El Trabajo Social será una profesión del futuro
Cuando se menciona a las profesiones del futuro casi nunca se listan profesiones de las ciencias sociales, pareciera que quienes se imaginan el futuro solo contemplaran en él maquinas inteligentes. Las personas y su naturaleza social suelen ser ignoradas cuando se alude al tan anhelado futuro de las nuevas tecnologías, lo cual es simplemente absurdo, ya que por más tecnología inteligente que la especie humana logre crear, siempre habrá una persona detrás de dicha tecnología y por tanto de sus efectos.
Si bien es cierto que las tecnologías hacen parte del desarrollo de la humanidad como especie, y que su existencia ha modificado la forma como la sociedad se construye, también es cierto que donde existan personas va a ser necesario la existencia de las ciencias sociales, en especial aquellas encargadas de inmiscuirse en las dinámicas más complejas de la subjetividad individual y colectiva del ser humano; es decir, que profesiones como el Trabajo Social, sin duda serán necesarias en el futuro.
¿De qué hablamos cuando hablamos de las profesiones del futuro?
Cuando se googlea sobre las profesiones del futuro, suelen aparecer listados encabezados por oficios como: desarrollador de software, creador de contenido, analista de big data, analista de marketing digital, entre otros. Lo cierto, es que gran parte de esto se debe al avance de la Cuarta Revolución Industrial o también conocida como 4RI, la cual fusiona en sus propuestas tecnológicas lo físico, lo cibernético y lo biológico.
En la 4RI se contemplan avances y aplicación de tecnologías como: Nanotecnología, Inteligencia Artificial, Big Data, algoritmos genéticos, internet de las cosas, machine learning, robótica, blockchain, impresiones 3D, entre otras. Y como en toda revolución industrial, los avances tecnológicos generan transformaciones a nivel social, cultural, político, económico y ambiental.
Así que, gran parte de los cambios que hoy se visualizan en los comportamientos humanos se debe a este tipo de tecnologías relacionadas a la 4RI, de hecho, la Pandemia de la Covid-19 aceleró gran parte de estos cambios, entre ellos la digitalización, incluso hoy podríamos hablar de una digitalización social de la cotidianidad, ya que gran parte de nuestras acciones diarias tienen que ver con flujos de información codificados en tecnología digital.
De esta manera, se suele creer que cuando se habla de profesiones del futuro solo se alude a aquellas que van a responder a la demanda de las dinámicas de las tecnologías en auge o emergentes, pero la realidad va más allá de esto, pues las profesiones nacen, se fortalecen, se transforman o desaparecen de acuerdo a las necesidades existentes de la misma sociedad. Cuando se habla de profesiones del futuro no solo se habla de aquellas profesiones nuevas, sino, también, de aquellas que se reconfiguran según las necesidades sociales emergentes.
¿El Trabajo Social será una profesión del futuro?
El Trabajo Social desde su surgimiento como profesión, se ha desempeñado en las dinámicas sociales más complejas derivadas de las interacciones humanas, en escenarios como: la familia, las comunidades, las empresas, los colectivos, entre otros. Siempre respondiendo a la necesidad de potenciar la calidad de vida de las personas para generar un bienestar común.
En el futuro, por más tecnología inteligente que exista, no dejarán de existir las familias, las empresas, las comunidades, los colectivos y demás formas de organización social; es decir, que las dinámicas sociales producto de las interacciones humanas seguirán existiendo, y en ese sentido el Trabajo Social seguirá encontrando oportunidades para potenciar el bienestar común.
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En este punto, es importante resaltar que lo más seguro es que la forma de aprender y hacer el Trabajo Social se actualice a las nuevas necesidades sociales, pues seguramente, por ejemplo, existirán y exigirán políticas sociales donde la relación ser humano-tecnologías estén equilibradas; es decir, que la vinculación de las tecnologías a la cotidianidad no sobrepase los mínimos de bienestar social, y ante esto la profesión tendrá que aprender a actuar.
En el futuro se requerirá formar ciudadanos que sean independientes, alfabetos tecnológicamente y, sin lugar a dudas, sensibles con quienes les rodean. Sujetos capaces de imaginar, innovar y proponer soluciones que estén direccionados a garantizar una vida digna y equitativa. Y ante este deber el Trabajo Social tendrá que proponer acciones pertinentes, siempre resaltando que la labor de las y los profesionales del Trabajo Social no está en solucionar problemas, sino, en potenciar para un bien común las interacciones sociales. Además, el futuro va a necesitar profesionales que evalúen de manera constante el impacto social de las tecnologías en las dinámicas sociales, y allí evidentemente también estará el Trabajo Social aportando.
¿Cuáles son entonces los principales retos relacionados con la formación profesional?
Son muchos los retos a los que tendrá que enfrentarse la profesión para responder a las demandas sociales del futuro, pero en esta ocasión deseo resaltar tres que considero son primordiales:
Primer reto: los y las profesionales del Trabajo Social tendrán que aprender sobre innovación social, emprendimiento social, desarrollo sostenible, pensamiento complejo y evaluación de impacto social.
Segundo reto: las Trabajadoras y los Trabajadores Sociales tendrán que comprender el funcionamiento de las nuevas tecnologías relacionadas con la interacción, conexión y comunicación humana, como por ejemplo las redes sociales, ya que gran parte de nuestras intervenciones sociales estarán relacionadas con dichas tecnologías.
Tercer reto: el Trabajo Social como campo de conocimiento tendrá que aprender y crear nuevas alternativas de intervención en lo social, ya que las nuevas dinámicas sociales del futuro no podrán solucionarse con las formas actuales, para ello será necesario adquirir un pensamiento crítico-complejo que permitan comprender la múltiples interconexiones de las dinámicas humanas con su entorno, pero, también, tener la habilidad para cuestionar y proponer acciones encaminadas a la justicia y equidad social.
Palabras de cierre
Finalmente, es importante resaltar que al momento de pensar el futuro no podemos dejarnos solo seducir de las maravillas que podemos obtener de las nuevas tecnologías, las cuales son cada vez más inteligentes, sino, que hay que pensar es la posibilidad de convivir mejor como especie, es por ello que más allá del desarrollo tecnológico del futuro, hay que priorizar, en especial desde las ciencias sociales, a los derechos humanos, la equidad social, la justicia social y la vida digna.
También, hay que comprender que le futuro es una construcción constante de múltiples presentes, es decir que este se construye en el aquí y el ahora, de esta manera los diferentes retos por afrontar en relación al futuro hay que comenzarlos a gestionar desde ahora mismo.
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2 añosTotalmente de acuerdo, si bien es cierto que en ocasiones he llegado a pensar que nuestra profesión no tenía futuro. Menos mal que fue de manera transitoria.
Trabajador Social amante de la Comunicación
2 añosTotalmente de acuerdo!!! :)
TMA Soluciones
2 añosGracias Jhon por el artículo, coincido en todo lo que indicas, solo añadiría un cuarto reto que sería que el TS ya está en todos los sectores e instituciones del estado y esa polivalencia y cercanía a la persona debe hacer pedagogía en valores. El TS es el profesional encargado de dirigir la sociedad para que la persona crea en la persona y respete a la persona y hay que trabajarlo, todo lo que indicas en el artículo conduce al aislamiento, al egoísmo, a tener la mejor vida posible pero no a costa de los demás. Debemos cultivar los valores con mucho cariño para que entren en las escuelas, empresas, instituciones y acaben mentalizando a la persona que su supervivencia no depende de guerras sino del respeto a los demás.
Mentora de Ikigai o Propósito de vida. | Estrategias de marketing digital | Emprendimiento | Gestión del talento humano
2 añosMuy buen análisis y comparto las ideas, un criterio muy correspondido con la realidad actual.