Cuando las empresa se vuelven bizcas
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Cuando las empresa se vuelven bizcas

Hace unos días en mi clase de inglés aprendí que los Mayas, a los bebes de una familia de buena cuna, les ponían al nacer un cordón alrededor de su cabeza con una figurita colgando en frente de los ojos, para que mirarlo constantemente se volvieran bizcos de por vida.

Es una experiencia interesante que me permite introducir la siguiente reflexión: cuando las empresas se vuelven bizcas.

 La historia reciente está llena de casos de empresas exitosas que en un tiempo rápido dejan de serlo, para desaparecer o bien para relegarse al fondo de un puesto inferior a lo que fueron, y del cual no son capaces de volver.

Las causas son muy diversas, pero mi reflexión de hoy es cuando las empresas dejan de mirar afuera, a sus clientes, y miran a dentro, a su propio ombligo, volviéndose bizcas sin darse cuenta.

En un entorno donde todo cambia constantemente y la competencia es feroz, una empresa nunca nunca nunca puede perder su esencia: existe para sus clientes.

 Y este es el foco, el único foco importante al cual deben mirar la dirección ejecutiva, managers y todos los empleados: cliente, cliente y cliente.

Y esto no puede ser un simple eslogan en sus presentaciones, en sus paredes de la oficina, debe ser lo que ocupa el 80% del tiempo. 

Las empresas que dejan de priorizar ese foco de cliente, pensado que el cliente seguirá eternamente fiel a tus servidos o productos, y comienzan a ocupar el tiempo en temas internos, eficiencias mágicas sacadas de un libro de consultoría para dummies, están condenadas a perder, a fracasar, y en el peor de los casos, a dejar de existir.

 Cuando la prioridad que marca el equipo directivo es la interna, y no la del cliente, entonces… ¿Qué valor le devolvemos al cliente? ¿Para que seguirá confiando en nosotros?

 En mi opinión deberíamos:

1.    El foco SIEMPRE es el cliente.

2.    No te dediques a explicarlo, ponlo en práctica: dedica el 80% del tiempo de toda la pirámide profesional de una compañía al cliente. Desde dirección general hasta el perfil más junior de la empresa.

3.    Cuando quieras hacer acciones de eficiencia y mejora en tus procesos internos, NUNCA olvides, ¿cómo afectará a mi cliente? Y la respuesta nunca es “No afectará”, porque siempre, directa o indirectamente lo hará

4.    Las mejoras internas solo tienen sentido si cuidas el valor que ofreces a tus clientes. Porque si no, de tanto mirarte al ombligo en un compañía, acabarás no dándote cuenta que tu cliente se movió.

 

Evitar que las empresas se vuelvan bizcas, más aún cuando tiene éxito, es una tarea ardua pero de supervivencia pura.

 ¿Opinas lo mismo? ¿Estás de acuerdo?

Mario Yélamos Rebolledo

Executive Director - Inetum Solutions Cataluña

4 meses

Hace más de un año escribí esta reflexión. Pasa el tiempo y veo que sigue actualizada y por desgracia presente en muchas organizaciones. No sé porque pero hoy me ha venido a la cabeza. Hay temas que siempre debes recordar no hacer, no caer... Y este es uno de ellos

Santiago Begué

QS Manager Catalunya @ INETUM

1 año

Coincido plenamente conitgo Mario, gracias por la reflexión. Tu escrito me sugiere también como habituarnos a la mirada de corto alcance, a bizquear continuamente por mirar muy de cerca la realidad nos hace incapaces de ver el paisaje, hasta el punto de percibir el entorno de forma desenfocada. El "cortoplacismo" se convierte en vicio y el vicio en defecto. Levantar la mirada para ver mas allá del dia a dia como ejercicio de terapia visual, metafórica y real.

Manel Larred

Public Sector Senior Business Development en Inetum

1 año

Muy acertado Mario. Yo añadiría como reflexión, que las organizaciones altamente jerarquizadas no hacen más que alimentar el “monstruo” de lo interno, produciendo un efecto negativo: que el cliente se adapte a ellas, en vez de al revés. El paradigma contrario está en las organizaciones líquidas: aquellas que consiguen establecer una jerarquía horizontal y liviana adaptable al cambio constante, a través de un modelo basado en roles en vez de áreas, sumando las diferentes disciplinas de valor en la organización para un único propósito conjunto; el bien común hacia el cliente.

Javier Torres Seco de Herrera

Director Sector Administración General del Estado y Servicios Públicos en INETUM

1 año

100% de acuerdo, perder la vista y el oído de las necesidades presentes y futuras del mercado, que en definitiva, son los clientes, es un error mayúsculo. Parece de perogrullo, pero hay cientos de ejemplos

Muy buena reflexión Mario. Me ha encantado. Un detalle más a añadir a tu excelente profesionalidad. Un fuerte abrazo.

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