El movimiento se demuestra andando.
A lo largo de la vida vamos generando herramientas que nos permiten avanzar en las cosas que nos proponemos. Herramientas que nos dan la posibilidad de MOVERNOS y dejar de estar estancados en un mismo lugar. Pero de vez en cuando, si el entorno no es favorable para nuestros planes, nos invade la sensación de inmovilidad y lo primero que hacemos es echar mano del pasado.
¿Cómo avanzar entre obstáculos?
Te dejo una guía breve y clara basada en experiencias personales, práctica profesional y autores con los que me identifico.
Si nos aferramos a determinados momentos, los soldamos. Los hacemos sólidos y presentes en nuestro sistema y esto nos obstruye la posibilidad de movernos en la dirección de nuestras nuevas oportunidades.
La mayor parte de las veces en las que nos sentimos estancados, encallados o que decimos “no avanzo en la vida”, sucede que:
- Nos estamos abrazando a antiguos hábitos.
- Nos quedamos mirando un estado o momento de la vida anterior al presente.
- Nos miramos como si fuésemos otros y no los de ahora.
Al dejar de percibirnos como los de ahora, viéndonos en el pasado sin herramientas o en un futuro; también sin herramientas: NOS PARALIZAMOS.
Otros indicios de estancamiento
Lo que queda estático, lo que no avanza, lo que no prospera; todo eso es producto de haber puesto la mirada en otra parte. De distraerse en el camino de una acción sin estrategia. Sin presente. Sin aquí y ahora.
Cuando nuestro pasado está siempre delante de nuestro presente y lo viejo no deja entrar lo nuevo, NECESITAMOS HACER LUGAR.
HAGAMOS ESPACIO cambiando el discurso. Es básico y fundamental.
Necesitamos tener en cuenta que "hacer espacio" también significa "dejar ir" y para ello hay que hacer que lo viejo aparezca. Antes de "dejar ir" el pasado, es imperativo sentirlo, saludarlo, saborearlo, perdonarlo y agradecerle.
Todo pasado que no se resuelva (aplicando los aprendizajes pertinentes), volverá en este presente sin dudas a mostrarnos que necesitamos cerrar ciclos.
Abandonar nuestro pasado para hacer foco en el presente, implica un "movimiento". Movemos no sólo nuestro cuerpo, energía e intenciones; aprendizajes y oportunidades. El movimiento tiene que ver con el crecimiento.
Moverse implica comprometerse
Si ante una situación desconocida tenés más miedo que ganas de atravesarla, siempre vas a estar a las puertas de la incertidumbre y la mayor parte de tu vida va a estar atada a ella.
Enfocarte completamente, todo el día y todos los días en el dolor, miedo o pánico llevándolos a ser parte única de toda nuestra existencia ¡TE DEBILITA! Y te enferma.
Cambiá el foco: MOVETE
El dolor, miedo o pánico que nos producen los pensamientos negativos NOS PARALIZAN. Pero por otra parte, reprimir el dolor, miedo o pánico poniendo una enorme sonrisa y pretendiendo que no pasa nada, no te ayuda.
Encontrar el equilibrio, es parte de una práctica que necesitamos hacer todos los días. Somos nuestro balance y nuestro desbalance, inteligentemente vamos a encontrar la acción que nos abra oportunidades en lugar de cerrarlas.
No tenemos idea sobre cómo hacer para utilizar con habilidad el dolor, el miedo, el pánico y convertirlo en una ganancia en lugar de en una pérdida. Todas las sensaciones que tenemos, pueden convertirse en ganancias si aprendemos a dejarlas ir, a movernos de su lugar y a encontrar en ellas el aprendizaje.
“Lograr salir de un atasco significa VER EL MIEDO, VER EL DOLOR (el viejo y el nuevo) y dejarlos que sean reales, pero no dejarlos ser nosotros”. - Ruth Lera
RECORDATORIO IMPORTANTE: El bienestar físico está relacionado con la actitud mental. Tomate tiempo para reconocer tus hábitos de movimiento y volverlos hábitos saludables. Moverte mejora no sólo tu cuerpo sino también tu forma de pensar, sentir y actuar.
Que esta lectura te abra las posibilidades de alcanzar lo que querés. Confío en tu potencial para moverte, tanto como en el mío para acompañarte en el proceso.
¡Escribime! alelibusceme@gmail.com ~ GRACIAS ~