"Electromovilidad a nivel personal: evitando arrepentimientos en el proceso"

Tengo la suerte de contar con una persona a mi lado que se preocupa mucho por ayudar a frenar el calentamiento global y reducir nuestra huella de carbono en cada paso que damos. Comparto la misma visión, aunque aún no tengo los recursos para comprarme un automóvil eléctrico 100% como él lo hizo.

Cuando lo adquirió, no podía creerlo. El modelo era considerablemente más caro que uno convencional de la misma marca. Mi primera impresión fue que no era una buena inversión, ya que se espera que a medida que aumente la oferta de este tipo de vehículos, su precio disminuya significativamente. Además la tendencia es que aumente la autonomía de las baterías de litio, y también que mejore su tecnología - con o sin litio. Pero luego pensé que todo lo que contribuye a una vida más saludable y sostenible resulta más costoso que su equivalente poco saludable y no sostenible. Es decir, resulta costoso cuidar del planeta. Y el sistema no ayuda mucho.

La batería de su vehículo eléctrico tiene una capacidad de 95 kWh, lo cual equivale a tener el tanque lleno en un automóvil de combustión interna. Con esa carga, puede recorrer hasta 450 km antes de quedarse sin energía. Sin embargo, en este caso no sé si sería posible empujar el vehículo hasta la estación de carga más cercana que cuente con cargadores para vehículos eléctricos. Además, no hay estaciones de carga en todas partes y desconozco cuánto tiempo de espera implicaría encontrar una que tenga carga rápida.

Habiéndoles contado sobre la base de este EV, hablemos ahora de los cargadores ¡Qué mejor lugar para cargar que en el Parque Arauco, donde junto a Enel X Way, se encuentra el centro de carga pública más grande de América Latina! Pues bien, conectamos el automóvil a los enchufes JuiceBox de 7 kWh. Pasamos aproximadamente 2 horas paseando por el centro comercial y la carga del vehículo eléctrico solo aumentó un 4%. ¿Broma? Era un problema serio, ya que necesitábamos cargar la batería hasta un 80%, que es lo recomendado para prolongar su vida útil. Esta vez decidimos buscar en COPEC Vortex cargadores de carga rápida para poder "llenar el tanque". Ellos tienen 35 puntos de carga rápida a lo largo del país - 2 ó 3 en Santiago - y prometen cargar en 20 a 30 minutos. Esta vez nos fue mejor, llegamos a una Copec en Vitacura, con 3 conectores de carga: 1 de 180 kW, otro de 50kW y otro de 22kW. El más poderoso estaba ocupado, así es que nos fuimos por el de 50kW, pero que en realidad cargaba como a 25kWH, ya un poco cansados fuimos por un café, hasta que se desocupó el de 180kW, y que en realidad cargaba como a 100kW. En total debemos haber estado como 1,5 a 2 horas, pero esta vez si cargamos. Aprendimos que la velocidad de carga, al parecer no es pareja, parte lento, sigue rápido y termina lento, esto para proteger la batería de calentarse.

Ya les contaré en una segunda parte, todo lo que alcanzamos a leer del tema de cargas y baterías. Hay EV con baterías de menos capacidad, y claro, se cargan en menos tiempo, pero hay que hacer más cargas. El precio de la energía es más caro si es de carga rápida que si es de carga lenta o domiciliaria. Lo que si nos quedó claro que necesitaremos contar con un par de horas al menos una vez a la semana, si queremos tener toda la autonomía de este vehículo eléctrico de alta gama, ya que la marca no se pone con cargador domiciliario, que por lo demás son lentos por varias restricciones. Tampoco todo fue tan malo, ya que hay harta interacción social e intercambio de experiencias en la zona de carga, y por cierto el precio de la carga de energía es como un 70% más barato que el combustible convencional.