¿En las instituciones educativas tenemos documentos o instrumentos de gestión?

Mucho se habla de los instrumentos básicos de gestión que, según el ministerio, son el proyecto educativo, el proyecto curricular, el reglamento interno y el plan anual de trabajo para la educación básica y se añade el manual de procesos para la superior. Se entiende que cada uno de estos instrumentos deben guardar una armonía y una coherencia interna entre sí. También está claro que hay otros documentos que son vitales para una gestión ordenada, planificada y proyectada para crecer sostenidamente en el futuro.

También he escuchado a muchos gestores educativos que mencionan que “no se hacen problemas y sólo cambian las fechas de los documentos para cumplir con las exigencias”; esto genera un real “cumpli-miento” es decir que cumplo y miento a la vez.

Si sólo se desarrollan papeles y formatos para presentarlos y guardarlos, estamos en un caso que desarrollamos documentos de gestión para el “cumpli-miento”. En caso que esos papeles y formatos son los que guían las decisiones sobre la aprobación de los proyectos institucionales, proyectos de innovación educativa, los presupuestos, las bandas salariales, el plan maestro de infraestructura, el modelo educativo, los horarios de clase, las actividades extracurriculares, actividades de responsabilidad social, las políticas institucionales, al plan estratégico y un largo etcétera, entonces estos son instrumentos de gestión.

Para que se pueda cumplir lo segundo, es necesario que toda la comunidad educativa los conozca, los entienda y los trabaje constantemente, de manera que cada colaborador de la institución entienda la manera como hace vida la propuesta educativa con el trabajo de su día a día, con el tipo de relaciones que establece con los demás, con las formas de felicitar y de amonestar, y de recibirlas. Esto genera una cultura institucional acorde al proyecto educativo, que, si se llega a consolidar, harán una exitosa experiencia de aprendizaje de toda la comunidad educativa.

¿Por qué muchos estudiantes no les gusta el colegio? Una de las posibles, y más factibles, respuestas es que el colegio tiene documentos de gestión; puesto que cada directivo, colaborador, estudiante y padre de familia creen suponer lo que significa formar y educar, y las maneras de en las que se deben realizar. Esto genera desagradables desencuentros y hasta juicios de valor entre unos y los otros.

Ante este comentario ¿seguimos teniendo documentos de gestión o nos atrevemos a tener verdaderos instrumentos de gestión para nuestras instituciones educativas?