El rol de los Stakeholders en tiempos de cambio
Hace poco, repasando entre unos apuntes, volví a encontrar una frase muy cierta sobre cómo atravesar un proceso de transformación. "El involucramiento de los stakeholders es incluso más crucial que el mismo funding”. Lo cual tiene perfecto sentido, ya que construir confianza y generar buy-in en todas las partes interesadas es fundamental para el éxito de cualquier proyecto o proceso de cambio. Pero entonces, ¿cómo podemos llevar la gestión del cambio al siguiente nivel poniendo a los stakeholders en el centro de la ecuación?
Primero, recordemos que un stakeholder es una persona o grupo con un interés directo en los proyectos o iniciativas de la empresa, ya sea porque puede verse afectado por ellos o porque tiene el poder de influir en su ejecución. Éstos pueden ser internos (colaboradores, directivos y accionistas) o externos (como clientes, proveedores, el Estado, la comunidad local, etc.). Su aceptación o resistencia al cambio puede determinar si el proceso avanza de manera fluida o enfrenta obstáculos significativos. En pocas palabras, si el cambio no les convence, no hay más cambio.
Ahora, no basta con reconocer quiénes son; es fundamental entender sus intereses, expectativas y preocupaciones. Esto te permite ajustar las estrategias de cambio a la realidad de cada uno de estos grupos. Al conocer qué motiva a cada stakeholder, podrás anticipar sus reacciones y ajustar la comunicación y los planes de acción para asegurar su compromiso. Además, esta comprensión facilita la creación de alianzas clave, reduce resistencias y convierte a los stakeholders en aliados estratégicos. Involucrarlos desde el principio es fundamental para el éxito. Integrarlos en las fases iniciales, como la planificación y el diseño, les permite aportar ideas frescas que enriquecen el proceso. En Dench, hemos comprobado el poder de la co-creación durante nuestros procesos de transformación: no hay nada más formidable que ver cómo los propios grupos de interés colaboran para construir el futuro de su empresa. Cuando todos sienten que han sido parte del diseño desde el inicio, el compromiso aumenta, la resistencia al cambio disminuye y los niveles de aceptación se elevan significativamente.
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La empatía y el acompañamiento personalizado son fundamentales en cualquier proceso de cambio. Ponerse en los zapatos de cada stakeholder es crucial, ya que cada grupo de interés vive el cambio de manera única. Para algunos, puede representar una oportunidad emocionante, mientras que para otros, puede generar incertidumbre. Por ejemplo, al implementar un nuevo software, el equipo de ventas podría ver una mejora en su eficiencia, mientras que el área de TI podría percibirlo como una mayor carga de trabajo. La empatía y el acompañamiento nos permiten anticipar, pero sobre todo fomentar una cultura de confianza y colaboración, en la que cada voz es valorada y escuchada.
Por último, como siempre digo: “La data manda”, No podemos subestimar la importancia de medir el impacto que tiene el proyecto en los stakeholders. Tener métricas claras nos permite evaluar si el cambio está generando los resultados esperados y, lo más importante, si está creando valor para todos los involucrados. Esta información es muy importante para realizar ajustes en tiempo real, asegurando que el proceso siga siendo beneficioso. Recordemos, lo que no se mide, no se puede mejorar, y sin data no podemos saber si estamos en el camino correcto hacia una transformación exitosa o si tenemos que parar un momento y replantear algunas cosas.
En Dench tenemos clarísimo que la inclusión activa de stakeholders puede reducir la resistencia al cambio, repotenciando la colaboración, la transparencia y la agilidad para adaptarse a nuevas realidades y contextos. Gestionar el cambio es un proceso de integración y co-creación, donde el apoyo mutuo debe ser constante y holístico en cada paso. La clave está en colocar a nuestros grupos de interés en el centro desde el primer día, tratándolos como aliados estratégicos, no como simples receptores del cambio. Cuando todos nos sentimos parte activa y constructiva, el cambio se convierte en una oportunidad compartida para crecer y evolucionar. En un entorno así, no solo gestionamos el cambio, sino que lo transformamos JUNTOS en una ventaja competitiva y un motor de innovación.