ESPÍRITU DE REBELDÍA

ESPÍRITU DE REBELDÍA

La crisis Suprime y Covid-19 son los dos ejes que han marcado (de momento) a una generación que nunca podrá vivir como sus padres. Todos recordamos cuando en la universidad pensábamos que nos comeríamos el mundo, un mundo que nos consideraba la generación 2.0. (de aquella, como han avanzado los números en los punto cero). ¿Y que queda de todo aquello? Nada. Más que Generación Millennial deberían de llamarnos la generación desaprovechada, la generación perdida.

Esta generación que ya tiene 30 años sigue sin lograr los objetivos que nos planteábamos cuando estudiábamos, seguimos sin recibir la confianza que merecemos. ¿Y por qué nos la merecemos (os preguntaréis)? Vamos a ello.

1.      Somos la generación más formada hasta la fecha. Mucho se habla de la Generación Z, pero ellos aún están en el horno. Si hay que esperar por los siguientes… ¿no significa que algo falla en el sistema? Primero era la carrera, luego el o los másteres, las estancias en el extranjero, los idiomas… y, pese a todo esto, nos siguen pagando menos y tenemos menos oportunidades de desarrollo que nuestros padres.

2.      Hablemos de Redes Sociales. Ese gran mercado que parece que ha existido toda la vida o, en su defecto, el entorno digital que ha creado la Generación Z. ¡Error! Nosotros somos la generación Tuenti, Facebook creció con nosotros, Whats app despegó con nuestros Erasmus e Instagram lo usábamos como book de fotos para ligar (esto es verdad que no ha cambiado mucho...). Ahora parece que TikTok es la revolución absoluta en la Generación Z, pero sin olvidar que el ponerse guapo delante de la cámara es una cosa nuestra.

3.      El ligoteo a través de Tinder. Esto ya nos ha cogido más mayorcitos, pero en la época adecuada. Tras dejar atrás la universidad y las continuas noches de sociabilización, surge una necesidad de conocer gente en un mundo cada vez más loco. Nadie duda que Instagram es otro de los ejes clave para las relaciones actualmente, pero si que es cierto que se necesitaba ese punch en el que quedase claro que estabas abierto al amor… o al amor esporádico. Pues... si somos la generación precursora de las Redes Sociales, ¿por qué no ligar a través de ellas?.

4.      La compra online es otra batalla ganada. ¿Quién ha enseñado a nuestros padres a utilizar Amazon o Zara Online? Y ahora volverá a recaer el mérito sobre los Z, no? Vamos a ver, dejemos las cositas claras. Nosotros vivimos internet desde la velocidad de 56Kb, así que un respeto. Ahora hablamos de 600Mb o 1Gb con mucha alegría, pero cuando desenchufabas el teléfono de casa para conectar la clavija, tu madre no podía llamar a la tía de Albacete. Igual tardabas 15 minutos en ver un vídeo de 15 segundos, pero aquello era el futuro. Entendemos internet como nuestro medio natural, por lo que hacer una compra a través de un medio en el que te sientes cómodo nunca nos ha parecido nada raro. Es más, siempre lo hemos visto como algo cómodo y eficaz.

5.      Video On Demand. Otro de los caballos de batalla… Que la Generación Z no haya crecido con Compañeros, Los Serrano, Física o Química o Gossip Girl no significa que ellos hayan “inventado” el video bajo demanda. Esto ya es un tema de lógica… cuando Netflix aparece en nuestras vidas, los chavales de la Generación Z no tenían un duro para gastarse, y menos en plataformas. Ya nos pasó a nosotros cuando teníamos su edad y nos convertíamos en reyes del Emule para descargarnos música en el Mp3 o Juego de Tronos con subtítulos en castellano.

6.      Spotify. De nuevo, punto para nosotros. Vivimos los Walkman, los Discman, el mp3 y el iPod. Pero no era suficiente. Queríamos la música en el móvil y el iPhone 3Gs nos vino a solucionar nuestras súplicas con el almacenamiento y la conectividad. No obstante, siempre fuimos de consumo rápido, necesitábamos estar actualizados continuamente. ¿Cómo iba a pagar un euro en iTunes por cada canción que quisiese reproducir en bucle? Era el momento de la música en streaming, la necesidad de llevarnos los temazos a cualquier parte.

7.      El Reguetón o, para los más pro, el Reggaeton. No es necesario enorgullecerse de esto, pero también somos precursores. El cambio musical que tanto daño ha hecho a la música surge aquí, con el dame más gasolina o el papi chulo. Parece que el Trap es lo nuevo, lo novedoso, pero no deja de ser una escisión de los sonidos de nuestras noches de instituto y universidad.

8.      Festivales. ¿Existían antes los festivales de música? Por supuesto que sí. Ahora, que han proliferado en los últimos años no nos lo puede negar nadie. Es más, han proliferado tanto que hasta se han creado festivales de reguetón. Para gustos los colores. La esencia, es que nos encantan y nos movemos a dónde haga falta con tal de pasarte unos días rodeados de amigos y la música que escuchas en el Spotify. Es de rigor mostrar a tu red de Instagram y Facebook que estás allí, subiendo fotos con tu vestimenta festivalera y tus stories cantando hasta desgañitarse.

9.      Viajes. Otra de las piezas clave para cerrar el círculo. Antaño, no era muy común cumplir los 25 años y haberte recorrido media o toda Europa con billetes de avión a 5€ por trayecto. Esto lo acompañas, por supuesto, de la foto en redes. Que has viajado para ver mundo pero también para que la gente sepa que estás viendo mundo. Y esto, no cabe duda que unido al erasmus o a los cursos de idiomas durante varios veranos, te ha permitido conocer gente de distintas culturas, hacer amigos de todas partes y conocer otras costumbres.

Estos nueve no son los únicos hitos de nuestra generación, pero si es necesario reivindicarlos. En ocasiones he escuchado (y eso que todavía tengo 32 años) que la Generación Z tiene otras formas de consumo, que se encuentran a años luz de nuestra Generación… Me niego a tolerar esos comentarios. Ellos han continuado nuestra senda y eso no quiere decir que no conozcamos ese camino. ¿Cómo no lo vamos a conocer si lo hemos construido nosotros?

Y diréis… ¿por qué nos suelta este rollo en Linkedin? Pues claramente para reafirmarnos como ejes clave en la transformación económica que estamos viviendo. Nunca hemos encontrado un hueco pese a estar hiperpreparados para afrontar los retos del mundo actual. Los gestores de las empresas han tenido que aprender sobre cambios que nuestra generación ha propiciado. Hábitos y formas de consumo que hemos desarrollado y aupado al éxito y, pese a ello, no nos permiten participar en el cambio del que somos conocedores y precursores.

Es por ello que con este pequeño speech trato de poner mi granito de arena para reivindicar a una generación que estáis echando a perder. Esto no se trata de un “apártense y dejen paso a los jóvenes”, en absoluto. Se trata de un “consideren a los jóvenes dentro de su equipo para poder tomar decisiones adecuadas”, “déjenos aportar valor real con nuestros conocimientos” o “considérenos piezas relevantes dentro de su estructura empresarial”. No seré yo el que menoscabe los años de experiencia y el valor de las generaciones anteriores. No hagas a otros lo que no te gustaría que te hiciesen a ti.

Lucía Palacios Larrea

Consultora Senior en BRAINTRUST Consulting Services | Analista de negocio e inteligencia competitiva

3 años

👏👏👏👏

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