El mono inquieto: explorando la naturaleza de la mente
Hace pocos días escuché por primera vez un concepto que resonó profundamente conmigo: el "mono inquieto" o el "mono loco". Ese "mono loco” que está en nuestra cabeza, y va de rama en rama, de un lado para otro (cada vez más rápido), se distrae, saltando y gritando (cada vez más fuerte), haciendo gestos (cada vez más grandes), diciéndonos que todo fue mal, que todo irá mal o enredándonos entre nuestros pendientes y nuestros miedos…
Este término, inspirado en la noción de la "Mente de Mono" (o Monkey Mind), encuentra su origen en los idiomas chino (xynyan) y chino-japonés (shin’en). El budismo, una antigua tradición espiritual y filosófica, ofrece una perspectiva interesante sobre la mente humana a través del concepto de la "mente de mono". Esta metáfora captura la naturaleza inquieta y errante de nuestra conciencia, reflejando la constante fluctuación de pensamientos y emociones que experimentamos. En el contexto budista, se utiliza para describir ese estado de descontrol mental, indecisión y cierta confusión que a veces nos invade. Según Buda, todos tenemos uno (o varios) “monos locos” saltando y chillando sin parar.
La analogía del "mono loco" me parece tan vívida como impactante. Imaginá en tu mente a un mono que demanda nuestra atención sin cesar, saltando de rama en rama. Este mono nos muestra los miedos ocultos, nos alerta con sus chillidos para que le prestemos atención. Casi con seguridad, si cerramos los ojos podremos “ver” cómo salta de rama en rama, moviéndose frenéticamente, distraído y cada vez más ruidoso. Este caos que provoca el mono en nuestra mente, puede oscilar entre el pasado y el futuro, preocupándose por lo que fue o anticipando lo que podría ser. Esta agitación mental constante a menudo lleva a la ansiedad, al estrés y a la falta de concentración. Cada salto y cada grito nos sumergen en un sinfín de pensamientos, dejándonos – muchas veces - atrapados en su caos. Es inútil luchar contra esos monos o tratar de eliminarlos: nuestra mente está ahí y no se detiene.
Desde algunas disciplinas, se entiende que la Mente de Mono se manifiesta cuando nuestra capacidad de atención flaquea; cuando no tenemos la habilidad de centrarnos en una tarea y mantener nuestra concentración en ella. En vez de agotarnos intentando eliminar a ese mono inquieto, Buda recomendaba a sus alumnos dedicar un rato al día a calmar la mente. En la complejidad del mundo actual, esta capacidad se vuelve cada vez más crucial.
¿Cómo calmar al mono loco?
Si bien este es solamente un artículo de difusión (y no un artículo científico), a continuación presentamos algunas estrategias para calmar al "mono loco" y cultivar una mente más enfocada y tranquila:
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En un mundo (cotidiano, educativo, laboral, etc) donde las distracciones y las demandas son constantes, la gestión de ese “Mono inquieto” es un valioso activo.
Acordate que el "mono loco" puede ser entrenado, y tenemos la posibilidad de guiarlo hacia otros lugares.
Material de consulta
Licenciada en Psicología UDELAR - Magister en Recursos Humanos -Master en psicoterapia EMDR-Terapeuta certificada EMDR - Especialista en Trauma
1 añoExcelente! La madre Teresa (creo que era de ella el concepto) hablaba de “la loca de la casa” refiriéndose a lo que el budismo llama mente de mono. Y cómo esto nos quita bienestar y felicidad. Una mente que divaga no es feliz. Gracias Beatriz por compartirlo.
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1 añoGracias Beatriz!