Empresas consistentes

Hola Linkedin. Me he propuesto cada mes hacer una reflexión, a modo de blog personal, de temas relacionados con el mundo de la cultura empresarial, aspecto que me apasiona. Como mi trabajo me permite conocer a muchas organizaciones, en mi mente aparecen reflexiones que quiero humildemente transmitir.

 Seguramente erraré en alguna reflexión, pero son simplemente eso, reflexiones personales.

  Xavier Marcet en su libro “Crecer haciendo crecer” habla de las empresas consistentes.

“consistentes”, que término tan sencillo para definir algo tan complejo.

 Y sobre ese término quiero reflexionar hoy. Algunos ejemplos de consistencia en una empresa creo que puede ser:

• Aquello que crees que debe ser diferencial tu empresa, el ADN, tus valores más allá de ponerlo en una presentación, de pintarlo en las paredes de la oficina debes practicarlo desde el director general hasta cualquier empleado. Un ejemplo habitual es la “innovación”. Muchas empresas dicen “tenemos que innovar, la innovación es vital para nuestro futuro” pero la realidad es que está relegada a un grupo o departamento ajeno al resto de la empresa. Si algo es importante para la compañía debemos definir, medir y reservar un % de dedicación a este concepto, de todos los empleados y por supuesto directivos. Por eso una empresa consistente es aquella que logra poner en práctica real aquello de lo que presume, de lo que cree que es su valor diferencial.
• Medir. Las grandes corporaciones miden, miden y miden el resultado desde hace décadas. Pero su medición es a corto plazo. Miden el resultado del ejercicio fiscal actual, tal vez miden el crecimiento esperado del próximo año, pero no miden más allá: hoy se están produciendo en las organizaciones productos, servicios, relaciones que generan poco valor a corto plazo, pero en cambio serán claves para el futuro. Y esto no se mide. Y lo que no se mide en una empresa, no existe.
• Premiar el compromiso y el éxito hasta matarlo. Es habitual ver en las organizaciones profesionales que empujan, que se dejan la piel y en algún momento tienen éxito, empieza a florecer el resultado de años de trabajo. Ese momento dulce, rápidamente se marchita, y ¿Por qué? “Porque como menganito funciona, dale más, dale más”, hasta que ya no funcione, claro. Tal vez la clave sea estudiar por qué ha funcionado y replicarlo en forma de red, en vez de acumularle más responsabilidad, más volumen hasta que el éxito sea un fracaso. Las organizaciones piensan que así recompensan el buen hacer, pero como la meta es cada vez más grande, en vez de compensar, lo que hacen es “matar” el éxito, el buen hacer, aquello que hizo que funcionara. Por internet se puede leer de casos de grandes compañías tecnológicas que ponían en práctica modelos de incentivación que en realidad acabaron incentivando la mediocridad. Si vas a un ritmo sostenido, donde no despuntas, tus indicadores iban mejor. Y el que despuntaba no le rentaba. Todo lo contrario a lo que perseguían.

En resumen, si quieres ser una empresa consistente:

1. Dedica tiempo a aquello que es tu valor diferencial.
2. No solo mide tus resultados económicos a corto. Mide la aportación actual a largo plazo.
3. Premia el compromiso y el éxito, pero no lo ahogues. No pretendas que lo que funciona arregle lo que no funciona, porque conseguirás que ambas cosas dejen de funcionar.