¿Es necesario el endeudamiento en una empresa?

De forma general y tal y como nos indica su nombre, podemos definir el endeudamiento como el conjunto de deudas/obligaciones que adquiere la empresa con terceros.

Existen diversas ratios que miden los niveles de endeudamiento. La mas común es relacionar su Pasivo y su Patrimonio Neto: (Pasivo Corriente + Pasivo No Corriente / Patrimonio Neto).

Esta ratio de forma ideal debería estar entre 0,30 y 0,80, aunque también depende del sector y de la capacidad de la empresa para generar efectivo. Por contra si la ratio es superior a 1 nos indica que la empresa tiene mas Deudas que Patrimonio Neto y por tanto falta de capitalización. Habitualmente interesa que esta deuda sea a largo plazo, puesto que la estabilidad financiera de la empresa será mayor (no es lo mismo una deuda a devolver en pocos meses que en varios años).

El endeudamiento en muchos casos es necesario para que la empresa pueda crecer.

Este capital en forma de financiación externa puede generar unos beneficios superiores al coste que representa esta deuda. La gran ventaja de endeudarse es que no representa una perdida de control. (Si por ejemplo una empresa decide aumentar sus recursos propios con una ampliación de capital, muy probablemente los accionistas al aportar este capital querrán participar de los beneficios e incluso de las decisiones que puedan tomarse. En cambio, una financiación ajena “simplemente” requerirá garantizar el pago de la deuda contraída con el tercero, sin inmiscuirse directamente en la actividad empresarial).

Otra ventaja del endeudamiento es su relativa inmediatez, puesto que una vez la entidad financiera dispone de la documentación necesaria para valorar la operación no acostumbra a demorarse demasiado en hacer efectiva la financiación (suponiendo claro esta que se apruebe). Si decidimos obtener financiación a través de recursos propios es un proceso bastante mas lento y en donde hay que cumplir con unos trámites legales y tener la aprobación de los accionistas.

Existen además productos concretos de financiación que pueden hacerse casi a medida, como por ejemplo una póliza de crédito, que supone cubrir necesidades puntuales de capital con unos costes relativamente bajos y evitar un posible exceso de endeudamiento.

En busca del equilibrio.

Conseguir el equilibrio adecuado entre los recursos propios y la financiación externa es una de las decisiones más importantes (y complicadas) que debe hacer hacer frente un Director Financiero. Lo que si resulta claro es que endeudarse, sobretodo si se hace de manera descontrolada supone un RIESGO, puesto que a mayor endeudamiento menor estabilidad a nivel financiero y mas posibilidades de tener problemas pagar esta deuda. Además, a medida que aumentos el nivel de endeudamiento peores condiciones de financiación obtendremos si tenemos la necesidad de conseguir nueva deuda.

En definitiva, una deuda controlada sin poner en riesgo la estructura financiera de la empresa es mas que necesaria, puesto que en definitiva lo que estamos logrando es financiar sus necesidades de inversión y crecimiento, obteniendo recursos que bien utilizados servirán para generar beneficios que supondrán la continuidad de la empresa en el tiempo.