Es que ustedes quieren que nosotros hagamos todo...

Me lo decía Carmen hace unos días después de realizar un diagnóstico de la madurez de su negocio.

- Agustín, eso de los ejes rectores, procesos e indicadores está interesante.

Pero yo necesito resultados rápidos, solo quiero un sistema que me ayude a controlar los inventarios, no necesito otra cosa. - insistía.

Le encontré parte de razón, a todos nos gustan los resultados inmediatos...

Lo he visto en muchos de los empresarios con los que he trabajo durante estos años.

Unos aplican las estrategias que les propongo y obtienen resultados.

Empresarios silenciosos, discretos.

Dispuestos a bajar a las profundidades de su empresa.

Una vez que saben lo que tienen que hacer, ejecutan.

Y claro, por inercia, ese tsunami de acciones se traduce en resultados.

Hay otros que se pasan años haciendo snorkel, saltando de paraje en paraje cuando ya han visto las maravillas de tal o cual arrecife, y dando vueltas por la superficie esperando que los resultados lleguen.

Y los resultados no llegan.

Los resultados se buscan.

Se trabajan.

Es echarte a la espalda un tanque de oxígeno y bajar a las profundidades de tu negocio.

Es hacerte preguntas sobre el propósito de tu empresa.

Sobre como estás liderando a tu equipo.

Es cuestionarte las reglas que estás ocupando.

Es analizar la eficacia de los procesos que estás implementando. 

Es ajustar y reajustar hasta lograr que la operación fluya, sin obstáculos.

En definitiva.

Mantener el control de tu negocio es sumergirse una vez.

Otra.

Y otra más.

Hasta que ahí abajo, en el fondo oscuro y frío, descubres que es lo que tienes que mejorar para catapultar tus resultados.

Solo así, desde las entrañas de tu empresa, vas a poder implementar un ERP que haga crecer tu negocio durante los próximos 15 o 20 años.

Hacer snorkel es gratificante si solo quieres un cliente más, un pago más, una venta más.

Bajar al fondo del océano requiere de una mentalidad férrea, pero también de horas y horas de buceo y preparación.

Y a esto seguramente, a ejecutar acciones inteligentes en su negocio, es lo que no le enseñaron a Carmen.

¿A qué acciones me refiero?

Depende de la madurez de tu organización.

Por eso lo mejor es que lo descubras por ti mismo en una sesión estratégica conmigo.

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