EL “PRECIO COMPLETO”, MI CRIATURA MITOLÓGICA FAVORITA
El “precio completo”, entendido como el de lanzamiento de un producto (antes de cualquier descuento o promoción) está en riesgo de extinción; para muchos consumidores es una criatura mitológica.
Yo confieso. A principios de noviembre compre online un abrigo que me quedaba como un guante (tengo cuerpazo), en una tienda que no desvelaré cuyo nombre comienza por MAN y termina en GO. Lo lucí con galanura y llegado el Black Friday volví a comprarlo: mismo abrigo, misma talla (S Slim Fit), con un 30% de descuento. En cuanto recibí el segundo abrigo lo llevé a ese establecimiento que comienza por MAN y termina en GO con el ticket del primero (importe: precio completo); el vendedor hizo un movimiento de jujitsu con el escáner sobre la etiqueta y el ticket y me dijo “ya está, listo”. Y sí, me sentí listo saliendo de la tienda con la cabeza alta y la satisfacción de la trampa bien hecha.
Los consumidores nos hemos mal acostumbrado. ¿Quién “pringa” y compra a precio completo? No es una pregunta retórica, no lo sé… al menos en moda. Al mes de lanzar una temporada llegan mid-season sale, Black Friday, Rebajas… y el calendario se completa con un Prime Day, dos SMS que te anuncian que XXX está al 20% o el cupón del 10% en tu primera compra online (todas las compras serán primeras porque nos registraremos con diferentes correos, muy Día de la Marmota).
Las marcas no son tontas; como la banca, siempre ganan. Este zarpazo al margen está más que contemplado en el escandallo de los productos… nadie vende a pérdidas (entre otros motivos porque es ilegal). A pesar de todo, agradezcámosles lo que nos reconforta sentirnos más listos que nadie, Smart Buyers que saben lo que quieren (gesto de “negraca con actitud”).
Los retailers ponen el producto en el mercado conscientes de que su precio completo es una entelequia concebida para el momento cero de la venta, que compraremos en modo promo y nos sentiremos unos pillines. Tan pillines como yo al devolver el abrigo; sintiéndome más listo que nadie y a la vez impune porque mi picardía está descontada por los que mandan… vamos, que hice un Urdangarín en toda regla.