Volver a las bases
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Volver a las bases

¿Quién no escuchó esta frase en algún momento? Seguramente muchos.

¿Quién lo pensó implementar en una situación en la que ya no sabía por dónde seguir? Algunos quizás.

Cuando empezás con un proyecto, tenés todo el entusiasmo. Estás comprometido con lo que estás haciendo, mil ideas surgen y analizás la manera de ir implementándolas.

Y para no perderte nada, empezás a googlear, seguir en las redes sociales y descargar cualquier material que crees que es hiper necesario para llevar a cabo tu plan.

Es entonces cuando la vorágine del mundo emprendedor te abduce. Crees que si no vas al ritmo de los emprendimientos que consideras exitosos y tomas de modelo, vos no lo vas a lograr.  

Empezas a cuestionarte todo lo que tenes que hacer y en donde tenes que estar para darle visibilidad a tu negocio. Porque si Fulanito y Menganita lo hacen, debe funcionar y yo tengo que hacerlo también.

Esto se nota mucho cuando empezás a compartir tu tiempo en las redes sociales. Y tu nivel de estrés llega a niveles insospechados y luego cierta frustración. Pero si era tan bueno, ¿cómo es que a mi no me funciona?

Lo que sucedió en todo este proceso, es que no te detuviste un momento a pensar algunos aspectos:

-        ¿Cuántos años tiene el emprendimiento con el que me estoy comparando y al cual considero exitoso?

-        ¿Es realmente exitoso? Chan! Que pregunta Teté! No todo lo que se ve es realmente lo que sucede.

-        ¿Compartimos la misma estrategia de crecimiento, como para que las mismas acciones nos reditúen a ambos?

-        ¿Es el mismo público?

-        ¿Tenemos el mismo objetivo?

Y podríamos seguir con muchísimas más preguntas, pero ya con esto creo que podés darte una idea de cuál es el punto.

Ahora podés darte cuenta que quizás esas acciones, esas maneras de comunicar que ves en otros emprendimientos quizás no cuadran con el tuyo. Ahora, ni siquiera estás seguro si realmente esas acciones hacen que aumente sus ventas.

Entonces, ¿cuál es la solución? ¿Abandonar todo y dedicarte a otra cosa? No. Rotundamente no.

El camino es encontrar tus propias acciones, tu propia estrategia, tu propia identidad en definitiva. Todos tenemos algo que nos hace únicos, como personas y en consecuencia como emprendimientos y negocios.

Volvé a las bases de lo que creías que tenías que hacer para que tu emprendimiento sea lo que siempre soñaste.

¿No sabés cómo? Pedí ayuda, capacítate, contrata consultorías o mentorías.

Pero frena, tomate un tiempo y baraja de nuevo. Lograrlo está a un pasito no más. 

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