El valor de las personas

El valor de las personas suele ser algo intensamente mencionado en diversos estudios y publicaciones. Materia de coaching y entrenamiento permanente a nivel ejecutivo y de medianas jefaturas. ¿Pero damos efectivamente valor a las personas? y ¿Cómo lo expresamos?.

Parece ser que el aprendizaje de como nos relacionarnos adecuadamente con nuestros pares, superiores y subordinados, suele ser una materia a aprender. Que debemos re educarnos y guardar aquellas buenas o malas costumbres que traemos de casa para encajar. Que debemos aprender a liderar y a trabajar de manera eficaz en equipo.

Finalmente es tan importante el como nos relacionamos, que gran parte de nuestros buenos resultados profesionales se basan en como decimos las cosas a otros, como pedimos las cosas, como damos instrucciones, que hacemos frente a las dificultades de los demás, en resumen..   como nos ponemos en el lugar de los otros.

Yo estoy convencido que nuestra vida esta llena de experiencias recogidas al compartir con nuestra familia, amigos, maestros, etc; y más aun, que cada uno aporta con algo que no imagina, en nuestra formación y definición como personas. Las experiencias compartidas, las penas y alegrías, sus penas y alegrías, nos forman poco a poco y van moldeando nuestro carácter, temperamento y personalidad. Saber elegir de quienes nos rodeamos, parece ser un trabajo cuidadoso al que hay que atender con atención.

Pero, si aquellas relaciones logran transformarnos en quienes somos, no deberíamos agradecerles a cada uno de aquellos por ese aporte que han hecho en nosotros. Finalmente nuestro objetivo es aprender a dar valor a las personas. Qué mejor que hacerlo con ellos, que nos han ayudado, incluso sin saberlo.

Hoy tuve esa oportunidad. Me encontré con mi profesora de enseñanza media en el Liceo Comercial de Punta Arenas y luego de abrazos amorosos, hablando con ella, me di cuenta de lo importante que fue en mi formación profesional y en mi capacidad de entender con una mirada contable, los proyectos que a lo largo de mis cortos años he debido abordar. Hace 27 años dejé el colegio con un corazón lleno de sueños y esperanzas. Al resumir mi carrera profesional, observo lo importante que fue Teresa Lizondo en mi formación profesional y ética; y hoy se lo pude decir con mucha alegría.

Después de todo, nos formamos entre otras cosas para relacionarnos de manera adecuada con nuestros equipos, para valorar a las personas. Qué mejor que valorarla diciéndoselo con un gran abrazo. Te pasaste Tere. Gracias por todo!!!