Entender las fases de venta desde una perspectiva digital permite provocar interacciones y experiencias del cliente con las marcas.
Los acontecimientos a los que el mundo se está enfrentando en estos últimos días, han dado un duro golpe, sino el final, a la publicidad, al marketing tradicional, y quizá, a los mismos modelos de negocio de algunas empresas. El hecho de encontrarnos la mayoría en nuestras casas, y que los negocios no estén trabajando a su máxima capacidad, está provocando que las empresas se replanteen como comunicar y hacer llegar a sus clientes y usuarios las propuestas de valor de sus productos y servicios.
Los acontecimientos a los que el mundo se está enfrentando en estos últimos días, han dado un duro golpe, sino el final, a la publicidad y al marketing tradicional.
Pero ahora ya no solo se trata de dar a conocer esa propuesta de valor, el marketing ha evolucionado y ha pasado de ser unidireccional (1.0), bidireccional (2.0), y multidireccional (3.0), a ser omnidireccional (4.0); es decir, que ya no se enfoca solo en las conversaciones que los clientes tienen con las marcas, sino en las experiencias que estos obtienen a partir de cada uno de los puntos de contacto que la marca tiene con ellos.
El marketing omnidireccional no solo se trata de las conversaciones de los clientes con las marcas, sino de las experiencias que estos obtienen en cada punto de contacto.
La evolución y diversificación del marketing digital, es un claro ejemplo de como ahora las marcas pueden desarrollar empatía con sus clientes y usuarios sin necesidad de estar fisicamente frente ellos, y esto es vital en nuestro contexto actual; pero para eso, necesitamos tener objetivos claros desde una perspectiva digital en cada una de las fases de ventas a partir de hacernos algunas preguntas claves:
- ¿Qué hago para llamar la atención de mis clientes?
- ¿Cómo despierto el interés y la necesidad por adquirir mis productos o servicios?
- ¿Cómo interactuó con mis clientes para convencerlos o manejar sus objeciones sobre mis productos y servicios? y finalmente,
- ¿Cómo hago para que mi oferta sea irresistible para concretar la venta?
A partir de esto, se debe de tener claridad que todas aquellas acciones que desarrollemos para promocionar nuestros productos y servicios a partir de una estrategia de marketing digital en la coyuntura actual en la que vivimos, nos debe permitir tener una medición constante de cada una de ellas:
- Medir la conexión o identificación de los clientes con los contenidos o historias que contamos a través de los diferentes canales digitales.
- Medir el conocimiento y preferencia que los clientes tienen por nuestros productos y servicios.
- Medir las interacciones que nuestros clientes tienen en las diferentes plataformas tecnológicas que tenemos a disposición. Y esto nos lleva a preguntarnos, ¿qué tanto estamos personalizando nuestras acciones de marketing digital de cara al cliente?
- Medir y analizar cómo estamos estructurando nuestras ofertas vs. las de nuestra competencia. Y por último,
- Medir el grado de satisfacción de nuestros clientes una vez han adquirido nuestros productos y servicios.
Y esto lo podemos lograr a través de los diferentes componentes que conforman el marketing digital como la inmediatez, la medición y la interacción, los cuales debemos agregar en cada una de las acciones que desarrollemos con nuestra marca.
Haz sobre las imágenes y mira la funcionalidad de estos ejemplos a partir de una estrategia de email marketing, desde estas acciones puntuales, puedes desarrollar el conocimiento e interacción de tu marca con tus clientes actuales y potenciales:
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