El rol de las aseguradoras frente a una catástrofe
Juan Diego Suárez, Claims Manager Chubb en Ecuador
Marzo 2019 - Las catástrofes sucedidas en Latinoamérica en los últimos años, han exigido a las aseguradoras poner en marcha sus planes de ayuda en casos de emergencia. Muchas de las catástrofes llegan sin anunciarse, y sorprenden a las poblaciones; los terremotos en Chile, 2010, Ecuador, 2016 y México, 2017, son solo algunos ejemplos de catástrofes que no solo han afectado la vida del damnificado, sino que también han impactado la economía del país. Aun cuando una catástrofe es previsible, como sucedió con el huracán María en Puerto Rico, el poder de la naturaleza se encarga de retar al máximo los preparativos y procesos preestablecidos.
Las aseguradoras se preocupan constantemente de tener planes y procesos que garanticen la continuidad del negocio. Sin embargo, lo más destacable de estos procesos, es establecer que el principal objetivo de estos preparativos es velar por los asegurados. Aunque suene retórico, los ejecutivos de siniestros hemos vivido muy de cerca las experiencias de nuestros clientes y la prioridad de la compañía es extremar sus recursos cuando una catástrofe se produce; así mismo, cuidar primero del personal local e inmediatamente poner todos los recursos disponibles a las órdenes de nuestros clientes.
Luego de una catástrofe, la aseguradora tiene el compromiso de acompañar a los damnificados, ayudar a superar las pérdidas, ofrecer los mejores índices de pago y cierre de reclamos.
En Ecuador, nuevamente la naturaleza nos pone a prueba, inundaciones muy graves han afectado la zona de Manabí en Ecuador. Equipos y recursos de apoyo están trabajando por los damnificados y apoyándolos en medio de sus pérdidas. Es difícil ser víctima de una catástrofe, y como aseguradora estamos para brindar un apoyo constante al afectado que necesita respaldo y soluciones oportunas.
Finalmente, los eventos catastróficos aumentan la conciencia sobre la importancia de contar con mecanismos de prevención y a su vez con un seguro que facilite el regreso vuelta a la normalidad lo antes posible.