El Toxico y el Terrorista

 Cuando hablamos de gente toxica en el ámbito laboral, los que ya llevamos unos años en esto los vemos llegar de lejos y durante mucho tiempo (estoy seguro que también os ha pasado alguna vez) me daba más vergüenza a mí llamarle la atención a la ética que a él mismo hacer de su negativa gestión emocional con compañeros su habitad natural.

 El toxico es toxico por naturaleza, quizás porque ha tenido una infancia difícil o porque busca ser el centro de atención aunque sea por un instante o porque actuando de esa forma, negativa hacia los demás, especialmente buscando el fallo en los otros, puede aunque sea temporalmente, esconder sus vergüenzas si alguna vez la tuvo.

Dejadme que os cuente una historia real… 

 Un hotel de temporada donde todos los empleados duermen en un mismo edificio hasta que se termina y cierra el hotel hasta el próximo año.

-¡He visto a José ir 4 veces a su habitación hoy!! Con el trabajo que tenemos- Le dice el toxico al Director General.

El toxico está llegando de librar dos días y es el típico que este como este el trabajo hace sus 8 horas y se va a su casa, pero entiende que Jose, que ni siquiera es de su departamento, se está escaqueando a horas que no debería por la afluencia de público que hay.

El director general, “como no podía ser de otra forma”, llama a José a la oficina y le dice…

 -José, tengo información de que a horas que no deberías, te vas a tu habitación y creo que eso no es un buen ejemplo para los empleados que diriges. ¿Tienes algo que decirme?

 José con la tranquilidad que le caracteriza, le contesta: -Por supuesto Don Gonzalo…- se saca un termómetro digital del bolsillo de esos que usamos en cocina, se lo apunta a la muñeca y el termómetro marca 38,9 de fiebre- esto lo primero - continua Jose-  en lugar de irme a mi casa, que es lo que debería hacer teniendo el gripazo que tengo, he decidido seguir apoyando a mis compañeros quedándome en el hotel, precisamente por el exceso de trabajo que tenemos. Por otro lado comentarle, porque creo que no lo sabe, llevo 2 meses sin librar, porque estamos por debajo de la contratación que dicta el presupuesto y por supuesto entiendo que quedándome aporto más a la empresa y a nuestros clientes y al equipo que dirijo, que librando… ya tendré tiempo de hacerlo si no me despide usted antes por escuchar estupideces y estúpidos que no tienen ni oficio ni beneficio. En cualquier caso si no hay nada más, con su permiso me voy a dar un baño de agua fría para volver al trabajo que hoy estamos a tope. Que pase un buen día.