Enfermedades ocupacionales: lo que debes saber para proteger a tu equipo

Hay enfermedades que se generan por el estilo de vida o casos fortuitos, y otras que aparecen y empeoran en el ambiente de trabajo. ¿Sabés qué son las enfermedades ocupacionales y cómo evitarlas?

Las enfermedades ocupacionales se originan o agravan por las condiciones de trabajo diarias, que pueden variar según la tarea. Y ese número de casos viene en aumento en los últimos años. Según datos del INDEC, en el último año se registró un incremento del 23,7% en las enfermedades ocupacionales declaradas. La mitad de estas enfermedades resultaron en días laborales perdidos, y el 7,5% generó algún tipo de incapacidad y secuelas permanentes en la persona involucrada.

Es esencial que las empresas se ocupen de prevenir enfermedades, capacitar y concientizar a sus empleados y brindar las herramientas adecuadas para crear un espacio seguro. No solo para evitar accidentes o enfermedades, sino también cuidar la productividad y ambiente laboral. 

¿Cuáles son las enfermedades laborales más comunes?

• Estrés laboral: provoca dolores de cabeza, ansiedad y pérdida de foco. Puede desarrollarse por una carga de trabajo excesiva, plazos ajustados, falta de control sobre las tareas laborales, relaciones laborales tensas o problemas personales que afectan el rendimiento en el trabajo.
• Fatiga visual: ojos rojos, ardor y cansancio por exposición prolongada a pantallas. La falta de descansos adecuados, una mala iluminación o una postura incorrecta también pueden contribuir a este problema.
• Fatiga postural: asociados a largas horas sentado en una misma posición y a diseño ergonómico deficiente. La ausencia de estiramiento y la falta de ajustes en el mobiliario también pueden contribuir a la mala postura.
• Síndrome del túnel carpiano: provocado por movimientos repetitivos, afecta la fuerza en las manos y puede provocar inflamación y dolor.
• Gastritis: ocasionada por desorden en los horarios de comida, alimentación poco saludable o estrés laboral prolongado.
• Síndrome de burnout: es el resultado de un estrés laboral crónico y prolongado que agota física y emocionalmente a una persona. La falta de apoyo, reconocimiento, la incapacidad para desconectar y una carga de trabajo abrumadora, pueden contribuir a este estado.

Para prevenir estas enfermedades y proteger la salud de tu equipo, es fundamental promover un ambiente laboral saludable que fomente la comunicación abierta y el apoyo mutuo. Se recomienda implementar políticas de ergonomía para garantizar un diseño adecuado del lugar de trabajo, ofrecer capacitación sobre manejo del estrés y técnicas de mindfulness, también capacitaciones sobre prevención de riesgos, accidentes y cómo actuar ante emergencias. Además, es importante establecer programas de salud y bienestar que promuevan una alimentación balanceada, actividad física regular y acceso a servicios de salud mental. Incluso, dictar talleres de primeros auxilios y atención primaria puede ser una gran herramienta.

El éxito de un negocio depende de la buena salud del equipo. Para prevenir y detectar problemas de salud y rendimiento, quizás sea momento de revisar las prácticas diarias y cómo podés mejorarlas para crear un ambiente más seguro, motivador y productivo. 

Si necesitás ayuda para diseñar prácticas saludables en tu empresa, ¡hablemos! Tenemos servicios de salud pensados para potenciar equipos y empresas. 

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