¿Empleado con espíritu de emprendedor? Las razones “correctas” e “incorrectas” para dar el paso
Por: Jaime A. Cardozo
¿Algunas vez ha pensado en emprender para ser su propio jefe? Para manejar su propio horario? ¿asignarse su propio salario? Si las anteriores preguntas tienen respuesta afirmativa, este artículo le puede interesar.
Quién no ha pensado en renunciar cada vez que el jefe que le tocó (porque no lo escogemos) le dice o hace algo que no le gusta, creo que no me equivoco cuando afirmo que todos hemos pasado alguna vez por esta situación, y si no le ha pasado, pronto le pasará. Cada vez que nos invade este sentimiento emerge la idea de que quizá sea la oportunidad o el momento para iniciar el sueño de negocio que siempre ha tenido y ser su propio jefe, suena tentador ¿cierto?. Pues quiero contarle, y no para desanimarlo, que cuando se emprende un negocio no solo se tiene un jefe, sino muchos y de todos los matices. Resulta que cada cliente, no importa el tipo de negocio, automáticamente se convierte en “jefe”, y quizá más demandante que cualquier otro que haya tenido, y en este caso se enfrenta al riesgo de que no lo vuelva o contratar o en el peor de los casos que no le pague.
Ahora miremos el tema del horario, ¿quién ha aseverado que por no ser empleado de una empresa no tienen que cumplir horario? o porque usted es el propietario no tiene que trabajar un número determinado de horas? Es cierto que ser independiente tiene algunas libertades con respecto al horario, pero por si no lo había pensado, usted termina trabajando quizá más horas que un empleo tradicional. No pretendo desanimarlo a tomar una decisión tan importante como emprender, solo quiero que lo haga por las razones correctas.
El salario es otro de los temas más recurrentes entre los emprendedores y con todo sentido, a quién no le interesa ser bien remunerado, ¿verdad?. El tema aquí cuál es, cuando se inicia un negocio propio, a menos que cuente con un capital robusto para empezar, siempre el salario de los emprendedores deberá ser sacrificado al principio o mientras el negocio adquiere la madurez económica que le permita asignarse la cantidad que desearía. Revisemos algunos ejemplos de emprendedores en el mundo, Jeff Bezos de Amazon, Mark Zuckerberg de Facebook, Steve Jobs de Apple ellos no tenían asignado salario al principio, de hecho la mayoría tiene como compensación anual US$ 1. Steve Jobs mantuvo, de su propio bolsillo, la operación de Pixar antes de ser el estudio exitoso que hoy conocemos.
Luego entonces, ¿cuáles deberían ser las razones correctas para dar el paso al emprendimiento? Lo primero que hay que descartar son las razones mencionadas anteriormente, si después de la reflexión concluye que sus motivaciones son diferentes, va por buen camino. El emprendimiento es algo así como el enamoramiento (note la similitud incluso de las dos palabras) es algo que se siente, se vive, un impulso interior que emerge cada vez que piensa en la idea o en el ser amado. Usted cuando se enamora no espera que la persona “amada” le pague por amarla, ¿verdad? Igual es en el emprendimiento, usted debería tener claro que lo que va a iniciar lo hace por convicción, con pasión, y pues que bueno que al final le paguen.
Recuerde que el dinero es un resultado, no un camino ni un fin, importante si, pero no definitivo. Piense también cuál es la necesidad que va a cubrir o que sienta que no esté siendo bien cubierta por los demás y empiece por ahí. El por qué va ha hacer lo que va hacer es mucho más importante que el cómo lo va ha hacer. Imagínese como sería su negocio en diez años, en donde cree que estaría usted y su negocio. Proyectarse es una manera de alcanzar los sueños, tenga en cuenta que el ser humano es "visual" y por tal motivo debemos "ver" para orientar nuestros esfuerzos hacia la meta.