El oscuro camino de la ciberseguridad: La evolución de las amenazas en el mundo digital y el estado en Latinoamérica
Hoy tenemos nuestras vidas rodeadas por la tecnología. Manejamos constantemente aplicaciones e interactuamos con diversos elementos tecnológicos para realizar nuestras tareas diarias
En un mundo cada día más interconectado y digitalizado, la ciberseguridad ha tomado mayor relevancia y se posicionó como un tema de máxima prioridad. Las empresas, gobiernos y usuarios comunes se enfrentan a amenazas crecientes y más sofisticadas.
La creciente amenaza de la Dark Web
Uno de los primeros conceptos que debemos entender es la diferencia entre la "Deep Web" y la "Dark Web". Mientras que la Deep Web incluye contenidos no indexados por motores de búsqueda convencionales, la Dark Web es una pequeña porción donde prosperan las actividades ilícitas. Podemos encontrar mercados ilegales como Dream Point y Wall Street Market, espacios donde se comercializan drogas, armas y datos personales
En la región de América Latina, el acceso a la Dark Web ha crecido exponencialmente, con Argentina y Brasil a la cabeza, la participación en actividades ilícitas vinculadas a este espacio digital están en auge.
Según un informe de la Organización de los Estados Americanos (OEA), el 60% de las instituciones financieras en la región han sido víctimas de ciberataques, esta información o “resultado” de los ataques suelen ser comercializados y publicados en la Dark Web. El anonimato que proporciona ha hecho que sea un refugio para actividades delictivas, y Argentina no ha quedado fuera de esto. Con algunas herramientas diferentes a las tradicionalmente conocidas, como navegadores determinados, los usuarios pueden acceder a este lado oscuro de Internet sin ser detectados, lo que plantea un reto constante para las autoridades.
El estado de la ciberseguridad en Argentina y Latinoamérica
La ciberseguridad en Argentina y en Latinoamérica enfrenta desafíos únicos, la región es un objetivo atractivo para los cibercriminales debido a la adopción masiva de nuevas tecnologías, en contraste con la falta de una infraestructura robusta de seguridad. En Argentina, la situación ha sido especialmente crítica, según un informe de Kaspersky, en 2023 se registraron más de 27 millones de intentos de ciberataques en el país, este dato coloca a Argentina entre los países más atacados de la región, junto con Brasil y México
El 2023 fue testigo de un aumento del 25% en los ataques de ransomware en la región, y Argentina ha sido particularmente vulnerable a este tipo de eventos, donde los delincuentes secuestran los datos de una organización o individuo a cambio de un rescate. Entre los sectores más atacados se encuentran la banca, el comercio electrónico y las infraestructuras críticas, como la energía y la salud.
A nivel regional, el estudio "Ciberseguridad: riesgos, avances y el camino a seguir" del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la OEA destaca que Latinoamérica es una de las regiones más vulnerables a ciberataques. La falta de regulaciones adecuadas y la complejidad para realizar inversiones en ciberseguridad hacen que los países de la región, incluyendo Argentina, enfrenten un panorama de alto riesgo, de hecho, solo el 7% de las empresas latinoamericanas tienen un plan de ciberseguridad completamente implementado
La lucha constante para controlar la Dark Web ¿Por qué es tan difícil?
La respuesta principal es por su anonimato. Un buscador específico proporciona una conexión cifrada y oculta la dirección IP de los usuarios, lo que complica rastrear las actividades delictivas, sin embargo, a pesar de esta barrera tecnológica, los gobiernos y las fuerzas del orden han incrementado sus esfuerzos para monitorear y detener a los delincuentes que operan en este entorno
En Latinoamérica, los esfuerzos para controlar el uso malicioso de la Dark Web han ido en aumento. Países como Argentina y Brasil han lanzado iniciativas de ciberinteligencia para rastrear actividades ilícitas dentro de estos espacios. La cooperación internacional ha sido clave en la lucha contra el crimen digital en la región. La Dirección Nacional de Ciberseguridad en Argentina, por ejemplo, colabora estrechamente con Interpol y otros organismos globales para detectar patrones de actividad criminal en la Dark Web
No obstante, la batalla está lejos de ser ganada. Los ciberdelincuentes siguen utilizando criptomonedas y redes cifradas para evitar ser rastreados. Además, la cooperación entre estos delincuentes y redes internacionales complica aún más la capacidad de los gobiernos para ejercer control sobre la Dark Web.
¿Qué tan seguros estamos en el mundo digital?
Las vulnerabilidades y los errores humanos son los principales puntos de ataque de una era digital. El informe del Ministerio de Modernización en Argentina subraya que todos somos vulnerables a los ciberataques. Desde contraseñas fáciles de adivinar hasta la falta de actualizaciones de software, pequeños errores pueden abrir la puerta a amenazas significativas
En Latinoamérica, solo el 54% de los usuarios utilizan algún tipo de herramienta de protección, como antivirus o firewalls, lo que deja a millones expuestos a ciberataques o con gran riesgo de sufrirlos. En Argentina, este problema es aún más preocupante, ya que muchas empresas y usuarios subestiman los riesgos. Esto ha llevado a que el país sea blanco de ataques cibernéticos cada vez más frecuentes y dañinos.
Entre las señales de alerta se incluyen cambios inesperados en el comportamiento de los dispositivos, solicitudes inusuales de información o contraseñas, y mensajes sospechosos. Estos son síntomas claros de un posible ciberataque y requieren atención inmediata
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La prevención como mejor defensa
Ante la creciente sofisticación de los ciberataques es importante tomar medidas preventivas.
La clave está en acciones simples pero efectivas: no descargar software de fuentes no confiables, no hacer clic en enlaces sospechosos, y cambiar las contraseñas con regularidad.
En Argentina, el gobierno nacional y algunos gobiernos provinciales han lanzado varias campañas de concientización sobre la importancia de la ciberseguridad. Sin embargo, muchos usuarios todavía no adoptan prácticas básicas de seguridad, lo que los convierte en un blanco fácil. La falta de inversión en ciberseguridad a nivel empresarial también es un problema importante. Solo el 15% de las pequeñas y medianas empresas en Argentina invierten en tecnologías de protección digital
El riesgo del ransomware en Latinoamérica
Uno de los ciberataques más temidos en la región es el ransomware. En 2023, se reportaron más de 2500 incidentes de ransomware solo en Argentina. Este tipo de ataque, que bloquea el acceso a los datos hasta que se paga un rescate, ha afectado tanto a empresas como a instituciones públicas.
Un caso reciente es el ataque a una importante red de salud en Buenos Aires, que resultó en la pérdida de miles de historiales médicos. Los ataques de ransomware han incrementado en un 45% en el último año, y Argentina, junto con Brasil y México, lidera la lista de los países más afectados
¿Cómo se paga en la Dark Web?
Un tema de interés para muchos es cómo se realizan las transacciones en la Dark Web. A pesar de que criptomonedas como Monero ofrecen mayor privacidad, el documento señala que Bitcoin sigue siendo el método de pago más utilizado en estos mercados. A pesar del riesgo de rastreo, su aceptación generalizada lo convierte en la opción preferida
Esto crea una paradoja: mientras que Bitcoin es rastreable y conlleva riesgos para los delincuentes, su popularidad y facilidad de uso lo convierten en la moneda preferida, a pesar de sus implicaciones legales y éticas
Consejos para protegerse de los ciberataques
Algunas recomendaciones prácticas para los usuarios, tanto individuales como empresariales, para protegerse de los ciberataques son:
En la era de la información, la ciberseguridad es una responsabilidad compartida. Los delincuentes evolucionan constantemente, encontrando nuevas formas de explotar las vulnerabilidades del sistema. En Latinoamérica, y particularmente en Argentina, la falta de una infraestructura robusta de seguridad, junto con la baja concientización sobre los riesgos, aumenta la exposición a amenazas digitales. La clave para mitigar estos riesgos radica en la educación y en la adopción de buenas prácticas de seguridad.
El camino hacia una mayor seguridad cibernética es largo y desafiante. Sin embargo, con la combinación de esfuerzos individuales, corporativos y gubernamentales, podemos mitigar los riesgos y asegurar que la digitalización continúe siendo una fuerza positiva en nuestras vidas