ENTRE USTED Y YO
LUISA REBECCA VALENTIN
COPYWRITER, CORRECTORA, EDITORA Y REDACTORA DE TEXTOS, RELACIONES PUBLICAS. REVISTA LUISA REBECCA. ACTRIZ.
POR LUISA REBECCA
"El dolor que has dejado en mi vida con tu indiferencia no lo puedo arrancar ni un momento de mí, y tan solo un inmenso pesar que tortura mi alma, me ha quedado después de negarme tu amor. Sin motivo ninguno rechazas mi amor que es sincero, sin tener compasión me desprecias y me das tu olvido. Me abandonas y al abandonarme me mata la pena de perder para siempre tu amor que soñé eternamente." Rafael Bullumba Landestoy.
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Se nos fue Bullumba Landestoy, pianista y compositor dominicano que vivió fuera muchísimos años y que en el ocaso de su vida volvió a residir a su país natal. Parece que volvió para morir en su tierra. Sus canciones populares fueron interpretadas por artistas de gran trascendencia y popularidad como Fernando Fernández, Toña La Negra, Daniel Santos, Panchito Riset, Celia Cruz, Vicentico Valdés y Alberto Beltrán, así como la pianista María de Fátima Geraldes, entre otros. Trabajó con Ernesto Lecuona, vivió en México, Puerto Rico y New York, donde hizo una excelente carrera.
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Entre sus temas más conocidos están "Mi dulce querer",, "Sin necesidad", "Yo soy mulata", "Carita de ángel", "Pesar", "Danzón en Fa", "Mini vals", "Danza loca", entre otras muchísimas composiciones que para piano y guitarra escribió. De hecho, las escuelas de música clásica tienen un amplio repertorio de piezas de este gran dominicano para el estudio de los jóvenes músicos clásicos. Son de rigor las piezas de Bullumba. Así que, muchacho que pase por escuelas de música clásica tiene que conocer la obra de Bullumba.
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A mí particularmente, me encanta su "Vals de Santo Domingo", una belleza de composición, llena de jovialidad, fresca musicalidad y burbujeantes acordes de felicidad y celebración. Una pieza orgullosamente dominicana.
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Procure escucharla, se va a prender de ella...
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Aproveche estos días calurosos, el Monumento a los Héroes de la Restauración es ideal. Arriba es tranquilo, gracias a Dios sin vehículos, sin vendedores ambulantes... La gente puede conversar, caminar, vi gente de todas las edades, niños jugando, adultos disfrutando del atardecer...