El nuevo Rol del CEO

“Lo único constante es el cambio” mencionó hace ya miles de años Heráclito, un filósofo griego. Cuánta verdad tenían sus palabras, las cuales se mantienen intactas hasta hoy (con muchos constantes cambios entre medio) y con ello, también se presenta un nuevo escenario para las organizaciones, en el cual quien las lidere (el CEO: Chief Executive Officer) tiene una serie de nuevos desafíos que llevar a cabo y que, desde mi visión, hoy compartiré con ustedes.

Primero, creo pertinente hacer una diferenciación entre el CEO antiguo, y el CEO actual. Hace unos años (y décadas) atrás, el Chief Executive Officer era el encargado de velar por (principalmente) la rentabilidad de las compañías, desde una posición de liderazgo y en la cúspide de la estructura organizacional de estas. Desde acá, junto con dirigir al resto de las áreas y colaboradores, buscaba conseguir resultados financieros como principal misión. Hoy, si bien se mantiene esta búsqueda de éxitos económicos que garanticen el progreso en las empresas, el CEO es el principal impulsor y constructor de la cultura organizacional.

El que muchas veces se ha denominado “El empleo más solitario del mundo”, hoy recae en personas que, más allá de roles operativos, plasmen la visión de las compañías en acciones concretas y sustentadas en el propósito de las empresas. Hoy, antes que todo, el CEO es un activista que merodea en todas las áreas, buscando alinear a los colaboradores de esta con el más grande objetivo a perseguir, como también busca evangelizar frecuentemente respecto a las soluciones y los aspectos diferenciadores de su organización.

De este modo busca, mediante una visión global y estratégica (que combine corto y largo plazo), liderar lo que le corresponde. Hoy, y en plena época de pandemia, algunos de los principales desafíos son el de impulsar y permear la digitalización en las empresas, crear cultura manteniendo el propósito corporativo como eje, reclutar y retener eficientemente, y liderar para crecer.

Otro ítem de interés constante debiera ser el del progreso empresarial, como también los nuevos desafíos para propiciar modelos de negocio sostenibles. Hace un tiempo, cerca de 600 líderes globales de diferentes ámbitos dieron a conocer cómo las empresas pueden adoptar un enfoque que se sustente en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Cómo evolucionar financieramente, junto con ser una buena empresa para el mundo y la sociedad, debiera ser una motivación para los nuevos líderes.

Igualmente, otro aspecto relevante dentro del nuevo rol del CEO, es el de mantener en su día a día un mindset orientado a la generación de oportunidades comerciales. En este rol, la tecnología actual y sus múltiples herramientas, permiten a este líder gestionar eficientemente los diferentes procesos del embudo de venta, manteniendo una interacción constante con clientes y prospectos.

Hoy, es muy difícil estar plenamente preparados para lo inesperado. Por lo mismo, tener un potente backup tecnológico permite a estas personas adaptarse mejor al contexto, como también ser más ágiles y mantener una eficiente capacidad de respuesta.

De igual forma, es necesario un completo entendimiento del marketing estratégico y las comunicaciones que la organización realiza. En esta línea, junto con constantemente tener algo que decir para los diferentes stakeholders de la organización, es vital que esto se realice no solamente desde canales corporativos, sino que también se humanice al CEO respectivo con constantes opiniones y vinculaciones con los nuevos medios sociales.

En síntesis, el desafío actual es transmitir efectivamente lo que se hace, pero también, y cada vez más, el por qué esto se hace, aspecto en el cual es sumamente importante confiar en el CEO para comunicar la cultura y visión de mundo que su empresa busca desarrollar.