El verdadero motivo por el que he cambiado de instituto

El verdadero motivo por el que he cambiado de instituto

Durante el verano he recargado energías, pero también he ampliado mi archivo de historias por contar. Cada vez que uno llega a un nuevo lugar, disfrutar de lo que ves es un gozo, pero si a esa experiencia le sumas las historias que allí se han vivido y todas las que puedes imaginar, el placer se hace mucho mayor.

La primera historia que he contado a mis alumnos, nuevos alumnos, en este curso va de un hombre pez que tiene una escultura junto a un río en un pueblo cántabro, Liérganes. Puedes leerla aquí.

Tras la narración oral, puse al alumnado a escribir un final para la historia y, aunque estamos empezando el curso, la espontaneidad y originalidad de algunas propuestas me ha maravillado:

  • A su regreso al pueblo, Francisco solo pronunciaba otra palabra: amor. Echaba de menos a una mujer a la que conoció durante su desaparición y hasta que no se reencuentra con ella no recupera la normalidad.
  • Por las noches desaparece, nada hasta mar adentro donde se convierte en una criatura diabólica que causa el terror en medio de grandes tormentas.
  • Echó de menos la vida que durante cinco años llevó en el mar y terminó regresando.
  • Fue encantado por el canto de una sirena, pero un día llegó al pueblo una misteriosa mujer que con un conjuro lo liberó.

En este curso he cambiado de instituto. Lo he hecho a conciencia. Con el número de alumnos que tengo en las clases es posible leer cada uno de los textos, trabajar de forma más personal, revisar, corregir y mejorar. Es algo que no podía hacer en mi centro anterior y sé que es algo casual que posiblemente no dure mucho.

Me llena de tristeza que cada nuevo curso se pierdan líneas (clases) en los centros educativos y no hagamos nada por cambiar la tendencia. Estoy cansado de escuchar que por la baja natalidad cada vez hay menos alumnos y se reducen clases, pero creo que estamos perdiendo una ocasión única para tener ratios más bajas, hacer una educación más personalizada y de más calidad. 

De momento, intentaré atender a mis alumnos con firmeza, pero con cercanía, transmitiendo los conocimientos de mi asignatura, pero también generando momentos para disfrutar. Para ello me valgo de las historias, benditas historias. Os dejo otras dos de este Un país de historias:

El agua milagrosa que hacer ver en la oscuridad

El sillón maldito para hablar con el diablo

PD: Mi libro Cómo enseñar con historias se ha mantenido entre los diez primeros puestos de su categoría durante todo el verano y ahí sigue. ¡Muchas gracias!

Besos y abrazos.

ASOCIACION HORNASOL

PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN HORNASOL

5 meses

Estimado Javier te sigo desde hace bastante tiempo en las redes desde que contaste con Hornachuelos hace algunos años donde ganaste uno de los premios de nuestros hermanos seminario que tocaremos madera ahora va a empezar a publicarse, tu huella se quedó aquí también en la tierra meloja y nuestra Andalucía aunque es grande lo bueno siempre permanece un abrazo y enhorabuena por tu éxito merecido como gran escritor www.hornchuelos.org

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