El Poder Interior Genera Un Emprendimiento Exitoso

En mis más de 26 años como consultor Coach Empresarial, he tenido el privilegio de asesorar a innumerables personas en su camino emprendedor. A lo largo de este tiempo, he descubierto que el éxito de un emprendimiento no se encuentra en factores externos como el mercado o las finanzas, sino en algo mucho más profundo: el poder interior y la alineación con lo que verdaderamente motiva y apasiona a la persona.

Cuando trabajo con alguien, lo primero que hago es ayudarle a encontrar esa chispa interna, lo que lo fascina, lo que lo llena de energía y lo hace sentirse pleno. No se trata solo de una pasión superficial, sino de algo intrínseco, una conexión con sus motivadores naturales. Cuando una persona está alineada con ese poder interior, el emprendimiento deja de ser una lucha y se convierte en una fuente de felicidad. Cada obstáculo se transforma en una oportunidad para aprender, crecer, innovar y crear.

He visto que aquellos emprendedores que realmente se alinean con lo que aman logran no solo superar los problemas, sino que los ven como retos que los impulsan a mejorar. El dinero y los recursos no son el primer factor, sino que se atraen naturalmente una vez que la persona se conecta con su propósito y empieza a generar valor desde su esencia. En este estado, todo fluye: la creatividad, la innovación, las relaciones con los clientes y la capacidad de adaptación ante cualquier desafío.

Por el contrario, cuando una persona no está alineada con su pasión y se encuentra en un emprendimiento que no le motiva, todo se vuelve difícil. He visto cómo estas personas tienden a fracasar, no porque la idea del negocio sea mala, sino porque no están conectadas con lo que realmente las mueve. Se genera tensión, malestar, e incluso problemas de salud y relaciones dentro del equipo de trabajo. En estos casos, el fracaso es casi inevitable.

Lo que hago en las organizaciones, y lo que considero fundamental, es alinear a las personas con ese poder interior. Cuando se logra, los equipos comienzan a trabajar en sintonía, la atención al cliente mejora, la innovación fluye y las ventas crecen. Todo se activa porque las personas están en una energía expansiva, en un ciclo virtuoso que impulsa el crecimiento y la trascendencia.

Un Viaje de Autoconocimiento

En el mundo del emprendimiento, las estadísticas son abrumadoras: el 95% de los emprendedores fracasan en su primer año, el 2% en el segundo, y sólo el 3% logra mantenerse y prosperar a largo plazo. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿Qué es lo que realmente marca la diferencia? Muchos buscan la causa del fracaso en factores externos como el financiamiento o el mercado, pero la clave podría estar en algo mucho más profundo: la alineación personal con el propósito y las pasiones.

Los estudios sobre los emprendedores exitosos muestran que aquellos que logran mantenerse a largo plazo no sólo están enfocados en las métricas financieras, sino que tienen una profunda conexión con su propósito. Simon Sinek, en su libro Start with Why, explica que los líderes y emprendedores más exitosos comienzan con una fuerte claridad sobre su "por qué", el propósito que los impulsa. Cuando un emprendedor está alineado con su pasión, las dificultades no son obstáculos insuperables, sino oportunidades para crecer, innovar y aprender. El autoconocimiento es clave para descubrir este propósito y mantenerse conectado con él en los momentos difíciles.

Por otro lado, los emprendedores que fracasan a menudo lo hacen porque no están alineados con lo que realmente los motiva y les genera felicidad. Un estudio de la Universidad de Harvard revela que el 60% de los emprendedores que fracasan lo hacen debido a la falta de compatibilidad entre sus habilidades, intereses y la actividad que emprenden.

Carol Dweck, en su investigación sobre la mentalidad de crecimiento, destaca que las personas con una mentalidad fija tienden a abandonar cuando enfrentan obstáculos, mientras que aquellos con una mentalidad de crecimiento ven los problemas como retos que pueden superar con esfuerzo y creatividad.

Este fenómeno no se limita solo al emprendimiento. En las universidades, un alto porcentaje de estudiantes abandona o cambia de carrera en sus primeros años, y muchos terminan trabajando en áreas completamente diferentes a las que estudiaron. La causa subyacente es similar: una falta de alineación entre sus intereses personales y la carrera elegida. Daniel Pink, en su libro Drive, habla sobre la importancia de la autonomía, la maestría y el propósito como motivadores clave para el éxito en cualquier área de la vida. Cuando los estudiantes no encuentran estos elementos en su carrera, es más probable que abandonen o busquen otras opciones.

Los emprendedores que logran mantenerse y crecer después de los primeros tres años tienen algo en común: han encontrado una fuente interna de motivación que los impulsa a seguir adelante, incluso en los momentos más difíciles. Un estudio de la Universidad de Stanford muestra que los emprendedores exitosos tienen una capacidad superior para adaptarse y aprender de los fracasos, gracias a su profunda conexión con un propósito mayor. No se trata sólo de habilidades técnicas o de tener un buen plan de negocios, sino de la capacidad de reinventarse y mantenerse firmes en su propósito.

Conclusión

El verdadero éxito en el emprendimiento no proviene de factores externos como el financiamiento o las condiciones del mercado, sino de un trabajo interno profundo que comienza con el autoconocimiento y la alineación con el propósito. Los emprendedores que logran conectarse con su pasión encuentran en cada desafío una oportunidad para crecer y reinventarse. Al final, el emprendimiento es una extensión del ser, y aquellos que están en sintonía con lo que realmente los impulsa son los que logran trascender las estadísticas.

ERS. CDMX. 8.9.2024