Un millennial desapegado pero lleno de amor (y memes).

¡Hola a todos!

¡Uff, este mes ha sido una locura total! Estoy en medio de un montón de cambios y buscando la manera de optimizar mis recursos. Así que, decidí arrendar mi departamento y vender todas las cosas que tengo adentro. ¡Sorpresa para mi! La gente mayor, como mi mamá, mis tíos, etc., sienten pena por mí. Pero la verdad es que yo no la siento. Me cuestioné si me estaba olvidando de algo o si debería estar más estresado por "perder mis cosas materiales", ¡pero la verdad es que cada vez que recibo la transferencia por algo que vendí, soy feliz!

Con el tiempo, nos damos cuenta de que guardamos un montón de tonterías, cosas "por si acaso" en un futuro hipotético que quizás nunca llega. Creo que simplemente soy un millennial, no logro encariñarme con las cosas porque todo cambia constantemente. Somos la generación que no cambia de iPhone porque esté malo, sino porque hay uno mejor. Y así sucede con mil cosas. Nuestra ropa dura temporadas y no se hereda... ¡ni hablar de los matrimonios "para toda la vida" (jajajaja, claramente no es mi caso)!

Estoy en una etapa en la que necesitaré viajar más fuera de Chile, y me encanta la idea de volver a tener pocas cosas, vivir con solo 2 maletas (quizás un poco más), quedarme con mi auto y el porta bicicleta para poder moverme de la forma más conveniente.

Pero hay algo más profundo en la forma de pensar sin apego? ¿Será la misma razón por la que ya no existe el compromiso en los millenials, ni para matrimonios, créditos hipotecarios o crianza de hijos? Somos una generación de ansiedad, que canaliza las emociones con memes, la generación de la "hiperconectividad" que no es capaz de comunicarse en persona.

¿Estará bien que no tengamos apego a lo material ni a las personas, lo cual por un lado nos deja avanzar más rápido, adaptándonos a los cambios sin nostalgia? O simplemente yo (para no generalizar), ¿cada vez se me hace más difícil generar vínculos? ¡Chan!

Bueno, mientras reflexiono sobre estas preguntas existenciales, también estoy ocupado organizando mi venta de cosas para deshacerme de todas aquellas que ya no necesito. ¡Es como una terapia de desapego material! Y créanme, ¡es liberador!

Y hablando de cambios, ¿han notado cómo las relaciones han evolucionado en nuestra generación? Ya no se trata de compromisos a largo plazo y matrimonios tradicionales. Somos más propensos a vivir el momento y disfrutar de las relaciones sin presiones innecesarias. Claro, esto puede generar cierta incertidumbre y confusión, pero al mismo tiempo nos brinda la libertad de explorar diferentes opciones y encontrar lo que realmente nos hace felices.

En resumen, ser un millennial desapegado tiene sus ventajas y desventajas. Por un lado, nos permite adaptarnos rápidamente a los cambios y vivir con menos estrés. Pero por otro lado, puede generar cierta dificultad para establecer vínculos sólidos y duraderos.

En fin, mientras sigo vendiendo mis pertenencias y preparándome para una vida más nómada, me despido con una sonrisa en el rostro y la certeza de que el desapego material no significa desapego emocional. Seguiré disfrutando de las nuevas experiencias que la vida tiene para ofrecer, sin ataduras innecesarias.

TD