Estrategia, negocio, proyectos, productos y más
¿Cuantas veces iniciamos un proyecto sin tener idea si es viable o no?
Hace poco estuve de cerca en la inauguración de una sucursal de una empresa en otro estado de México en donde se invirtió una suma millonaria y no se calculó el punto de equilibrio ni el retorno de inversión y se empezó a operar con una sola persona en ventas; se inició la operación con una inversión fuerte en redes sociales y empezó a haber una respuesta no planeada (desbordada) que la única persona en ventas no está pudiendo cubrir actualmente, o a medias, y esto ocasiona que los primeros clientes estén recibiendo una atención mediocre, y esto a la larga pérdida de negocio y mercado.
¿Cuánto vale un cliente mal atendido a largo plazo? ¿Cuánto vale una planeación mal realizada, o simplemente una nula planeación en un negocio?
Dinero, prestigio, permanencia en el mercado, y un largo etcétera.
¿Qué pasaría si tuviéramos en mente al cliente como prioridad?
Pero siendo totalmente honestos: ¿Por qué no planeamos?
Una de las razones es porque a veces lo consideramos una pérdida de tiempo (lo he escuchado varias veces). La urgencia de materializar nuestros sueños nos hace perder la perspectiva de lo que estamos perdiendo por no planear y definir claramente hacia dónde vamos.
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O hemos escuchado tantas veces la palabra “estrategia”, pero, ¿sabemos lo qué significa tener una estrategia? ¿Qué elementos constituyen la estrategia?
Y es que pensamos: “yo soy el que sé más de (aquí escriba su negocio o industria favorita). Y seguramente sí, pero actualmente hay tanto conocimiento de métodos, prácticas y herramientas disponible para optimizar recursos y sacar lo mejor de cada persona y ambiente posible, que me parece que si conociéramos las verdaderas ventajas y beneficios de usar el conocimiento no podríamos dejar de aprovecharlo.
Y tienes razón: nadie sabe más de tu negocio que tú, pero tu negocio necesita una estructura, y si quieres crecer, con más razón. Ahí es dónde entra el conocimiento que podemos aprovechar para nuestro beneficio.
¿Qué estamos haciendo mal los consultores? Yo si viera cómo hablan mal los agilistas de los PM y los PM de los agilistas tampoco contrataría a una consultora. No sabría qué implementar, cuál es la mejor, qué me conviene. Cada Marco de trabajo se autoproclama el mejor y al de enfrente lo llama inservible, o anticuado. O los reducen a lo más básico.
¿En qué momento es oportuno detenernos y plantear qué sigue? ¿Vamos por buen camino? ¿nuestros clientes están satisfechos con nuestro producto/servicio? ¿Estamos cumpliendo el sueño por el que originalmente iniciamos? O, simplemente: ¿los valores de nuestra organización se muestran en los pasillos de la organización y con todo el ecosistema de la empresa?
Cualquier momento es bueno para replantearnos por qué camino vamos. Y si tenemos que volver a iniciar y cambiar el rumbo, hacerlo, las veces que sean necesarias. E irnos a lo básico, a los valores, a la colaboración, a la suma de talento, a la exploración, más allá de reglas impuestas, construir con un poco de aquí y un poco de allá nuestra propia forma, para aprovechar lo mejor del conocimiento pero adaptado a nuestras necesidades, siempre.