políticos en el Sector Público: Un Desafío Constante

Introducción

Con solo mirar y revisar datos del sector público argentino se puede observar de primera mano la complejidad de este ámbito. En las siguientes líneas comparto mis reflexiones sobre los desafíos que enfrenta el liderazgo de cuadros políticos en Argentina, y cómo entiendo que pueden superarse.

Uno de los principales desafíos radica en la cultura política que ha prevalecido en el país durante décadas. Los políticos han usado el otorgamiento de cargos públicos como una forma de fidelizar a sus militantes. Esto ha generado una situación en la que muchos empleados públicos ocupan sus puestos no por su capacidad o experiencia, sino por su lealtad a un partido o figura política.

Esta situación se ve agravada por la estabilidad laboral que goza la mayoría de los empleados públicos. Una vez que obtienen un cargo, es muy difícil que sean despedidos, incluso si no cumplen con sus funciones de manera adecuada. Esto “envalentona” a algunos empleados, que se sienten libres de actuar de acuerdo con sus propias convicciones políticas, incluso si estas van en contra de las directivas de sus jefes de turno.

En algunos casos, esta situación puede llegar a la obstaculización de la gestión pública. Por ejemplo, un empleado público puede negarse a implementar una directiva que no está alineada con sus creencias políticas. Esto puede generar retrasos, ineficiencias y, en última instancia, un impacto negativo en la gestión y por ende en los ciudadanos.

Rotación de personal

La rotación de personal es otro desafío que se suma a la complejidad del sector público argentino. Con cada cambio de administración, es común que haya modificaciones en los cargos de liderazgo/políticos; Sin embargo, es importante aclarar que la rotación de personal en el sector público argentino no es un fenómeno nuevo. Los cambios de gobierno siempre han generado cambios en el personal en todas las instituciones gubernamentales. En este punto es importante aclarar que es de toda lógica que los puestos de dirección, sean designados por cada gobierno, pero el problema es que cada gobierno que ingresa realiza designaciones no solo de funcionarios de primera línea, sino también de segunda, de tercera y cuarta, los cuales para lograr salud del empleo público deberían ser ganados por concurso, con estabilidad y revisiones de performance

En lo relativo a los empleados “de planta” la estabilidad del empleado público termina generando una sensación de impunidad (en general, aunque siempre hay excepciones) que deriva en una sensación de “liberación” para  actuar de acuerdo con sus propios intereses, incluso si estos van en contra de los intereses de la institución en la que trabajan o de las directivas que reciben.

Reflexiones

Para superar los desafíos que genera la rotación de personal en el sector público, es necesario tomar medidas para fortalecer la cultura política y reformar el sistema laboral.

En cuanto a la cultura política, es necesario promover un cambio de mentalidad en el que los cargos públicos sean otorgados por mérito y capacidad, y no por lealtad política. Esto puede debe lograrse mediante la educación cívica, el fortalecimiento de las instituciones democráticas y la promoción de la transparencia en la gestión pública.

En cuanto al sistema laboral, es necesario reformarlo para que los empleados públicos puedan ser despedidos por desempeño deficiente. Esto definitivamente ayudaría a evitar abusos y que los empleados públicos se sientan impunes y actúen de acuerdo con sus propios intereses, incluso si estos van en contra de los intereses de la institución en la que trabajan. Obviamente, ninguna política debería ser ni aplicarse en forma caprichosa ni malintencionada, sino en forma “objetiva, documentada y fundamentada”.

Además de estas medidas, es importante promover la colaboración entre los líderes políticos y el personal de planta. Los líderes políticos deben reconocer el valor de la experiencia y el conocimiento técnico del personal de carrera, y deben trabajar con ellos para desarrollar políticas públicas efectivas y sostenibles. Esto, puesto en una frase, implica un trabajo constante y largo, pero que si se lleva a cabo termina rindiendo frutos que se expresan en la eficiencia de las distintas gestiones y la felicidad/conformidad de los empleados.

Conclusiones

El liderazgo de cuadros políticos en el sector público argentino es un desafío complejo. La cultura política, la estabilidad laboral y la falta de profesionalismo son factores que pueden dificultar la gestión eficaz de las instituciones gubernamentales.

Sin embargo, es posible superar estos desafíos mediante el fortalecimiento de la cultura política, la reforma del sistema laboral, el incentivo del profesionalismo y la promoción de la colaboración entre los líderes políticos y el personal de planta.

Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Más artículos de Sebastián Baglietto

Otros usuarios han visto

Ver temas