El talento se debe poner en valor a diario

"Las cosas no se dicen, se hacen, porque al hacerlas se dicen solas. Woody Allen"

La clave del éxito de cualquier empresa es el talento. Rodearse de personal cualificado, con buenas ideas y con ganas de aportar valor a la compañía es fundamental para el desarrollo de la empresa y en toda empresa debe haber profesionales capaces de reconocer el talento que hay en su organización. Esto es imprescindible: si no se reconoce el valor de las personas, es imposible gestionarlo. Y si no se gestiona, se acaba perdiendo y por lo tanto lleva a desaparición de la empresa.

Para que nuestras organizaciones se mantengan vivas, debemos gestionar el cambio y este debe provenir de la reflexión sobre qué queremos hacer y cómo. Pero el primer pilar a trabajar es precisamente la dimensión humana de la organización. Sin este primer paso, la organización no funciona o funciona a niveles deficitarios de eficiencia y rendimiento. No existe cambio si no hay cambio en las personas. Por todo ello, lo importante no es la respuesta, sino el debate interno y externo que generas al planteártelas. Nos han hecho creer que lo importante son los números y los productos tangibles. Y nos hemos olvidado de que los números son fruto de la acción de las personas, al igual que los productos y servicios son creados y diseñados también por esas personas. El verdadero fondo de una organización son sus personas, con toda su ética, valores, creencias, mapas mentales, actitudes y emociones. Todo este conglomerado conforma en realidad una organización. Y no mirarlo de frente, no debatirlo, no llegar a un consenso en ese aprendizaje, es ser una organización sin raíces, y por lo tanto, una organización endeble y con alto riesgo de sucumbir.

Por ello las empresas deben apostar por detectar y retener el talento que tienen actualmente y también de atraer talento de fuera de la empresa, para ello existen diferentes estrategias de atracción y retención

Comunicar. Estar muy en contacto con todo tu personal, comprender su desarrollo profesional y qué esperan tanto de la organización.

• Comunicar mucho, a veces a nivel organizativo o grupal y otras veces a nivel individual. No hacer la típica supervisión, sino favorecer los encuentros también informales para que las personas se crucen, no sólo los roles.
• Comprender que la comunicación tiene que ser bidireccional, y nada mejor que una conversación empática y apreciativa para ello.
• Pasar mucho tiempo con el equipo.
• Comprender que cada persona tiene un mapa mental diferente, y que, por lo tanto, tiene expectativas diferentes.
• Si comunicamos los progresos que hacen las personas de nuestro equipo éstos sabrán de modo más claro a lo que pueden o no aspirar.

Imagen Positiva. Es fundamental conseguir transmitir una imagen positiva de nuestra marca-empresa para que cualquier persona o posible empleado quiera interesarse por poder trabajar con nosotros,  querer mantener una primera toma de contacto o que los empleados actuales se sientan orgullosos de pertenecer a una gran organización.

Nuevas oportunidades. Desde la vertiente de retener el talento es fundamental que estos profesionales estén motivados y cuenten siempre con nuevas metas. Para ello, por ejemplo, es ideal mover puestos o dotar de nuevas responsabilidades a los empleados.

Como resumen, un buen clima para fomentar el talento interno parte de escuchar, indagar, comunicar y activar a las personas que forman parte de las organizaciones, y no solo para adaptarse al cambio, sino también favorecer nuevos cambios, necesarios para seguir sumando, creciendo y mejorando.

“La persona que no aprende se queda en el pasado. La persona que aprende construye su futuro.”