Encuentros cercanos del primer tipo...
Encuentros cercanos del primer tipo

Encuentros cercanos del primer tipo...

A veces me pregunto cómo tener un encuentro cercano del primer tipo en mi departamento y en mi cama sin que resulte una misión imposible. Fantaseo no más porque luego me respondo: imposibleee.

¿El salto del tigre no entonces? No.

Tener unos dos ambientes, libre de hijos, de yerno, nietos, perros, gatos, una orca y plumíferos varios, siquiera un momento, es solo un sueños aunque sea por una hora.

¿Libre por un día?

Los domingos viene el abuelo y los lleva a todos… ¡Sí! ¡Huija! Pero me clava hija y yerno. Así que siga participando.

La noche está en calma, susurra Charles Baudelaire, sí, ¡porque no vivió en mi casa! No, cierto, ya está muerto.  Porque cuando yo apago la luz hijo adolescente la enciende.  Hago tiro al blanco con una zapatilla a la lamparita y se enciende el resto de la casa.

¿Lucha libre? ¿Menàge a trois? ¿Partusa pequeña? ¿Aunque sea de a dos? Si, en mí cama, pero no de dos cuerpos humanos candentes sino entre humana y gatas que no ceden terreno ni por las más beatas razones; ¡mí cama no la entregan! Ni siquiera un centímetro. 

¿Orgía de las grandes? ¡No! En casa sería menaje a diez con zoofilia incluida Y conmigo no cuenten, ya estoy vieja. Ma sí, me doy por vencida. Eso sí y por las dudas, no más, los juguetes, esos del sex shop, de los que vienen por delivery ahora. ¿Serán amables y mandarán helados?

Monica Gervasoni

Productora radial. Creadora de contenido para gráfica, RSS y sitios web

1 año

Gracias! Espero que al menos pudiera arrancarle una sonrisa

Carlos Oviedo

Profesor de idioma inglés y traductor de idioma francés en Independiente

1 año

Ingeniosa narración.

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