Emprender, más que una idea, un estilo de vida
Es posible robar las ideas, pero nadie puede robar su puesta en práctica ni la pasión por ellas. Meditando la frase anterior del autor Timothy Ferriss, recordé casi instantáneamente un podcast que escuché hace un tiempo atrás sobre lo que sucede cuando las ideas vienen a nosotros. En el podcast conversaban sobre una teoría en donde establecen que las ideas nacen y flotan alrededor de todos nosotros y se sientan en la mente de una persona, si esta persona no quiere actuar a partir de la idea, esta se irá y nacerá en la mente de otra persona hasta que llegue a alguien que no tenga miedo de actuar sobre ella. Para dar a entender mejor su teoría, daban el ejemplo de que muchas personas se han quejado alguna vez en su vida porque, un día se percatan que una idea que llevaba tiempo rondando en su mente la tuvo otro que fue más rápido y la puso en práctica.
Para nadie es un secreto que emprender siempre será el camino más difícil, es un camino lleno de retos en donde no podemos tener expectativas de llegar al final, sino que hay que verlo como un pasillo con infinitas puertas o metas por cruzar. Un buen emprendedor nunca se deja entrar en una zona de comfort, ya que muchas veces estancan negocios que pudieron ser increíbles por falta de valor a arriesgarse. En los tiempos buenos de este camino, llegamos a sentirnos invencibles y vemos lo imposible posible, pero en los tiempos difíciles no dejarse llevar por las emociones y sentimientos negativos no siempre se logra.
A mis 20 años me he visto siempre impresionada y atraída por la pasión de las personas que conozco y también hasta figuras famosas que llegan a ser muy exitosos porque supieron explotar lo que más amaban hacer. Me he dado cuenta cómo todo esto es un proceso que se va cultivando y creciendo con los años. No se puede ver un buen fruto de la noche a la mañana y sin los nutrientes necesarios. Muchos de los emprendedores más exitosos que conozco y que me inspiran empezaron desde abajo y fueron surgiendo a medida que fueron invirtiendo cada vez más su tiempo en sus proyectos, cada vez más esfuerzo y dedicación. No solo se trata de tener una idea que nadie haya tenido antes, se trata de creer en su idea y trabajar hasta verla hecha realidad.
La pasión que nace en cada uno de nosotros debe ser el combustible para las ideas innovadoras que podamos crear. Ese combustible tiene que ser suficiente para llevarnos hasta el final del camino. No podemos aspirar a ser exitosos si nuestros ojos y mente no tienen una visión clara y definida de lo que anhelamos. Como decía la frase de Ferriss al inicio del artículo, las ideas pueden venir e irse, pueden cambiarse, hacerlas de cero y pueden amoldarse, pero ese amor y esa puesta en práctica tan única de cada emprendedor es el factor que en mi opinión hace una idea exitosa.