EMPLEADOS COMPROMETIDOS, EMPRESAS EXITOSAS
Si hay algo innegable en el mundo empresarial el día de hoy, es la incidencia del compromiso que los trajadores tienen con su empresa, en el éxito que ésta obtenga.
El alto nivel del conocido “engagement” de los colaboradores con la organización, reduce la rotación, aumenta la productividad, construye relaciones fuertes con colaboradores y con clientes, y, por supuesto, aporta al crecimiento de la empresa.
Los resultados del Reporte de Gallup del 2023 respaldan lo anteriormente expuesto:
*Empleados altamente comprometidos tienen 87% menos probabilidades de dejar la empresa en la que trabajan.
*En temas de desempeño, encontró que colaboradores no comprometidos tienen una productividad 18% más baja y 37% de mayor probabilidad de ausentismo.
*Sobre la relación con clientes, los resultados arrojaron que colaboradores altamente comprometidos tienen calificaciones 10% más altas por parte de sus clientes.
*Además, encontró que las compañías con niveles altos de compromiso de colaboradores, son 21% más rentables.
Todas estas son razones más que suficientes para invertir en lograr el compromiso y la satisfacción del factor humano. Pero, si bien muchos de los altos ejecutivos alrededor del mundo tienen clara la necesidad de mejorar el compromiso del colaborador, pocos han podido desarrollar estrategias tangibles para medirlo o para acercarse a esta meta.
La necesidad de hacerlo es imperativa, más aún cuando un estudio actual de Harvard indica que solo el 24% de colaboradores están emocionalmente vinculados y comprometidos con la empresa para la que trabajan.
¿Y cómo se define el compromiso que tiene una persona con la organización para la que labora? Es el grado de involucramiento y responsabilidad emocional e intelectual que tiene hacia su trabajo, retos del negocio y empresa.
Este vínculo llega de múltiples y complejas fuentes que interactúan entre sí. Si bien algunas son externas, otras dependen de la persona misma. Expertos consideran que los siguientes elementos tienen un impacto importante en el nivel de compromiso de los individuos:
Recursos: Si los que son proveeidos por la empresa son suficientes para realizar el trabajo asignado.
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Expectativas: Grado de claridad en que las personas entienden lo que se necesita de ellas.
Retroalimentación: Claridad y consistencia en que el trabajo es evaluado.
Reconocimiento: Cómo la empresa reconoce los logros del colaborador.
Compensación: Cuán justo es el pago recibido relacionado con las tasas del mercado.
Importancia: Cuán relevante siente el colaborador que es su contribución con la empresa.
Propósito: Cómo el empleado siente que contribuye a la sociedad mediante su trabajo y funciones.
Relaciones con colegas y jefes: Cuán conectados los colaboradores se sienten a sus compañeros de trabajo.
El conocer estos conductores del compromiso laboral nos puede dar ciertas pautas para tomar acciones en las empresa que contribuyan a que se estreche este importante vínculo.
No es tarea fácil, pero trabajar en la cultura organizacional puede ser un buen punto de partida para promover el compromiso. Primero, crear espacios para escuchar al empleado, incentivar la comunicación y así promover cambios que afloren de esas conversaciones. Responder a sus necesidades a la par de comunicar la visión de la compañía para así facilitar que el colaborador se sienta alineado y encuentre el propósito de su trabajo y funciones. Luego, promover los valores de la empresa y asegurar que estos sean vividos y ejemplificados a todo nivel. Esto recuerda al empleado que es parte importante de la organización a la que pertenece.
Entrenar a los líderes para que comuniquen expectativas claras y retroalimenten constante y constructivamente a sus equipos es otra acción importantísima. Así también crear espacios para el intercambio y relación entre los empleados para contribuir en estrechar sus relaciones.
Lo cierto es que vivimos una época muy diferente en el mundo laboral. El Director General de Linkedin, Ryan Roslansky, la llama la “Gran Remodelación”. Una época de gran migración de talento en la que nos estamos replanteando no sólo cómo trabajamos, sino por qué lo hacemos. Nos dice Roslansky que encontraremos más personas comprometidas, que hagan el trabajo que amen, en empresas que los apasionen, pero que el éxito lo tendrán solo aquellas organizaciones que involucren a sus empleados, que sean empáticas y con entornos de confianza.
Director ejecutivo en QUIRÓN ECUADOR
1 añoExcelente artículo donde si las empresas f invirtieran en formatos para incentivar el compromiso en sus trabajadores, sus resultados fueran beneficiosos y sería un ganar ganar para ambos