El pleno empleo
Nos saltamos el capítulo 8, por ser un tema que nos aporta poco, y pasamos directamente al 9, que trata un asunto siempre de actualidad: el empleo.
El objetivo económico, sea de una nación o de un individuo, debe ser lograr el máximo rendimiento con el mínimo esfuerzo. La humanidad progreso cuando, sobre todo gracias a la tecnología, consigue obtener mayor producción con el mismo trabajo.
Como consecuencia de esto, puede obtenerse el pleno empleo, pero nunca al revés. Es decir, el empleo es un medio, no un fin. Podría conseguirse el pleno empleo esclavizando a toda la población, pero estaremos de acuerdo en que no sería muy edificante... Ejemplos tenemos a lo largo de la historia.
Los problemas que tienen las economías en general, y la española muy en particular, con los salarios y el paro están directamente relacionados con la productividad y el volumen total de bienes producidos. Sin productividad, no mejoran realmente las condiciones de vida de la gente. Esto no puede arreglarlo un burócrata desde su despacho.
Una última reflexión al respecto: sería preferible obtener la máxima producción incluso a costa de mantener ociosa una parte de la población, mediante una R.B.U. o similar, antes que forzar el pleno empleo, si para ello hemos de destinar recursos que nos alejan del objetivo y distorsionan la producción. Con la llegada de la IA y la robotización a escala universal, es muy posible que vayamos a un escenario de este tipo.